El dúo Baccara está de moda nuevamente. La canción que las dio a conocer a nivel internacional en plena década de los setenta, Yes sir, I can boogie, vuelve a sonar cada cinco minutos en las diferentes televisiones y cadenas de radio de toda Escocia e Inglaterra. La agrupación comenzó a incrementar su fama después de que el equipo de fútbol escocés hiciera viral su éxito más recordado, con el que este dúo femenino entró, en 1977, en el Libro Guinnes de los Records como las primeras artistas españolas en conseguir un número uno absoluto en Reino Unido. En la última semana el discotequero tema de las Baccara ha superado a artistas candentes como Ariana Grande, Miley Cyrus o Sam Smith; además de haberse convertido en el himno oficioso del equipo escocés.

Este éxito corrió como la pólvora cuando la selección de fútbol escocesa escogió el popular tema setentero para celebrar en el vestuario su clasificación para la Eurocopa.

Cristina Sevilla (a la izquierda) junto a María Mendiola, integrantes del actual Baccara. | | E.D.

Más de cuatro décadas después del nacimiento de esta canción, María Mendiola, una de las fundadoras de Baccara, reconoce que todo este fenómeno está siendo para ella “una inyección de adrenalina”. “Estaba en mi casa encerrada como la momia de Tutankamón y de repente empezaron a escribirme y a llamarme sin parar. No sabía lo que pasaba”, aclara.

Confiesa además que “la federación de fútbol escocesa se ha puesto en contacto con nosotras porque quiere que vayamos a los partidos”. Por otro lado, dice estar “dispuesta” a grabar la canción con el equipo cuando las circunstancias lo permitan. 

Como consecuencia del gran impacto que esto ha supuesto, son ya muchos los que se han interesado en conocer la historia de este legendario dúo, especialmente los más jóvenes, quienes no paran de versionar este tema en plataformas como Youtube.

La madrileña María Mendiola y la riojana Mayte Mateos eran bailarinas del ballet de Televisión Española de Alberto Portillo. En 1976, María tuvo la idea de formar un dúo al estilo de las Hermanas Kessler.

María Mendiola -izquierda- y Mayte Mateos, las Baccara originales, durante una estancia en la isla de Fuerteventura en la década de los 70. | | E.D.

“La vida de la bailarina es muy corta y muy dura. Por eso se me ocurrió la idea de probar suerte cantando”, comenta. En aquel entonces eligieron el nombre de Venus y consiguieron su primer contrato en una sala de bailes en Zaragoza, de donde fueron despedidas de manera fulminante. “No encajábamos en aquel sitio. Nos echaron porque nos consideraron demasiado elegantes”, apunta. 

María tiró de contactos y consiguió que, en esta ocasión, las contrataran en un hotel del Archipiélago canario. “Fuimos descubiertas mientras trabajábamos en el hotel Tres Islas, en la isla de Fuerteventura”, afirma Mendiola.

Mendiola y Mateos (i) en otra imagen en el solarium del hotel, en los años 70. | | E.D.

“Llevábamos montado nuestro propio show y aquella noche bailamos sobre todo flamenco porque el hotel estaba repleto de alemanes”, asegura. El destino quiso que en la isla canaria estuviera pasando unos días de vacaciones Leon Deane, el jefe de promoción de la RCA, quien estaba acompañado de otros altos cargos de la casa discográfica. Impactado por las cualidades artísticas de aquellas jóvenes veinteañeras, se acercó a ellas para preguntarles si tenían algún tipo de contrato en España que las atara. Ambas respondieron que no.

“Nos propuso ir a Hamburgo para hacer una prueba. Nos pidió que nos aprendiéramos Mamma Mia, del cuarteto ABBA”, recuerda. Sin embargo, cuando aterrizaron en Hamburgo, el compositor Rolf Soja cogió una partitura, se sentó al piano y comenzó a tocar Yes sir, I can boogie.

“La canción estaba guardada en un cajón. El compositor no sabía quién la iba a interpretar”, confiesa. El éxito fue tan abrumador que después de hacer su primera aparición televisiva en el programa alemán Musikladen, el 2 de mayo de 1977, comenzaron a vender 40.000 discos diarios.

“Cuando terminamos de actuar, todos los integrantes del grupo Boney M vinieron a nuestro camerino para felicitarnos. Nos dijeron que íbamos a ser número uno. Y así fue”, rememora Mendiola.  Otra de las grandes hazañas de Baccara fue acudir a cantar a la BBC, al programa Top of the pops, en Inglaterra.

Mendiola (i), Marisa Abad (c) y Marisa Pérez en Canarias. | | E.D.

“Cuando llegamos allí, tuvimos que pasarles la letra de la canción por escrito porque nos dijeron que lo único que entendían era boogie, boogie”, ríe.

Su paso por el Festival de Eurovisión en 1978 trajo aún más fama y reconocimiento para Baccara. “El 85% de la población de Luxemburgo votó para que fuéramos nosotras”, apunta. A pesar de quedar en séptima posición, Parlez vous français? fue la canción que más discos vendió de aquel certamen. Al ser preguntada por el hecho de no haber representado a España, respondió: “Nunca nos lo pidieron. Ese año coincidimos con el canario José Vélez. ¡Qué encanto de persona!”, exclama. “Canarias siempre ha dado muy buenos artistas. En estos últimos años, yo destacaría a Rosana”, subraya Mendiola.

No sería hasta 1982 cuando el dúo se rompe y cada integrante continúa su trayectoria profesional por separado. “Para mí fue un shock. Éramos como hermanas”, declara. “No tenemos ningún tipo de contacto. Cada una hizo su vida”, explica.

Desde hace once años trabaja con la también madrileña Cristina Sevilla, a quien se refiere cariñosamente como “mi cajita de música”. Juntas siguen paseando el nombre de Baccara por todo el mundo, incluido el archipiélago canario. “Hemos estado en varias ocasiones en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria y la acogida, sinceramente, ha sido siempre muy cálida”, asegura.

“Cuando vamos a trabajar allí, me pido unas papas arrugadas con mojo. Me chiflan”, añade. “Tengo muchas ganas de volver. En el caso de Fuerteventura, recuerdo especialmente que las dunas de Corralejo me dejaron enamorada. He de reconocer que las Islas Canarias me vuelven loca”, confiesa.

“En El Hierro, por ejemplo, no he estado todavía, pero desde que me enganché a la serie protagonizada por Candela Peña y Darío Grandinetti, pensé: María, tienes que ir a la isla en alguna ocasión”, comenta.

Actualmente, su compañera Cristina vive en Munich, está casada con un alemán y tiene dos hijos. María, por su parte, está casada con un sueco, tiene un hijo y tres nietos. A sus 68 años asegura que “mientras el teléfono siga sonando y Dios nos dé salud, seguiremos cantando”, concluye.