Colmillo, el gato se fundó en 2014 pero no fue hasta hace unos meses que este proyecto tinerfeño pero con marcado acento británico ha comenzado a rodar con mayor soltura. Hace siete años, Marco Temes, Manuel Escuela, Beatriz Pérez y Javi García se juntaron y pusieron en común sus gustos musicales y sus ganas de hacer nueva música pero solo pudieron ofrecer un concierto porque Temes se trasladó a vivir a Londres, donde reside desde entonces. “En ese momento pensé que la banda se iba a terminar pero en realidad celebro que hayamos podido funcionar pese a todo”, reconoce el líder del grupo que acaba de publicar un doble sencillo.  

Tras cinco años viviendo en Inglaterra, Temes ha entrado en contacto con la escena más rock del lugar lo que ha permitido que el sonido de su grupo se vaya nutriendo de nuevos sonidos, así como de las experiencias personales que le ha regalado el exilio. Su llegada al país le ha permitido también avanzar en el aprendizaje de la música ya que es allí donde ha aprendido a tocar la guitarra de manera autodidacta y donde más horas le dedica a la composición.

Fue precisamente con la irrupción de la pandemia que Colmillo, el gato ha tenido un nuevo resurgir como grupo. Marco Temes explica que el virus le obligó a pasar muchas horas en casa, por lo que aprovechó para montar su propio estudio: “Me puse melancólico y contacté con mis compañeros para volver a poner en marcha el grupo”. Esas ganas unidas a una estancia de un mes en Tenerife durante el pasado verano han permitido que ahora la formación esté en una fase de plena actividad.

El pasado verano rescataron uno de los temas que habían compuesto cuando crearon el grupo y trabajaron sobre él “hasta que sonó tal y como siempre lo había imaginado”, relata Temes, quien no dudó en introducir también un violonchelo. “El sonido que tenemos ahora dista años luz de lo que hicimos hace años, es algo mucho más maduro y aunque estos años en Inglaterra me han servido para nutrirme con nuevas influencias me gusta pensar que seguimos fieles a la atmósfera que recuerda a Omar Rodríguez”, explica el líder de la banda tinerfeña.

Letras en español pero con un sonido muy personal son los secretos de La ciencia exacta y De la reina, dos temas que grabaron en Tenerife. Sin embargo, la idea ahora es poder trabajar en la distancia, una parte del grupo en Tenerife y otra en Inglaterra, encontrándose para grabar algún vídeo y para los directos, que esperan que pueden llegar pronto. Pero mientras eso llega, Colmillo, el gato ya se puede escuchar en Spotify o Badcamp, donde el público ya va descubriendo el alto contenido emocional de las canciones de este grupo a cabello entre Canarias y Reino Unido. El propio nombre de la formación ya es una muestra de lo especial de este proyecto para Temes. “Cuando vivía en Tenerife tenía un gato con una personalidad bastante particular y tenía un colmillo por fuera de la boca; todo eso me pareció representativo del momento en el que empezamos a trabajar en el grupo”, relata.

“Buscaba letras comprometidas pero delicadas y que en cada tema prestemos la máxima atención a los detalles”, relata Marco Temes, quien no ha dudado en plasmar sus experiencias como emigrante. “En Inglaterra existe un decreto que indica que todos los cisnes son propiedad de la Reina y ese detalle unido a vivencias personales durante estos años en el extranjero han dado lugar a temas como De la reina”, relata el músico tinerfeño quien añade que “en Londres he crecido, como un patito feo que se convierte en cisne, pero al mismo tiempo considero que no pertenezco a nadie ni a ningún lugar”. Es por ello que Colmillo, el gato es un “proyecto musical que gira alrededor del sentido de identidad del emigrante”.