Domingo J. González y Elena de Vera estrenan la próxima semana el primer largometraje documental que firma este joven director y miembro de la distribuidora canaria Digital 104: Manual de invisibilidad. De Vera, por su parte, participa junto al que es también su marido como guionista y productora. Juntos han creado una cinta que es una reivindicación de la figura del abuelo de ella, Víctor Núñez. Este proyecto no podría ser, por lo tanto, más importante y especial para ambos.
“La figura del abuelo siempre ha estado presente. En las casas familiares hay cuadros pintados por él. Siempre hemos oído historias sobre su parte artística. Elena tenía interés por hacer una exposición para intentar recuperar un poco esa figura. Con los años fuimos hablando y viendo que en realidad el tema daba para un proyecto un poco más amplio. Hicimos la exposición, que forma parte de la película, pero hay más ideas de proyectos en torno a su obra”, explicó ayer González.
El estreno de la cinta tendrá lugar los próximos 29 y 30 de enero, (viernes y sábado) en el Aguere Espacio Cultural de La Laguna. Habrá un pase diario que dará comienzo a las 20:00 horas y que estará presentado por los dos responsables de la película. Las entradas podrán adquirirse a tres euros en el propio cine.
Rodada a principios del año pasado en Tenerife justo antes de la cuarentena, este documental materializa el deseo de una nieta que quiere recuperar el legado artístico de su abuelo, al que apenas recuerda. “Elena tuvo ese interés desde siempre y a mí me interesó también la figura de Víctor Núñez por su invisibilidad. No es solo que se haya invisibilizado por causas ajenas sino que a él mismo, en el fondo, no le importó ser invisible. Lo que le importaba era pintar y promover actos. Fue un agitador cultural –si se le puede llamar así– en una época en la que era prácticamente imposible organizar nada”, aseguró el tinerfeño.
Víctor Núñez Izquierdo nació en La Laguna en 1918. Fue un pintor autodidacta y empezó a despuntar en el ambiente artístico de la Isla en los años 50. Estuvo en el grupo de creadores del grupo de vanguardia Nuestro Arte junto a personalidades de la talla de Pedro González, Maribel Nazco, María Belén Morales o José Abad. “Su dedicación al negocio familiar y posterior entrada como concejal en el ayuntamiento de su ciudad le alejó del ambiente artístico”, recuerdan los responsables del largometraje en la información sobre esta nueva cinta. ”Elena tenía solo tres años cuando murió. Ahora que su vida entra en una nueva etapa, está decidida a descubrir quién era su abuelo y cómo se volvió invisible”, reza la sinopsis.
Respecto a las razones que pudieron empujar a Núñez hacia ese olvido, los dos guionistas barajan varias posibilidades. Es necesario recordar que murió pronto. Fue en 1984, cuando tenía 66 años. “La mayoría de los compañeros de Nuestro Arte sí sobrevivieron más tiempo y alcanzaron el reconocimiento que merecían”. Sin embargo, quedan aún muchas cosas por descubrir del ambiente creativo en la época de dictadura. “Había gente que se movía o que intentaba moverse artísticamente. A veces tenemos la sensación de que no pasó nada. Es mentira, hay muchas cosas todavía por reivindicar”, opinó el director de la cinta.
Núñez se mantenía alerta y al tanto de lo que ocurría en el mundo de la cultura fuera de España, algo que además no era nada fácil en aquel momento de limitaciones de todo tipo. Desde principios de los años 50, empezó a interesarse por la abstracción. Aunque también expuso obra más tradicional. “No le importaba arriesgarse para organizar exposiciones o actos que al final no salían. La película habla de eso: no solo son importantes las cosas que finalmente salen sino que esos movimientos que parece que no se llegan a materializar sí que generan cosas. Él inspiró a jóvenes artistas y a otra gente que después sí que pudo agitar la vida cultural”.
Crear en pareja se convirtió para los González y De Vera en una experiencia enriquecedora. “Nos entendemos trabajando. Es un proceso en el que hablamos mucho y tomamos juntos las decisiones”. Ella se convirtió además en un personaje del documental. A pesar de no ser la protagonista, su presencia sirve de cauce para recorrer espacios y acercar al espectador a personas que conocieron a Núñez: sus hijos, Víctor y Carmen, el acuarelista Manolo Sánchez, el historiador Eliseo Izquierdo y la artista Maribel Nazco. “Una de las decisiones que tomamos fue huir de los expertos y de la visión académica. La razón es sencilla: se trata de un artista que no está en los libros. Pensamos que la mejor forma de acercarnos y reivindicarle para que en un futuro se pueda estudiar era a través de la gente que lo conoció”, aseguró el también productor junto a Jonay García y Jairo López.
Estreno en TV Canaria
Tras la exhibición en la emblemática sala de la calle Herradores, Manual de invisibilidad se estrenará en Televisión Canaria, que colabora en el proyecto. “Estamos en un año muy extraño y no sabemos cómo va a ir todo en cuestión de exhibición”, explicó González. Después llegará el momento de distribuirla en festivales internacionales. No obstante, esta película eminentemente lagunera nace con la vocación de ser proyectada en las salas de toda la Isla. “Siento que es una película que debería verse en Canarias. Espero que sirva para inspirar y que llame la atención sobre Víctor Núñez y toda esta época”, concluyó.
