Detrás de todos los trabajos que el inmortal César Manrique hizo en las Islas estaba la mano de otro artista irrepetible, el arquitecto Fernando Higueras. Aunque la mayoría de los canarios no sean conscientes de ello, el imaginario de este polifacético creador está presente en algunos de los lugares más especiales de Canarias. El Lago Martiánez, el Mirador del Río, La Mareta o el famoso Hotel Las Salinas son solo un ejemplo de su genialidad y de la "amistad incondicional" que les unió a ambos.

Fernando Higueras (1930-2008) fue un "artista integral", como subrayó ayer su colaboradora durante más de 30 años, Lola Boita. TEA Tenerife Espacio de las Artes acoge una muestra que recorre su extensa trayectoria titulada Fernando Higueras. Desde el origen que estará disponible para su visita hasta el próximo 25 de octubre. La entrada es gratuita y el horario de la sala se extiende entre las 12:00 a 20:00 horas de martes a domingo.

La presentación de la exposición tuvo lugar ante los medios de comunicación y contó con la presencia de Botia, comisaria del proyecto. También acudió la consejera de Cultura del Cabildo de Tenerife, Concepción Rivero, y el director artístico de TEA, Gilberto González.

Medio siglo de carrera se sintetizan a lo largo de cuatro espacios que reúnen 70 de los más de 300 proyectos que desarrolló. Antes de hacer escala en Tenerife, Fernando Higueras. Desde el origen estuvo expuesta también en la madrileña Fundación ICO, en el MIAC de Lanzarote y en el CAJI de Fuerteventura. "Quiero que itinere por el mayor número de sitios posible. No puedo estar más contenta de que haya llegado a Tenerife", indicó la comisaria.

Según Botia, es especialmente emocionante llevar este proyecto por aquellos lugares donde la obra de Higueras forma parte de sus paisajes, aunque la mayoría de las personas no lo sepan. El genial ?arquitecto sigue presente en la vida de los canarios porque fue su mente, por ejemplo, el autor de los planes generales de ordenación urbanística de municipios tan importantes como Tías y Yaiza, en Lanzarote. "César Manrique buscaba siempre a Fernando Higueras. Cuando empezaron las obras del Hotel Las Salinas, en Teguise, Fernando tenía visitas de obra cada diez días y debía permanecer en Lanzarote durante dos jornadas completas. Siempre se hospedaba en casa de Manrique. Una cosa es saber dibujar una idea y otra plasmarla y hacerla realidad. Tuvieron una gran compenetración, es muy difícil que dos creadores se complementen así de bien", explicó la comisaria.

Higueras cultivó varias disciplinas artísticas antes incluso de empezar a estudiar Arquitectura. Con sus pinturas, por ejemplo, ganó una Medalla de Oro de Bellas Artes en 1954, antes de ingresar en la carrera. Dos años después de finalizarla ya había ganado el Premio Nacional de Arquitectura.

Las creaciones de Higueras se caracterizan por integrarse en el entorno y por una especial querencia hacia las distribuciones subterráneas. "No hacía jardines, tal y como los conocemos nosotros. Prefería respetar la vegetación autóctona y crear a su alrededor. Las dos primeras salas de la muestra pertenecen a proyectos ideados, todos, en la década de los sesenta del pasado siglo. Sin embargo, si les echamos un vistazo, podían haber sido todos diseñados hace apenas unos. Tal es la vigencia de su obra, que está hoy más viva que nunca", añadió Botia.

El recorrido, cronológico y acompañado de abundante información y documentación audiovisual, se organiza en torno a seis periodos temporales que se dividen en función de las distintas colaboraciones que hizo. En este sentido, hay dos momentos que marcarán su creación. El primero, entre los años 1963 y 1969, con la incorporación de Antonio Miró a su estudio. El segundo, comprendido entre 1979 y 1987, con la llegada de Félix Candela, que se incorporó al equipo tras su exilio, primero en México y después en Estados Unidos.

Esta muestra de TEA acerca a la obra de uno de los arquitectos ?españoles más importantes de la historia.