Woody Allen suele apelar a su confeso carácter depresivo para justificar su afición a rodar comedias, como si la búsqueda de la risa le vacunara contra su tendencia al lamento. Al director David Victori le ocurre algo parecido con el cine de terror, pero al revés: “Soy tan optimista que de vez en cuando necesito pasar miedo viendo una película de terror para compensar”, revela. La pandemia no ha trastocado esa fórmula. Al contrario, la ha potenciado, y no cree ser el único aficionado al género que ahora mismo está pidiendo ¡más madera! a la ficción para hacer frente a esta situación tan difícil de entender y gestionar.

“Cuando la realidad te lleva al límite, te conoces mejor. Y eso es, precisamente, lo que hacen estas películas: te estiran la mente al exponerte a situaciones para las que no te crees preparado”, apunta.

"El covid nos está retando, por eso hay más necesidad que nunca de encontrar respuestas"

El paralelismo de ese diagnóstico con el momento que vivimos no escapa al cineasta. “El covid nos está retando, por eso hay más necesidad que nunca de encontrar respuestas. El cine de género puede ayudarnos a encontrarlas. Cada película de terror es un pequeño entrenamiento para aprender a afrontar todo lo que no comprendemos”, explica el director.

Victori estrenó en el festival de Sitges celebrado en octubre No matarás, un inquietante thriller que lleva a Mario Casas, su protagonista, a luchar con sus propios límites. “Una pandemia es un buen momento emocional para llevar a cabo este tipo de experimentos. El público que antes disfrutaba con el cine que pone en tensión, seguirá haciéndolo después del coronavirus”, pronostica.