Si existe un personaje que represente la figura del héroe, ese es sin duda Aquiles. Sus hazañas durante la guerra de Troya centran no solo el argumento de La iliada de Homero, base de la cultura grecolatina, sino también las obras de Esquilo o Sófocles. Historia y mito se entrecruzan en una biografía desmesurada, en la que la determinación del personaje por entrar en batalla lograría la derrota de su invencible enemigo, aunque su coraje en el combate sólo era comparable con su propia vanidad y ego. Y así es como aparece descrito en La cólera, la nueva obra de los Premios Nacional de Cómic, de Santiago García y Javier Olivares, que realizan una reinterpretación de la tragedia griega que enlaza con el presente de un continente en el que parece que no han cambiado las cosas desde el siglo VIII a. C.

"Canta, oh diosa, la cólera del pelida Aquiles, cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos". Así comienza la tragedia griega protagonizada por el invencible guerrero. Y es que cólera es la palabra que centra los primeros versos de la obra fundacional del continente. Lo mejor de los autores madrileños es que huyen como la pólvora de complejos y sesudos análisis literarios, mitológicos o históricos, para penetrar, con una sencillez pasmosa, en algunas de las sabias reflexiones que Homero introduce a lo largo de la obra. Como siempre, una de las funciones más importante del cómic como arte es conseguir convertir lo complejo en sencillo.

"Probablemente algún aedo escribirá una canción de estas batallas contando estas miserias como algo noble para convencer a los desgraciados de su época para que se metan en otras mierdas como esta", afirma un elocuente Diómedes entre el contingente aqueo que regresa de uno de los ataques. O "¡La vida es tan corta! ¡Quien no tiene piedad para sí, tampoco la tiene para los demás!", declama la hermosa Penélope a un Ulises desfallecido tras el largo y laboriosos viaje de regreso a Ítaca donde tuvo que luchar incluso por desposarla.

Pero la obra de García y Olivares va mucho más lejos. Ambos autores convierten el clásico en un trabajo original e innovador que presenta dos historias superpuestas. Así, tanto el inicio como el final de La cólera reflejan los pasajes originales del drama original con el estilo siempre angular y expresionista de Olivares y con similitudes con el arte griego, que incluyen grandes planchas que reflejan tanto las batallas como el estilo de vida de la época. Pero la parte intermedia es un viaje del propio Aquiles a la actualidad, con un estilo mucho más minimalista y austero, donde el héroe es una persona asustadiza que vive el conflicto de los refugiados. García y Olivares logran el mismo nivel de su celebérrima Las meninas en esta interesante y fresca incursión en la base de la cultura occidental.