"Buscando las aventuras por entre las duras peñas,

maldiciendo entrañas duras

que entre riscos y entre breñas

halla el triste desventuras"

Cervantes. 'El Quijote'

En el conjunto de las preposiciones en español -permítanme que no diga castellano- a, ante, bajo, cabe? hasta versus y vía -estas últimas se han incorporado recientemente y alguna como cabe han caído en desuso si no han desaparecido-, hay una que, me arriesgo a decir, ocupa un papel especialmente relevante en las definiciones de la situación actual. Me refiero a entre, que independientemente de los distintos significados que pueda adoptar (cooperación, reciprocidad, estado intermedio, o incluso prefijo como entrever o entreacto), "denota la situación o estado en medio de dos o más cosas, o acciones".

Si pensamos en la denominada distancia social, se puede hablar de un "espacio vacío", el que hay entre el lugar que ocupa alguien y el lugar que ocupa el prójimo; sólo cuando entran en relación recíproca, "el espacio entre ellas aparece lleno y animado"(Simmel). Entre, pretensión del espacio, opera en la definición que de espacio diera Kant: "la posibilidad de la coexistencia". Entre dos, al menos.

La mascarilla, la máscara, se sitúa entre lo visible ?y lo invisible, una frontera estética entre lo que se muestra y el misterio; como el velo entre el hacer ver y el hacer no ver; como el marco entre la pintura y la no pintura; como la puerta, frontera entre lo limitado y lo ilimitado.

Hasta hace poco parecía indiscutible un régimen de historicidad denominado presentismo dominado por un presente acentuado, continuo, con apariencia de eternidad, intempestivo. Hoy se comienza a hablar de futuro, acaso más como espacio, "el espacio de los estados posibles" (Lotman), que como tiempo, debido probablemente a que el futuro se asemeja al sueño; y el sueño, como demostró Pavel Florenski, "se mueve en una dirección opuesta al eje temporal".

Entretanto podemos ver el futuro, plausible, probable y figurado que se declina como una invención. Si así fuere, entonces entrecomillemos las palabras del parusíaco Marshall McLuhan: "La invención es la traducción de un espacio en otro".