El nacimiento de un movimiento asociativo hay que recibirlo como una buena noticia. Más aún cuando por primera vez, superando pleitos insulares, rivalidades y competitivas luchas de mercado, las empresas que se dedican a la actividad del ocio nocturno en Canarias se han constituido en una sola voz que bajo el lema #ocioresponsable demanda soluciones. "En pocas semanas se han multiplicado los adscritos a este movimiento", decían, además de poner el acento en que se trata de "una estrategia netamente regional". Así reza el manifiesto colectivo que hicieron público en la mañana de ayer en la sala 3 del Espacio Aguere Cultural de La Laguna, la ciudad que, sin lugar a dudas, mejor ha sabido siempre conciliar el encuentro entre los isleños.

Allí estaban, luciendo una camiseta negra con el hasthag alusivo y comprometido, propietarios de pubs, discotecas, salas de conciertos o terrazas de verano, grandes, medianos y pequeños, llegados desde diferentes puntos del Archipiélago, y todos bajo la insoportable sensación de que los han dejado atrás. "Queremos trabajar y dar trabajo", confesaban a viva voz los impulsores de esta iniciativa, una firme declaración de intenciones después de cuatro largos meses de agonía e incertidumbre, tras vivir, con el corazón en un puño, las progresivas fases y tiempos de la desescalada.

El pasado 10 de junio solicitaron por escrito al Gobierno de Canarias constituir una mesa de trabajo para abordar una hoja de ruta, pero aseguran no haber recibido respuesta alguna. Sí han mantenido encuentros con responsables de dos grupos de la oposición en el Ejecutivo regional, tanto con el Partido Popular (PP) como con Coalición Canaria (CC). Pero, a día de hoy, siguen sin entender por qué razón sus negocios continúan cerrados a cal y canto, mientras el resto de empresas, las que forman el tejido productivo, empiezan a dar sus primeros pasos, aunque sea mal que bien.

El propósito que mueve a esta asociación no es el de establecer un frente de disputa y enfrentamiento sino, bien al contrario, generar un fluido canal de colaboración y entendimiento con las administraciones públicas para, de esta forma, "adoptar entre todos medidas efectivas y responsables", las que demandan los nuevos retos surgidos a causa de la pandemia del Covid-19.

Eso sí, se percibe una enorme preocupación. En el ambiente de la sala del Espacio Aguere Cultural flotaba una densa sensación de desesperanza. "Si no hay respuesta oficial tendremos que valorar otras medidas", advirtieron.

Pero, ¿cuándo abren discotecas, bares, pubs y locales de ocio nocturno? "No queremos imponer nada", subrayaron, "ni abrir de cualquier forma", sino garantizando, por encima de todo, la plena seguridad de las personas.

Como refuerzo y respaldo a sus reivindicaciones, representantes de diferentes empresas distribuidoras alentaron a la asociación a mantenerse firmes en su lucha, comprometidos con el ocio responsable, considerando que el ocio nocturno es imprescindible para la sociedad y apoyando iniciativas que supongan el arranque definitivo del sector.

Un incómodo limbo

La realidad es que se encuentran en un incómodo limbo. Tras publicarse una orden ministerial el 6 de junio, que concedía un apartado adicional en el artículo 18 por el cual se autorizaba la reapertura de locales de discotecas y bares de ocio nocturno, siempre que no superaran un tercio de su aforo, algunas comunidades, entre ellas Canarias, decidieron que era mejor no precipitarse y aplazaron la aplicación de la medida.

Una vez finalizado el estado de alarma, le corresponde ahora a cada comunidad autónoma establecer las medidas de prevención e higiene que deberán cumplir estos recintos.

Al ocio se le hace de noche.