Tras participar en Operación Triunfo 2017, donde quedó en sexta posición, Agoney Hernández (Adeje, Tenerife, 1995) ha decidido tomárselo con más calma que sus compañeros de edición para sacar su primer disco porque quería plasmar "todo el aprendizaje, experiencias y sentimientos" vividos en los últimos años.

El resultado es Libertad, un álbum con el que cree haber mostrado su camino dentro del mundo de la música, y con el que se ha "desnudado el alma por completo", según asegura en una entrevista con Efe en la que confiesa que vive "los días más felices" de su vida.

"Me ha sorprendido que mis seguidores hayan sabido esperar tanto tiempo", reconoce Agoney, que decidió parar "para vivir y asimilar" todo lo que le había pasado. "En ese momento, comencé a componer al piano y a producir a la vez las canciones de este álbum. Lo he compuesto íntegramente en mi cuarto, entre Tenerife y Madrid", explica.

Libertad, que ha contado con la producción de Andrés Terrón, Pablo Estrella, Apollo Vice y del propio Agoney, es para el artista un "diario": "Cada canción podría ser perfectamente un capítulo de Netflix, ya que en cada una de ellas sucede y cuento una historia distinta de un momento diferente de mi vida", describe.

El resultado final es un proyecto discográfico de nueve canciones caracterizado por las combinaciones de distintos estilos, sonidos y temáticas que van desde el pop más puro hasta la balada más melancólica, a la vez que le da ciertas pinceladas electrónicas. De esta manera, Agoney pone banda sonora a su "liberación musical".

"Ya me he quedado muy a gusto", dice con suspiro. "El disco es mucho más que una historia de amor, es mi libertad, mi confesión. Fui libre para componerlo, para cantarlo, para ser todo. Me ha dado una paz interior increíble, así que, no existía mejor título que ese", declara.

Además del título, Libertad supone también la primera canción del álbum, una introducción en la que muestra al artista más sincero y honesto con el mensaje que quiere contar en las siguientes canciones.

Tras una primera parte más melódica, Soy fuego, Perficción o Edén rompen ese estilo, y se ve a un Agoney más desinhibido y enérgico, que nunca donde grita "al mundo sin miedo".

Aunque, sin duda la canción más rompedora del disco es Ángel caído. El sencillo más oscuro y sexual donde el canario rompe todas las reglas con una letra que dice: "La oscuridad, lugar perfecto para jugar/ aullidos de placer, no sé muy bien de quién (...) Pedid y se os dará, hazme saber tu deseo y se hará".

"Mucha gente se ha quedado en shock al oír un tema así", cuenta entre risas. "Cuando la compuse yo también flipé, me dije: '¡Menuda movida acabas de hacer!', Por ello me costó mucho sacarla, incluso enseñarla, me daba un poco de vergüenza, pero luego decidí que tenía que entrar en el disco sí o sí".