¿Sabe que su corto será probablemente el primer rodaje de ficción canario tras la crisis del coronavirus

En realidad, el proyecto estaba previsto desde antes. Esto es un encargo que me ha hecho un actor suizo que conocí hace diez años en Los Ángeles. Llevamos trabajando varios meses ya en rodarlo. Más o menos teníamos pensado rodar a finales de junio y lo que hemos hecho es adaptar el guión y las circunstancias, a todo lo que hemos vivido. Aunque, paradójicamente, la historia sí que tenía muchos elementos en común entre lo que estaba escrito con lo que nos encontraremos finalmente.

¿Nos puede adelantar una breve sinopsis?

Es la historia de un personaje que llega a un lugar, un hotel, y que se siente sólo. Habla de eso, de la soledad, de ese vacío tanto emocional que se puede captar tanto en personaje como del propio espacio que le rodea. Está en un lugar un poco vacío. No quiero contar mucho pero por ahí iría la historia. Es una mezcla entre Antonioni, Kaurismäki y tiene también sentido del humor. O al menos pretendo que lo tenga. Hay humor surrealista y extrañeza, es como mirar un poco la realidad que vamos a vivir, esta nueva normalidad, con cierta extrañeza.

¿Y qué ha tenido que cambiar en la cinta para adaptarse a esto que llaman nueva normalidad?

A nivel creativo he introducido pequeños detalles. De hecho lo estoy haciendo todavía porque sigo trabajando en el guion, he introducido el uso de mascarillas y el tema de la higiene, por ejemplo. Es muy interesante porque en el guion original estaba muy presente la falta de contacto físico y de comunicación. Es un corto que habla de la soledad pero que también tiene detrás el tema del deseo hacia el otro o la otra, un deseo no consumado. En este caso no hay contacto pero al mismo tiempo hay una necesidad de tenerlo, eso lo he potenciado todavía más en esta nueva versión. Creo que va a ser uno de los rasgos fundamentales de la nueva era que vamos a vivir.

Es decir, el corto se va a adaptar visualmente y los personajes llevarán mascarillas, usarán geles hidroalcohólicos y mantendrán la distancia social...

Eso va a estar, por supuesto.

¿Se planteó en algún momento parar el rodaje y esperar un tiempo para hacerlo?

Las circunstancias se han dado así. Justo íbamos a rodar en estas fechas. La historia coincidía además más o menos con el contexto y la hemos adaptado y también estamos dejándonos llevar por lo que descubrimos. Ahora he pensado mucho haciendo este corto, en el neorrealismo italiano, por ejemplo. Me acuerdo de Rossellini cuando hizo Camaradas. Iban al lugar de los hechos durante la liberación de Italia de los nazis y con lo que iban encontrando se inventaban la ficción. Me gusta pensar un poco en ese espíritu de hacer cine en esta película.

Hacer cine sobre la marcha, con las circunstancias que rodean, a usted le gusta la aventura...

(Risas) Me encanta; es lo más sugerente del cine: arriesgarse y lanzarse a la piscina.

Me interesan dos nombres: el del actor que le encarga el proyecto y el del futuro corto.

El corto se va a llamar, en principio, Temporada baja. Aunque eso todavía no está totalmente cerrado aún. El actor se llama Nicola Pedrozzi, es suizo. Ahora estamos metidos en algo que nos apetece mucho, el casting. Buscamos un actor de entre 40 y 50 años y de rasgos expresivos, canario, con personalidad... No tiene que ser necesariamente actor, esto debo matizarlo. Puede ser cualquier persona, estamos abiertos a cualquier tipo. Creemos que también es una oportunidad para personas que se hayan quedado en Ertes, porque el trabajo es remunerado. También buscamos a una chica de entre 20 y 30 años, gentil, afable y puede ser extranjera porque sería para el rol de recepcionista. Invito a que se presente cualquiera, incluso las recepcionistas de verdad que se hayan quedado en un Erte pueden aprovechar y presentarse. Estamos recibiendo bastantes candidatos y estamos muy contentos por ello, dentro de la dificultad que entraña siempre hacer un casting. Quiero que la película tenga un punto humanista. Dentro de la sensación extraña que va a tener, quiero que tenga sentido del humor y un lado humano, un cierto espíritu humanista con el mundo. No quiero contar una historia decadente.

Está esta semana terminando de cuadrar las localizaciones, ¿dónde la va a rodar?

Puedo adelantar que se va a rodar principalmente en Ten-Bel, en un hotel. El tipo de arquitectura que tiene ese edificio me interesa mucho, es de los años 70. Es una tipología que es muy conocida y que me fascina, entra la luz natural de una forma exquisita, tiene algo del ambiente de una época que me interesa retratar.

¿Y cuándo cree que podrá estar lista para su estreno?

En principio, creo que el estreno será para el año que viene. Rodaremos ahora y esperaremos a presentarla para el próximo año. Hay que ver también cómo van los festivales porque es necesario tener en cuenta cuándo podrán abrirse de nuevo y volverá a ver actividad.

¿Ha sido complicado adaptar las habituales pautas de un rodaje a las limitaciones sanitarias actuales?

Esas son cuestiones de producción pero evidentemente vamos a respetar los protocolos con las formas de rodar tal y como están establecidas ahora. Por ejemplo, el protagonista es extranjero y tiene que venir de fuera. Hemos tenido que ajustar las fechas a las posibilidades de su viaje, que van cambiando. La idea es estar pendientes de las noticias y ver todo lo que podemos hacer para adaptarnos.

¿Y ha sido productiva esta cuarentena para usted? Me refiero en la vertiente creativa.

He estado escribiendo mi nueva película, un largometraje. También estuve trabajando en este corto, pero menos. En realidad todo se retomó hace como dos semanas o tres, cuando vimos la posibilidad de que ya se iban a poder llevar a cabo rodajes. En cuanto nos enteramos hablamos con Nicola, el actor suizo, consultamos con la localización y decidimos ponernos manos a la obra. Estoy muy contento porque la mayoría del equipo que va a participar es gente de Tenerife o de Las Palmas y eso me hace muy feliz. Trabajar con gente de aquí en este momento de incertidumbre me hace mucha ilusión.

¿Cuánto durará?

Entre cuatro o cinco días, calculamos. Lo que más me preocupa ahora es encontrar a estos dos personajes.

¿Cree que la pandemia cambiará la forma de hacer cine de forma definitiva?

No lo sé. Lo que sí creo, y es una intuición, es que las películas que se hagan a partir de ahora serán muy interesantes. Esta circunstancia que hemos vivido va a dejar un pozo en la sociedad en su conjunto pero también en los creadores también. Hay un nuevo enfoque para las historias que contar y nuevas experiencias. Más allá del relato oficial, hay muchas experiencias -quizás incluso inconscientes- que más adelante se verán reflejadas en películas. Pienso que va a haber una época de buenas películas. ¿Que cómo se harán? Yo solo espero que esto no se convierta como en la crisis de 2008, que se corten ayudas públicas y se corte el apoyo en cine. Sobre todo en Canarias, ahora hay una generación increíble y sería una lástima. Creo que no va a pasar pero sí que deseo que aquello no se repita.