Vuelve a Canarias de la mano de un congreso de misterios que coincide con el fin de semana del Día de Difuntos

Sí, es el primero que se organiza en El Paso. En el pasado he participado en bastantes reuniones y conferencias en Canarias. A El Paso vine hace ya unos 34 años. Fue antes de Año Cero.

¿Es verdad que el Archipiélago es conocido por ser una tierra de misterios y leyendas?

Pues para mí, sí. Hay muchas tierras de misterio pero Canarias ofrece, dentro de su concreción en cuanto a terreno acotado, muchos más misterios que otras zonas de España. Las Islas en general siempre atraen el misterio. Hablo de islas muy diversas y separada. He visitado muchas de ellas: desde Córcega y Malta a otras partes de mundo como la Polinesia, la Melanesia y la Micronesia. Allí también hay infinidad de fenómenos. Canarias es muy modélica también en cuanto a tradiciones. El Archipiélago tiene de todo, empezando por un tema tan controvertido de las famosas pirámides.

¿Por qué ese vínculo entre el hecho de ser un territorio aislado, una Isla, y la esfera de las leyendas?

Eso es terreno de lo simbólico y muy largo de explicar. La isla es como un mundo, es un universo en sí mismo que a su vez se puede comunicar con otros mundos paralelos, que son las otras islas. Gracias al avance de los medios de comunicación, también se relaciona con otros mundos que son los continentes, por ejemplo. Canarias siempre ha sido lugar de paso hacia América desde el sur de Europa y el norte de África. De hecho, estoy absolutamente convencido de que para los templarios, por ejemplo, las Islas fueron un lugar de paso. Pero hay algo que no me puedo reprimir comentar ahora. El misterio aquí es saber a qué espera el Gobierno y los políticos españoles para declarar a Canarias paraíso europeo libre de Covid. Es algo que los políticos canarios deberían hacer: exigir campañas en esa línea.

¿Y qué temas ha incluido en su participación en el congreso de El Paso?

Me invitaron para que hablara a partir de la leyenda de el alma de Tacande. En torno a eso me pidieron que tratara el tema de la vida después de la muerte. Voy a dar una visión muy genérica de las presencias invisibles: poltergeist, fantasmas y casas encantadas, diferenciando entre cada uno. Voy a partir de el alma de Tacande para ver cómo se trató ese caso de una forma modélica en una época en la que eso no era lo habitual. Voy a hacer un repaso de otros casos españoles de esa misma época y de otros países muy famosos.

¿Cuando empezó en este mundo, estaban peor vistos los comunicadores que se dedican a divulgar este tipo de contenidos?

Mi interés por estos temas empezó a los 12 años, al igual que otros grandes divulgadores como Iker Jiménez y Javier Sierra. Me empecé a interesar por los Ovnis. Estamos hablando de los años sesenta. La cuestión es que sí: eras visto como un loco. En aquel entonces, el hecho de que tú plantearas la posibilidad de la existencia de vida extraterrestre era un sinsentido porque la inmensa mayoría españoles negaban radicalmente cualquier forma de vida fuera del planeta. Hoy en día se han demostrado muchas cosas, acabamos de tener la confirmación de que hay agua suficiente en la luna, por ejemplo. Se ha ampliado la visión del mundo y a mí siempre me ha preocupado eso. No me he dedicado solo a lo paranormal. He estudiado antropología, historia de la ciencia, periodismo, marketing, etc. La búsqueda espiritual siempre me ha interesado mucho. Es mi intento de ampliar la visión del mundo. Cuando creé la revista Año Cero con unos cuantos periodistas y un becario que se llamaba Javier Sierra, el primer editorial lo titulé Una nueva visión. Eso es lo que seguimos necesitando hoy en día, una visión multidimensional de la realidad. Solo a través de esa visión se consiguen soluciones para los problemas. Un ejemplo es el Covid-19.

Un tema que le ha convertido en polémica en los últimos tiempos...

Pues me han preguntado mucho por eso sí, se puede ver todo en mi canal de Youtube. He decir que soy muy exigente porque publico entrevistas sobre el tema con las que no estoy de acuerdo. Alguno de los entrevistados hacen afirmaciones que yo no compartía. Pero como soy partidario de la libertad de prensa, que no existe en este país, les permito hablar y dar su opinión sin censurarles. Acabo de alcanzar hace poco los 100.000 suscriptores con gente muy fiel y muy en mi misma línea de abrir la mente como norma. El Covid se ha proclamado ya por parte de varios científicos como una sindemia, no como pandemia. Hay multitud de factores que ha hecho sinergia negativa, desde los factores sociales a las enfermedades previas, la edad o la debilidad del sistema inmune. Pero hay otros factores más de los que nadie ha hablado, como el efecto nocebo. Es lo contrario al placebo, es el que tiende a enfermar y matar en lugar de curar. Es lo que hemos estado recibiendo por parte de los medios de comunicación, que nos martillean con la idea de que nos vamos a morir. Es terrible y solo con una concepción de la enfermedad con ese enfoque -y aceptando que existe un virus que es realmente anómalo- se puede afrontar esta situación.

¿Pero qué opina usted de las posturas negacionistas?

Pues entrevisté a un periodista, por ejemplo, que no es que dijera que no existe el virus sino que no está demostrado porque se sigue negando que ha sido aislado y purificado. Yo eso no lo comparto. He hablado con muchos virólogos y hay pruebas y documentos que presentaron y que lo han demostrado. Este es un coronavirus rarísimo como no se recuerda ningún otro salvo el que pudo provocar la mal llamada gripe española. Yo soy periodista y mi función es preguntar sin morderme la lengua o sin que para ello me influyan mis creencias. Lo que sí creo es que se está ejerciendo una operación terrible de guerra psicológica con el Covid. Le pongo un ejemplo. La doctrina de shock dice que se puede aprovechar un shock -que puede ser una catástrofe natural o de otro tipo como un golpe de estado- para hacer bajar la cabeza a la gente e implantar políticas sociales y económicas que serían absolutamente inaceptables en otros momentos.

Si hace años, confiesa, le veían como un loco. ¿Esto ha cambiado ahora?

No, yo ahora sigo siendo un loco pero en otras cosas. No ha cambiado. Ha cambiado solo en una cosa, a la gente le entusiasman estos temas. Hay una minoría creciente que manifiesta públicamente su interés pero que, como aquellos que son críticos con las versiones oficiales de la pandemia, son tachados de locos y mal vistos por sus allegados. Cuarto Milenio tiene un impacto social -sociológico incluso- que no tiene parangón con el tratamiento de estos temas en el pasado. Hablo con conocimiento de causa. He trabajado estos temas en infinidad de televisiones y he sido colaborador asiduo de multitud de programas. Fui colaborador de Jiménez del Oso, que tenía más audiencia que Cuarto Milenio, y el impacto no tenía comparación. La gente no se acercaban con la devoción con la que hoy se acercan a Iker Jiménez e incluso a alguien insignificante como yo. Hay cada vez un número creciente de seguidores. Estos temas están de moda, pero no de moda temporal como lo fue el tema Ovni a final de los años setenta, cuando hubo multitud de casos.

¿Es usted aficionado a la ficción, al cine o las series dedicadas al terror y al misterio?

Veo las películas que merecen la pena. Pero en general las películas esas de terror y de presencias demoniacas me parecen nefastas, tan nefastas como el uso de la güija, que es muy peligroso y ha creado multitud de problemas. No veo con simpatía muchas de esas películas, otras sí. Obviamente, las películas de Spielberg marcaron época, así como las primeras películas de George Lucas, que cumplían a la perfección la función de un mito moderno.

Por curiosidad, ¿usted ha vivido usted experiencias misteriosas?

Sí, he ido a los sitios donde se producían. He vivido casos de poltergeits y de fantasmas, sobre todo en España y también en mis viajes de caza de libros, uno de mis vicios, en Inglaterra. He vivido algunos casos espectaculares sin proponérmelo; como notar que una presencia fría me atravesaba el cuerpo.