Tras meses de cierres y vacío cultural, la sociedad tinerfeña asiste estos días a nuevas aperturas y regresos esperados. Dentro de la actividad que desarrolla TEA Tenerife Espacio de las Artes, uno de los programas más queridos es el MiniTEA, dedicado a los más pequeños de la casa. Ayer, por fin, sus puertas volvieron a abrir al público. El regreso de este espacio expositivo pensado a lo grande para los más pequeños llega acompañado, además, de un cambio de ubicación.

"Vuelve MiniTEA y además lo hace en un nuevo espacio", celebró ayer el director artístico de TEA, Gilberto González. Parte de su proyecto para las instalaciones dependientes del Cabildo de Tenerife cuando accedió a la dirección incluía la reorganización de la planta alta del edificio. "Queríamos establecer un diálogo más fluido entre la zona de la colección y los espacios donde hacemos los talleres, por ejemplo", explicó.

La nueva exposición de este centro de arte contemporáneo se titula Colorín colorado y estará disponible para su visita en horario de lunes a domingo de 12:00 a 20:00 horas. Este nuevo MiniTEA forma parte de una nueva concepción espacial de las salas de TEA "más amplio y autosuficiente" donde los movimientos son más fluidos y las conexiones entre los diferentes ámbitos más fáciles.

Trece obras que forman parte de la colección permanente de la sala forman parte de Colorín colorado. Tal y como detallaron los responsables de TEA, la muestra aborda "el papel fundamental del color en la historia de las representaciones, su uso simbólico a través de la historia del arte, el origen de los pigmentos, el círculo cromático y su relación con la luz".

"La idea es introducir ideas sencillas pero fundamentales a la hora de entender el arte a partir del siglo XX. Es un momento en el que uso de los colores ya no está tan limitado por lo figurativo y se relaciona con otros aspectos, con lo psicológico", recordó González, que reconoce que MiniTEA no tiene por qué ser un espacio limitado solo a los más pequeños de la casa o a un público familiar. "Al final todos podemos aprovechar este tipo de visitas para reparar en cuestiones que quizás se nos pasan por alto", añadió.

Esta muestra colectiva cuenta con piezas de artistas de la talla de de Gonzalo González, Stipo Pranyko, Thomas Ruff, Juan Hidalgo, Pilar Gómez Cossío, Rinaldo Paluzzi, Alicia Borges Trujillo, Pedro Garhel, Ernesto Deira, Antonio Suárez, Luis Palmero y Malakeh Nayini. Una de las partes más llamativas es que esta propuesta de MiniTEA da continuidad al espacio de la colección. Colorín colorado estará disponible para su visita hasta el próximo 11 de octubre y, por el momento, las limitaciones de acceso derivadas de las medidas sanitarias para evitar los contagios de Covid-19 son las mismas que en el resto de las instalaciones. "El acceso con mascarilla es obligatorio y no pueden permanecer más de cinco personas en cada sala. Nuestro personal está muy atento y se puede gestionar con facilidad", aseguró González.

Ayer al mediodía abrieron solo dos espacios de MiniTEA, los dedicados a la exposición o MiniExpo sobre el color. El tercer ámbito, conocido como MiniTaller, permanecerá cerrado por ahora debido a las medidas sanitarias preventivas. Este es el espacio donde se ofrecen las actividades para los más pequeños, talleres "dedicados a la experimentación plástica y a la creación libre". No obstante, el responsable de TEA aseguró que el Departamento de Educación, liderado por Paloma Tudela, espera poder volver a reactivar estas actividades en un plazo de un mes, aproximadamente. "Tenemos limitados los talleres por el momento pero estamos estudiando ya cómo podríamos hacerlos y es posible que los organicemos con cita previa", dijo el director artístico.

El MiniTEA se ha convertido en uno de los espacios más especiales de TEA, una auténtica cantera de amantes del arte que empieza a dar ya sus frutos. "Es una forma de crear público y nos pasa mucho que chicos que vienen y que están estudiando Bellas Artes nos dicen que, de pequeños, ellos venían al MiniTEA", indicó el responsable artístico de la institución insular.

El pasado 20 de junio, TEA inauguró otra exposición titulada El sauce ve de cabeza la imagen de la garza, que estará disponible para su visita hasta el próximo 4 de octubre. Comisariada por Catalina Lozano, explora las construcciones del paisaje como imágenes naturalizadas, "como un lugares en los que las nociones de naturaleza y cultura convergen y visibilizan el tránsito entre ambas, evidenciando a menudo las relaciones entre sus aspectos técnicos e ideológicos". Utilizando la idea de ruina como una herramienta, esta muestra reúne una serie de obras que proporcionan una oportunidad para "reflexionar críticamente sobre una ?serie de transacciones económicas, materiales y culturales típicas de la era del capitalismo y el colonialismo y sus rastros visibles, así como sus implicaciones invisibles".