Los estudiantes de Bachillerato de la Escuela de Arte Fernando Estévez de Tenerife se sumaron ayer a las protestas del IES Cabrera Pinto ante la decisión de la Consejería de Educación de modificar sus horarios a partir de febrero. Los jóvenes se manifestaron a las puertas del centro educativo para mostrar su rechazo a la resolución de la Administración pública, que pretende cambiar los horarios para hacerlos totalmente presenciales, lo que obliga a cambiar de turno al alumnado, que pasará a recibir clases por la tarde.

En septiembre, siguiendo las indicaciones establecidas por la Consejería, el centro estableció un horario de mañana que contemplaba tres días semanales de clase presencial y dos de clases por videoconferencia, “dando así respuesta a la falta de espacio del centro lectivo”, señalaron ayer los estudiantes. Sin embargo, en noviembre, la Consejería cambió de parecer y obligó al centro a rehacer sus horarios para que las clases del alumnado de Bachillerato pasasen a ser presenciales, “aunque ello implicase replantear los espacios y el cambio de turno”, critican. Los jóvenes entienden que la Consejería de Educación no puede cambiarles el turno a mitad de curso, más aún cuando el centro ya había adaptado su funcionamiento a la crisis del Covid.

A través de diferente escritos, los padres de los alumnos afectados también alertan a la Consejería, no solo de los posibles riesgos sanitarios derivados del cambio, sino de los problemas de conciliación familiar, de la incompatibilidad horaria con otras actividades complementarias, e incluso, de la posibilidad de verse abocados a dar de baja a sus hijos este curso. Los cambios que requiere la Administración pasan, además, por utilizar del salón de actos del centro, una medida “controvertida”.