En estos casos no está de más recordar aquello de lo de "éramos pocos y parió la burra"...

Ja, ja, ja... Tengo mucho curro, pero presidir el Clúster Audiovisual de Canarias no deja de ser un ejercicio de responsabilidad. Voy a seguir un tiempito pero que nadie se asuste, no me voy a perpetuar. Los motores del Clúster son Jairo, Isabel y Lorena, ellos sí que están al pie del cañón todos los días... Los directivos lo que sí hacemos es opinar. Eso se nos da mucho mejor.

¿Cómo está el sector?

Asustado, como la gran mayoría de la ciudadanía, pero sin perder el optimismo ante lo que está por llegar... La industria audiovisual es una herramienta fantástica para diversificar la economía.

En las Islas hemos pasado de los cineastas olvidados a las grandes producciones internacionales y, de nuevo, a tener que hacer las maletas para buscarse la vida lejos de casa...olvidados

... lo perfecto sería que todo creciera a la vez. Es bueno que vengan producciones con mucho dinero pero tenemos que continuar desarrollando el talento canario... Nuestro reto es generar propiedad intelectual en el Archipiélago. Esos rodajes son igual de necesarios como los productores y ejecutivos que levantan proyectos desde las Islas.

Dicen que José Alayón es un "mirlo blanco" del cine que propone el cine canario

No sé si soy un mirlo blanco u otro tipo de pajarraco...En los últimos años he tenido la enorme fortuna la de trabajar en unas cuantas producciones, pero insisto en el hecho de que en Canarias hay mucha creatividad y, por lo tanto, es un acierto apostar por ella. Creo que ahora tenemos las mejores ayudas a la producción de los últimos años, pero también se ha peleado mucho para llegar a este punto. Sería interesante mejorar la televisión: si el sector audiovisual no tiene un respaldo a través de esta plataforma va a ser todo más difícil. El éxito de El Viaje Films se concentra en la cooproducción, es decir, en unas aventuras que nacen en Canarias y que han sabido encontrar vías para su financiación en Latinoamérica.

No quiero meterlo en ningún charco, pero una serie tan reconocida como Hierro podía haber tenido una cuota canaria mucho más generosa, ¿no?Hierro

Esto es lo de siempre... Es bueno que Hierro se haya desarrollado en Canarias, sí, pero también es verdad que aquí existen recursos para impulsar un proyecto de esa dimensión. Dicho esto, debo decir que su gran hallazgo es que desde una ficción se hable canario. Lo perfecto hubiera sido desarrollar iniciativas de esas características con gente de aquí.

¿Venecia cambió su vida?

No creo, pero me colocó un sello que hará que todo lo que venga a partir de ahora se analice de otra manera... Un camino se hace con pequeños pasos y ese fue importante (silencio).

¿Dónde se "sufre" más en la dirección o en la producción?

Esos sufrimientos son diferentes. Un director percibe una presión personal enorme (mi obra, mi proyecto, mi película) para demostrar a los que pagan que es la persona más adecuada para estar al frente de esa aventura. El productor, en cambio, debe cumplir un reto financiero para tratar de seguir al director y completar un rodaje.

¿Vamos, que el productor es el que paga las facturas?

Sí, básicamente, esa es su misión... Los productores somos los que nos reunimos con políticos, discutimos con los bancos y buscamos el dinero debajo de las piedras, si es necesario. Lo más bonito de la producción es acompañar al director para que las ideas que tiene en su cabeza se hagan realidad.

¿Qué queda del chico que rodó Slimane?Slimane

¿Del actor o del director?

¿De José Alayón, su director?

Ocho años después las sensaciones son distintas; aquel chico acababa de salir de la Escuela de Cine de Cuba y tenía la necesidad inocente de hacer cine a toda costa. Lo que queda son las ganas de seguir soñando proyectos... De alguna manera creo que no sé hacer otra cosa. Me he empeñado en vivir del cine y esa obsesión continúa viva.

¿Y del joven cineasta que se marchó a formarse a Cuba?

Ese ya no existe (ríe)... Aquel chiquillo tenía hambre de cine. El joven que salió de la Escuela de Cine de Cuba era un proyecto de cineasta que quería comerse el mundo. Lo malo de volver la mirada al pasado es que un día dices: ¡Joder, yo he hecho todo esto!

Los que saben un poco de esto se atreven a colocar un Goya entre sus manos...

¿Cómo, cómo?... Pese a lo sucedido en Venecia - Blanco en blanco fue galardonada- y de algún que otro guiño que nos hizo Cannes, la verdad es que la Academia no nos ha hecho mucho caso en España. Lo bueno de este oficio es que siempre existe un margen para la sorpresa: esto es una carrera de fondo, no hay que tener prisas.