Acaba de publicar un nuevo single que marca, en cierta manera, una nueva etapa.

Estoy muy contento de estar en un momento de mi carrera en el que me puedo permitir el lujo de publicar una versión de una canción ya editada y conocida como Smalltown Boy, que es una tema de 1984 de la banda Bronski Beat. Me acompañó en toda mi infancia y mi adolescencia. Soy el menor de tres hermanos y en mi casa siempre se escuchaba mucha música de esa época y esta canción era una de ellas. Cuando empecé a estudiar inglés me surgió una gran curiosidad por ver lo que decían las canciones y de esta descubrí que hablaba un poco de mi historia, igual que la de muchos otros y más todo en los noventa y principios de los 2000. Habla de un niño de una ciudad pequeña que empieza a conocer su orientación sexual y necesita buscar referentes fuera de casa porque no los encuentra. Me sentí muy identificado. Ahora con el confinamiento que he estado redescubriendo canciones antiguas en mis playlist y me he dado cuenta que esta canción ha sido muy versionada durante los siguientes años pero sobre todo en la melodía pero no tanto la letra, que es lo realmente importante de esta canción. Fue todo un himno LGTBI en los 80 y he querido sacarla porque me gusta y por el mensaje. Creo que a día de hoy sigue siendo muy necesario porque todavía estamos en una lucha de normalización. Esta semana, por ejemplo, ha salido una noticia de que una chica gallega de 17 años que se ha quitado la vida porque la acosaban por su bisexualidad. Creo que la música también tiene que servir para eso, para que la gente no se sienta sola y para contar historias que son universales y que empatizan con más gente.

Qué curioso esto que cuenta de que le gustaba la canción antes incluso de conocer su mensaje y cómo luego esta encajó perfectamente con su historia personal.

Empecé a estudiar inglés desde muy pequeño, a los siete años, y a los nueve o así fue cuando descubrí que la canción podría hablar de mí. Tenía 10 u 11 años cuando empecé a tener dudas sobre mi orientación sexual y comencé a comprenderme a mí mismo. En ese momento fue cuando encontré un refugio en las canciones.

Las canciones marcan, ayudan y también empujan a tomar decisiones a veces.

Exactamente.

¿Cuáles son sus próximos proyectos? ¿Habrá nuevas sorpresas musicales en breve?

Siempre pasa lo mismo. En general no podemos contar casi nada de lo que viene porque hay más factores por medio, como la propia discográfica. Te puedo decir que en breve, no sé si a finales de este mes o a principios del siguiente, saldrá una colaboración con alguien de fuera de España. Tuvimos que salir del país con un salvoconducto y una PCR negativa para poder hacerlo. Saldrá dentro de muy poquito y estoy muy contento con esa colaboración. Luego, a parte, estoy yendo mucho al estudio, grabando canciones y trabajando en lo que espero que algún día sea mi primer disco.

Este 2020 ha dejado muchas malas noticias y la cosa no mejora mucho por ahora. ¿Ha llegado a sacar algo positivo de esta experiencia?

Bueno, al final tener tanto tiempo libre me ha ayudado a meterme más en el proceso creativo, a poder respirar mejor y poder detenerme en determinadas cosas. Al no tener distracciones externas u obligaciones fuera de casa me he podido centrar mucho en la música. Eso es lo que he hecho básicamente. En los meses que estuvimos encerrados aproveché mucho para eso. En julio, por ejemplo, saqué un tema que se llama Bestia y que nació en el confinamiento. Fue cuando me junté con Danny Romero y lo hicimos todo a distancia. El confinamiento me ha regalado tiempo, cosa que en otro momento no hubiera tenido. Esa es la parte positiva que quiero sacar de una situación dramática en la que he perdido mucho trabajo y muchos conciertos.

El mundo de la cultura reclama que se puede y se debe organizar actos y conciertos de forma segura. ¿Qué opina?

Ocurre siempre una cosa cuando hay una guerra contra un enemigo común, se suele buscar algo a lo que demonizar. Se ha cogido a la cultura y a los espectáculos como el culpable. No es verdad que la cultura o los espectáculos sean grandes focos de contagio. Sí que se nos ha demonizado de una manera muy injusta y además precisamente en verano, cuando se podían hacer espectáculos manteniendo las distancias de seguridad y al aire libre, que es donde se está más seguro. No se ha permitido y eso no es que haya perjudicado solo a los artistas, que también, sino que sobre todo ha perjudicado a todos esos trabajadores de la industria que están detrás y viven del entretenimiento. Se han quedado con una mano delante y otra detrás. Hay situaciones muy dramáticas.

Hay una cosa, al menos, que le une mucho a Canarias y es su amistad con cantante la tinerfeña Ana Guerra.

Soy muy amigo de ella, sí. Estuvimos en Gran Canaria este verano.

¿Y vendrá pronto a las Islas con algún proyecto?

Tengo la suerte de que el equipo de managers que tengo alrededor son canarios. Estoy muy unido a Canarias y como soy también isleño -de Baleares- siento que nos entendemos muy bien. Conozco sobre todo Gran Canaria pero me muero de ganas por conocer todas las Islas.