La presidenta de la Asociación de Libreros de Santa Cruz de Tenerife, Remedios Sosa, ha reclamado este viernes a las administraciones un plan específico para reactivar el sector porque, ha advertido, algunos establecimientos con el cierre de actividad están "a cero ingresos".

Remedios Sosa ha indicado en declaraciones a EFE que, en general, tanto las librerías como las editoriales están pasando un período "tremendamente difícil" debido a los recortes aplicados al ámbito de la cultura, la más castigada desde la anterior crisis económica. Si a esta situación se añade el cierre de actividad establecido por el decreto del estado de alarma, añadió Sosa, la impresión es que este periodo traerá "bastantes consecuencias" a las librerías que permanecen abiertas y que tienen menores posibilidades de hacer frente económicamente a esta suspensión de actividades.

Entre otras dificultades que afronta el sector se encuentra la suspensión de las ferias del libro y por lo tanto, de la posibilidad de recuperar ingresos. En opinión de la presidenta de los libreros de Santa Cruz de Tenerife, cuando gobierna la derecha "siempre ha querido acabar con la cultura" y cuando lo hace la izquierda "no le presta atención", por lo que reclama un modelo específico de ayudas para el sector, que ya había sufrido el cierre de gran número de establecimientos.

Sosa explicó que se están recabando datos entre las librerías de la provincia para determinar cuántas han solicitado aplicar un ERTE, en una encuesta aún no finalizada, pero añadió que, de lo que le han transmitido los distribuidores, en Santa Cruz de Tenerife había diez establecimiento operativos y la mitad ha cerrado esta semana con la suspensión de actividades decretada por el Gobierno.

"Los ingresos van a ser cero porque las únicas ventas posibles son a través del comercio electrónico, del que usualmente carecen las pequeñas librerías y sólo las de mayor nivel serán capaces de gestionar esta crisis", continuó Remedios Sosa, que subrayó que este sector no está incluido entre las actividades consideradas "esenciales".

Por ello indica que, cuando acabe la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, sería necesario que los gobiernos central y canario cambiasen los pliegos de condiciones para el suministro de libros a bibliotecas, de manera que en vez de adjudicárselo al mayor comercio se reparta por igual entre todas las librerías.

Esto sería especialmente relevante en Canarias donde, tras la aprobación de la ley de bibliotecas se estipula que tiene que haber una infraestructura de estas características en cada escuela y en cada municipio, por lo que un reparto equitativo en el suministro de libros garantizaría ingresos para todas las librerías, añadió Sosa.

En cuanto a los libros de texto, la asociación pide que se reanude una medida aplicada anteriormente en Canarias y que consistía en ayudar a los padres y obligar a los colegios a que la compra de material escolar se realice exclusivamente en las librerías, y al respecto reiteró Remedios Sosa que "en épocas duras siempre es el menor el que sale desfavorecido".

Además solicitó ayudas para Seguridad Social en el caso de las librerías que demanden un ERTE, a los alquileres y medidas contra la competencia desleal que, aseveró, se sigue produciendo en un sector que ve cómo los comercios legales "se machacan a pagar impuestos y otros por ahí venden libros y no contribuyen nada".