Johnny Depp negó en el Tribunal Superior de Londres haber abofeteado a su exmujer Amber Heard después de que él se enojara porque ella se había burlado de él por uno de sus tatuajes. El actor, de 57 años de edad, rechazó que se le califique de "monstruo", aunque aceptó sus problemas con el alcohol y las drogas. Al presentar pruebas en el segundo día del juicio por difamación contra el tabloide británico The Sun, el abogado del periódico, Sasha Wass, le preguntó al actor sobre un incidente en la casa de Heard en marzo del año 2013 cuando "se cayó del coche" y alegó que la había golpeado.

"Borrachuzo para siempre"

El letrado explicó que Depp, que había comenzado a beber nuevamente después de meses de haberlo dejado, se enojó cuando Heard se rió de la modificación en uno de sus tatuajes Winona para siempre, en referencia a su exnovia la norteamericana Winona Ryder. Cuando acabó la relación con ella, retocó el tatuaje y lo dejó en Wino forever, lo que en inglés coloquial significa "borrachuzo para siempre". Luego la abofeteó tres veces porque inicialmente no había reaccionado, dijo Wass. "Ese no es el caso, eso es falso. No pegué a Heard", respondió Depp, que añadió: "No recuerdo esa discusión por mis tatuajes".