El proyecto del largometraje de animación Winnipeg, el barco de la esperanza relata la odisea que vivieron 2.400 refugiados españoles exiliados en los campos de concentración franceses, quienes en las postrimerías de la Guerra Civil española decidieron cruzar el Atlántico a bordo de un vapor rumbo a Chile, en busca de la libertad, la dignidad y la esperanza.

Aquella iniciativa fue liderada por el poeta chileno Pablo Neruda y su segunda esposa, Delia del Carril. En tierra francesa, a la orilla de una Europa que veía acercarse el comienzo de la trágica Segunda Guerra Mundial, el poeta agitaba su pañuelo en señal de despedida, acaso consciente de que ese viejo barco cargado de derrotados de la República era su mejor y más bello poema.

La partitura de esta emocional historia contiene las notas del compositor tinerfeño Diego Navarro. Se trata de un proyecto ya anunciado, pero el estreno está previsto para 2023, coincidiendo con el 50 aniversario de la muerte del poeta Pablo Neruda.

Se trata de un trabajo "deseado y querido", impulsado por el productor ejecutivo Toni Marín Vila, basándose en las historias gráficas de la canaria Laura Martel. "Al descubrirlas entendió de inmediato la enorme potencia de una historia que es muy desconocida para el público", subraya Navarro.

El embarque del compositor en este particular viaje llega por lo afectivo. "Cuando conocí a Toni Marín hicimos muy buenas migas y, a partir de aquel encuentro, se puso de manifiesto que entre ambos ya latían unas ganas enormes de trabajar juntos".

A Diego Navarro, el género de la animación no le resulta ni desconocido ni tampoco ajeno a su pulso musical. Y es que, en el fondo, siempre ha mantenido despierta su alma de niño. "Es un género que me fascina, aún siendo uno de los más complejos en este oficio. Desde el punto de vista creativo no existen límites. En la animación se puede contar todo aquello que quiera ser contado".

El primer largometraje de animación en el que intervino fue Puerta del tiempo (2002), nominado a los Goya, al que siguió Atrapa la bandera (2015), sin duda uno de los grandes éxitos de su carrera, que logró el Goya. El tercero es Winnipeg, el barco de la esperanza y hay un cuarto en fase de desarrollo, pero del que aún no puede desvelar la partitura. Entre sus dedos, las melodías navegan y vuelan como la imaginación. "En los largos de animación hay mucha música, más compases de los que son habituales en el cine real". Es, sin duda, un elemento sustancial que acompaña las historias y las anima.

En su carrera, el tema de las contiendas y los enfrentamientos ha estado muy presente. Lo fue en Oscar, una pasión surrealista, con la Segunda Guerra mundial de fondo ; Pasaje al amanecer, narra la historia de un fotoperiodista en la guerras de Irak, y El fotógrafo de Mauthausen, sobre el campo de concentración nazi.

Durante el confinamiento, Diego Navarro ha aprovechado el tiempo para lanzar dos proyectos discográficos en plataformas digitales: la banda sonora del documental Palabek (Refugio de esperanza) y la reedición de la música del largometraje Oscar, una pasión surrealista.

A manera de adelanto, define Winnipeg como "una belleza de historia, con pasajes tiernos y duros: muy emocional".