La escritora Ingrid Chabbert da el salto de la literatura infantil al cómic adulto con esta historia, un drama personal en el que cuenta cómo sufre un aborto involuntario e intenta reconstruir su vida desde entonces. Con un estilo muy centroeuropeo por parte de Carole Maurel que incluye diálogos mínimos, pasajes muy poéticos en forma de sueños, continuos flasbacks, y un colorido suave y tranquilizador, Chabbert enfoca la historia, además, desde el prisma de su lesbianismo y de la fría rutina hospitalaria con un resultado cercano a Bastien Vivès.