Vuelve la agenda cultural; poco a poco y con muchas limitaciones. Si hay citas importantes con la creación en esta Isla, esas son sin duda las que todos los años ofrecen los responsables de la Fundación Cultural CajaCanarias. Sus gestores han decidido esperar a septiembre para volver a poner en marcha sus espacios culturales, ya que normalmente cierran en agosto. Tras el verano reabrirán, también, los espacios expositivos que tienen en La Laguna, Garachico y Santa Cruz de La Palma. No obstante, el plato fuerte será la gran exposición del escultor tinerfeño Carlos Nicanor que será inaugurada el día 14 en la sede central de la entidad, situada en la plaza del Patriotismo de la capital tinerfeña.

Nicanor es uno de los artistas con más proyección de las Islas y su impresionante obra, sin duda, cambiará por completo el aspecto actual de las instalaciones. La reapertura de este corazón cultural en el centro de la capital no podía llegar de mejor manera. De hecho, el montaje de la nueva muestra está muy avanzado ya que el artista, el propio comisario, Omar Pascual, y la Fundación quieren dejarlo todo listo antes de que las instalaciones cierren en agosto, aunque actualmente la mayoría de los empleados de la entidad continúan con el teletrabajo desde sus casas para minimizar cualquier riesgo relacionado con el Covid-19.

Pese a que quieren conservar algunos de los secretos que contendrá esta nueva propuesta, la llegada de la obra de Nicanor hasta el Espacio Central de la entidad trae consigo una gran sorpresa: El Argonauta. Se trata de una pieza de enormes dimensiones, concretamente de unos doce metros de largo, que tendrá el honor de convertirse en la primera obra de esta envergadura que entra en las salas de CajaCanarias.

Se trata, probablemente, del mayor proyecto que Nicanor haya afrontado hasta ahora en toda su carrera. "Está aún en fase de realización, mide doce metros y es una especie de gran semilla. Es la mayor escultura que ha entrado nunca en nuestra fundación", destacó ilusionado el responsable de Cultura de la entidad, Álvaro Marcos Arvelo. Para conseguir que este gigante fuera una realidad, Nicanor ha recurrido al último de los carpinteros de ribera (especializados en barcos) que quedan en Canarias, el joven lagunero David Herrera.

El Argonauta es casi como la unión de dos cascos de barco coronado por dos grandes púas y el artista tuvo que convencer este carpintero de Valle de Guerra para que accediera a meterse con él en esta insólita aventura creativa.

La exposición, adelantó Arvelo, continúa con la indagación que el artista lleva años realizando en torno al sentido del viaje. Es, en cierta medida, la continuación del proyecto que Nicanor llevó a la XII Bienal de La Havana, Lemon Way. Allí, y bajo la denominación de Detrás del muro, el artista canario creó una suerte de camino de baldosas amarillas que entraba en el mar. Ahora, Nicanor ha decidido meterse de lleno en la creación de esta nave mitológica que entrará, cual caballo de Troya, en las salas de CajaCanarias. "El viaje y sentido de la vida es una constante en su obra y eso le lleva a interesarse también en el mito de Jasón y los argonautas", detalló Arvelo.

Llevar las técnicas tradicionales de la carpintería de ribera hasta las salas de arte es, sin duda, una experiencia inédita. El argonauta fue concebido en la mente de Nicanor y después, para su elaboración, tanto el artista como el carpintero se metieron de lleno en un trabajo que comenzó con la selección de la madera que daría forma a esta monumental pieza.

En esta nueva muestra, que servirá de pistoletazo de salida para el regreso de la programación cultural a la sala santacrucera, habrán unas 52 piezas del artista, algunas de etapas anteriores y otras de nueva factura que además podrán verse en CajaCanarias por primera vez. Los objetos imposibles de Nicanor poblarán las salas de este espacio llenándola de sueños increíbles como arpas que no suenan o naves que nunca surcarán el mar.

Desde CajaCanarias recuerdan el estrecho vínculo que ha unido siempre a este artista nacido en Gran Canaria en el año 1974 con la institución. Una relación que arrancó cuando recibió el Premio Manolo Millares en 2009. "Hay un lazo muy fuerte con este artista, que siempre colabora con nosotros cuando le necesitamos", sentenció Arvelo.