Esta semana se han cumplido veinte años de la publicación del disco 'Sin enchufe' (2001) de M-Clan, su primer álbum en directo, acústico, al estilo de los 'unplugged' de la MTV que grabaron Eric Clapton, Nirvana o Rod Stewart. No se equivocó Alejo Stivel, en quien volvieron a confiar tras Usar y tirar (1999), al convencerles de incluir 'Carolina' en ese repertorio imbatible que también recuperaba algunas versiones habituales en sus directos, como las adaptaciones 'Maggie despierta' y 'Llamando a la Tierra'. Dos décadas después, el 'Sin enchufe' sigue siendo uno de los mejores referentes del género, tanto por el repertorio como por el sonido conseguido. Terminó consagrando al grupo, vendió varios cientos de miles de copias, y se coló en los hogares de toda España.

Sin chauvinismos, M-Clan se han ganado por derecho propio estar entre los mejores del rock en español, y 'Sin enchufe' lo corrobora. Durante su largo viaje, que comenzó en el 93 con Los Murciálagos, M-Clan, buenos chicos de barrio con algo de arrogancia 'working-class', han escrito algunas de las más crudas y suculentas páginas musicales de los últimos lustros, con las que se han ganado el respeto de todos. De recuerdos, anécdotas y revelaciones hablamos con su carismático 'frontman' Carlos Tarque, una de las mejores voces del rock español de todos los tiempos.

-¿Cómo habéis pasado el aniversario? ¿Lo habéis celebrado?

-Pues no, la verdad. Ha sido más una cosa de recuerdos que de celebración. La idea era hacer una especie de tributo de este disco, un 'Sin enchufe 2', pero con esto del coronavirus se ha diluido bastante... Descartamos la idea por ahora; tendremos otras en el futuro. No obstante, es emotivo. ¡Es increíble que hayan pasado veinte años!, y estamos muy contentos de rememorar aquellos días porque es el disco que, como decía en las redes, nos permitió colarnos en todos los lugares. Todo el mundo conoce las canciones (o la mayoría) de este álbum; es raro alguien que no conozca 'Carolina' o 'Maggie despierta', son parte de la historia musical de este país, y eso es un logro y una suerte.

-Efectivamente, estas canciones consiguieron conectar el rock de M-Clan con el público masivo.

-En aquella época se pusieron de moda los 'unplugged'; creo que era la manera 'amable' del rock de llegar al gran público, y era un formato que particularmente se nos daba muy bien: habíamos hecho muchos acústicos de este tipo en garitos de todo tipo por cuestiones de vecinos, ruidos y tal, y funcionaban muy bien, así que decidimos hacer el disco. Diría que sobre todo fue tras una presentación en Pamplona de 'Usar y tirar', que sonó increíble. Pero no hubo nada premeditado: simplemente era algo que sonaba bien, lo grabamos y llegó al público. Tuvo canciones redondas como 'Carolina' que fueron 'hits' en una época en la que grupos fuera de lo ultracomercial todavía podían sonar en las emisoras más 'mainstream' como Los 40.

-Sin enchufe llegó después de un par de discos robustos de rock ('Un buen momento', 'Coliseum'), pero fue con 'Usar y tirar', con ese éxito de 'Llamando a la Tierra' (la versión de 'Serenade From The Stars', de Steve Miller Band) producido Alejo Stivel, el que os posibilitó una larga gira y el planteamiento de este disco. ¿Fueron Alejo y la compañía los que al veros os dijeron: "Queremos este disco"?

-Así visto parece de película americana... A nosotros nunca nos han dicho: "Queremos esto"; nunca hemos hecho lo que otros han querido, sino lo que hemos querido nosotros. Fue como te dije antes: hicimos un bolo mitad eléctrico, mitad acústico, y los de la compañía que estaban allí dijeron que nunca habían visto un concierto tan bonito, y que podríamos hacer un disco, a lo que nosotros respondimos: "Hablemos en el futuro". Estábamos presentando 'Usar y tirar', dos años antes del 'unplugged'. En esa época había esa moda: Eric Clapton, Nirvana..., todo el mundo tenía un 'desenchufado'.

-¿A vosotros os animó a hacerlo el de Rod Stewart?

-Bueno, yo ya escuchaba discos 'unplugged' antes. El primero que oí fue, estando en Barcelona, el de un grupo heavy llamado Tesla, once años antes de todo esto, pero cuando nosotros sacamos el nuestro ya todo el mundo había hecho uno, Rod Stewart e, incluso, bandas españolas como Revolver. Pero creo que es un formato muy interesante para que nunca se pierda, porque es una manera de revisitar las canciones que resulta muy divertida.

-Pero una cosa es un concierto acústico y otra un 'unplugged' en el que estuvisteis acompañados de coristas, metales, arreglistas...

-Sí, sí. Había una gran producción, con coros en muchas canciones, percusión... Estaban Juan Carlos Armero, Luis Prado..., un plantel de músicos increíble, y hubo público: ¡Era un concierto en directo! Si que es cierto que tuvimos que repetir algunas cositas que se quedaron raras, pero ya desde los ensayos notábamos algo, como que lo que estábamos haciendo era importante, que iba a conectar, porque todo el mundo que se acercaba decía: "Guau, cómo suena esto". Nos lo pasamos tremendo; hubo magia... También tensión, porque era un directo y no es que fuéramos superensayados...

-El disco se gestó en tres jornadas: una con los músicos en el estudio Eurosonic, otra como ensayo general en el plató, y finalmente, el tercer día, con la grabación con público en El Álamo. Dice la leyenda que en esas primeras tomas de contacto con el nuevo material llamó la atención 'Carolina', que cuando tú la llevaste al ensayo el resto del grupo lo acogió con reservas, pero Alejo insistió en la apuesta y ganó. De la misma opinión era Josu García.

-A ver, este era un proyecto para revisitar canciones de los tres discos anteriores de M-Clan, pero queríamos añadir temas nuevos para que se notara que habíamos hecho algo; entonces hay como seis o siete cortes que se estrenaron con el 'Sin echufe' más alguna versión. Entre esas canciones que compusimos estaban 'Souvenir', 'Los periódicos de mañana', 'Maggie despierta' -que es una versión de Rod Stewart-, 'Qué está pasando', 'Sin equipaje', y un descarte: 'Carolina', que la escribí con Prisco pero que no tenía letra; no acabábamos de verla y la habíamos dejado como en segundo plano. Luego ya cuando le empezamos a hacer los arreglos terminamos con el texto. Pero es que 'Carolina' tiene un montón de cosas que cuando la empezamos a trabajar con el grupo no tenía; no tenía ese brillo. Alejo decía: "Este tema es interesante, ¿por qué no le damos una vuelta?". Nos recordaba también, salvando las distancias, a temas de James Taylor cuando hacía unos arreglos así un poco latin rock. Y ya cuando en el local empezamos a tratar el estribillo, pensamos que tenía toda la pinta de ser un 'hit', una canción que engancha a la primera.

-El primer tema nuevo que presentas en el disco es 'Los periódicos de mañana'. ¿Cómo pasó la criba?

-En realidad es una canción que puedes cantar en cualquier tiempo ya que por desgracia siempre es lo mismo... La canción no habla solamente de los periódicos; viene a ser algo así como que al final ya uno pasa de todo. Quiero quedarme desnudo al sol y ser feliz, no quiero estar pendiente de todo lo que digan los demás, ni los periódicos. Es una canción de un escepticismo feliz. Yo creo que es un tema muy bonito envuelto en ese halo de escepticismo que a veces hace falta, como esas canciones de Kiko Veneno que tienen un punto de pasotismo.

-En 'Quédate a dormir 'no sé si fue una improvisación lo de meter unas notas de 'Entre dos aguas' de Paco de Lucía...

-Eso fue una improvisación de Santiago Campillo, sí, que, bueno, pues ahí está...

-Suena genial esa guitarra, le da un aire fresco a la canción...

-Sí. Al final nos costó una 'denuncia', y tuvimos que compartir la autoría con Paco de Lucía y un tal Maestro Quiroga, que son los autores. Dijeron: "Os podemos denunciar por plagio", y para llegar a un acuerdo tuvimos que compartir esa autoría; o sea que nos costó dinero.

-En el DVD añadisteis unos cuantos temas.

-Sí, por ejemplo 'Todo negro', de Los Salvajes -que era una versión de los Rolling Stones-, algunos temas nuevos y alguna versión más. La verdad es que teníamos mucho material.

-Y 'Superstition', de Stevie Wonder.

-Sí, y cosas que se nos ocurrieron con Alejo en el estudio, porque teníamos una magnifica sección de metales de unos amigos de México -Plástico, se llamaban-, así que improvisamos con ellos, y como sonaba bastante bien, dijimos: "Vamos a tocarla". Dentro de todo lo premeditado que estaba todo, teníamos bastante libertad de movimiento.

-¿Y os siguen dando la turra aún con lo de 'Carolina'?

-A estas alturas, como dicen en Argentina, me chupa un huevo. 'Carolina' es un clásico de la música española, y punto. No hay nada más que decir. Te gusta o no te gusta. A mí que me llegue un tío y me diga ahora, cuando llevamos 14 o 15 discos con M-Clan, que "Carolina no sé qué", pues, como comprenderás, me da ya exactamente igual...

-En estos 20 años ha cambiado mucho el panorama. ¿Qué ha sido lo más positivo y negativo?

-Negativo no puedo destacar muchas cosas... Falleció Pascual, y fue un momento bastante duro y agrio. Luego está también la separación con Santiago [Campillo]... Ha habido cosas, sí, pero en general todo lo que tengo y he conseguido gracias a M-Clan es un regalo. Hemos tenido una suerte increíble que nosotros mismos buscamos; quiero decir: no nos tocó la lotería, y tú lo sabes. Pero llevamos treinta años haciendo lo que nos gusta, y eso es una suerte.

-¿Cuántos discos se han vendido de 'Sin enchufe'?

-Creo que en su momento se vendieron alrededor de 300.000 copias. Pero es que es un álbum que la gente ha seguido comprando... Gente que se lo ha pillado tres o cuatro veces, luego también cuando salió en vinilo, los 'streamings'... Pero sí, tanto Usar y tirar como 'Sin enchufe' vendieron centenares de miles de copias. Era una época en la que se vendían muchos discos; todavía no había pegado tan fuerte lo de la piratería...

-Ha cambiado mucho la cosa.

-Sí... Pero lo importante es que la música sigue ahí, y queremos disfrutarla, tocarla e ir a ver conciertos. Eso no ha cambiado. Hasta antes de la pandemia, y en cuanto a conciertos se refiere, te puedo decir que entre 2019 y 2020 viví los mejores momentos de mi carrera, con cientos de festivales, decenas de salas ... No se puede ni comparar con lo que había hace veinte años.

-¿Y qué recuerdos guardas especialmente de la grabación?

-Recuerdo que, a pesar de llevar ya años en la música, éramos todavía muy 'nuevos' para hacer nuestro primer disco en directo, pero fue muy bonito..., un superclímax, y teníamos una ilusión que los años a veces te quitan... Tengo un buen recuerdo de esos días, y de esa época. Estábamos cambiando: pasamos de ser chavales de barrio a ser, entre comillas, 'estrellas del rock'. Ibas por la calle y todo el mundo te conocía (ahora menos), y pasamos de ser un grupo conocido en Murcia a ser superfamosos. Fue un momento humanamente especial para nosotros, con sus pros y sus contras. Fue 'pura vida'.

-¿Cómo te ves 20 años después sentado en aquel taburete con esa melena a lo Roger Daltrey?

-Muy bien. Sobre todo con pelo, como decía el otro. Pero yo siempre he estado satisfecho con el momento en el que me encuentro. No es que mire con nostalgia, miro con alegría. Recuerdo aquellos tiempos y me emociono, pero siempre intento vivir el presente y hacer del presente un buen momento, como diría M-Clan.

-¿Recuerdas si fue complicado hacer el 'setlist' del concierto?

-No fue muy complicado. Entonces teníamos tan solo tres discos, con lo que no había grandes problemas para hacer un repertorio (cosa que ahora sí sucede). Cuando tienes 15 álbumes te tienes que dejar fuera canciones a la fuerza, si no haríamos conciertos de tres horas. Ahora mismo tenemos cerca de cuarenta temas muy conocidos que podrían entrar en un 'setlist', pero te tienes que quedar con 20 a lo sumo; un lío.

-Habría que cambiar cosas de las canciones para ese formato...

-Sí, claro. Hay riffs que no se pueden quedar igual. De hecho, esa es la gracia: cambiar cositas, o incluso los tempos, el ritmo de la batería... A mí me gusta. Me pareció un ejercicio superbueno musicalmente.

-Improvisaciones, ¿las justas?

-Sí hubo algunas. Los coros con el público en 'Superstition', por ejemplo. Luego hay unos trozos ahí que Luis Prado tocaba y hacía como que amenizaba con el piano en plan cabaret, y se quedaron.

-Unos 25 o 30 segundos que tú presentabas como "boleros".

-Sí. Hacíamos nuestras bromitas: estas cosas que haces o dices y que crees que se van a quedar fuera, pero que luego al final dices: "Vamos a meterlas, venga". La verdad es que estuvo divertido. Yo creo que es un disco que refleja el espíritu que teníamos de banda, y de pasarlo bien, ¿sabes? Es que esa era la premisa que teníamos: "Vamos a disfrutar, a pasarlo bien". Nosotros no somos una orquesta, con todos los respetos; no somos la Filarmonía. Queríamos dejarnos llevar, y eso creo que fue lo que se captó en el disco.

-El título, 'Sin enchufe', que parece una cosa sencilla, queda bien claro. Ahora podría hacer pensar en esto de los 'trincavacunas' que se han saltado el protocolo...

-El juego de palabras era ese. Un grupo que había llegado ahí sin ningún enchufe. Sin más. Nos pareció gracioso, divertido y superficial, mira lo que te digo (que a veces las cosas demasiado densas se te atragantan). Estamos aquí sin enchufe y desenchufaos. Punto. P'alante. Ya está. Esa era la premisa. Dentro de que el grupo tenía una actitud y un discurso, nosotros no ondeábamos la bandera de la intelectualidad ni nada por el estilo. Éramos un grupo de rocanrol que iba a pasarlo bien y a tocar música en directo.

-¿Cómo se plantea 2021 para M-Clan? Ibais a tocar estos días en Huelva, pero ha habido un aplazamiento. Parece que la cosa está 'toda negra', como en la canción...

-Es algo que todos sabíamos... No quiero meterme más en esto, pero la cosa pinta mal. Hay muchísimos contagios, y vamos a ver qué conciertos podemos hacer estos meses... El de Huelva se ha aplazado para abril, y, nada, en esas estamos. Pero vamos a seguir como el año pasado, Ricardo y yo en acústico. Fueron conciertos fantásticos: nos lo pasamos de la hostia y a la gente le encanta, pese a que yendo dos personas no es un concierto de rock al uso... Pero las canciones están muy bien, e invito a todo el mundo a que se acerque a vernos . Y en eso vamos a estar. Dentro de las limitaciones y con las medidas que sean necesarias, pero estamos deseando tocar, claro.

-¿Y vuestras carreras en solitario cómo siguen?

-Bien. Yo estoy trabajando en un disco con [Carlos] Raya. No tengo todavía fecha de publicación, pero estamos ahí viendo cuándo podemos juntarnos..., porque las restricciones nos tienen un poco limitados. Pero ahí seguimos.

-Ya sé que es muy complicado, pero a las grandes bandas siempre se le pregunta por una hipotética reunión. Ha pasado recientemente con Led Zepellin y Genesis. ¿Lo contempláis ahora que estáis con el veinte aniversario? ¿Os lo han sugerido desde la discográfica?

-¿Reunión del grupo? Bueno , nosotros estamos ahí. El grupo somos Ricardo y yo.

-Me refiero a la formación que grabó 'Sin enchufe', exceptuando los que no ya no están entre nosotros, como es el caso de Pascual.

-No. Básicamente porque hace mucho tiempo que estamos desconectados, y muy desconectados. Además tampoco queremos hacerlo y no podemos. Está todo bien como está.

-¿El día del aniversario te pusiste el disco? ¿Te pusiste melancólico con los recuerdos?

-No. Pero hice unos vídeos, y tuvimos un 'feedback' bestial. La gente en las redes lo comentó. Muchos dicen: "Yo crecí con este disco" o "¡Me lo sé de memoria!". La verdad es que me paré a pensar en lo bonito de poder hacer esto. Yo no podía pensar que veinte años después iba a estar teniendo esa sensación con ese disco que estábamos grabando. Es una suerte, y te hace sentir muy bien.