La historia del cómic ha generado la aparición de grandes dúos artísticos entre guionistas y dibujantes que se si bien se juntaban en principio para realizar alguna colaboración concreta, acabaron convirtiéndose en sellos de calidad y sus trabajos en sinónimo de obras maestras. Ejemplos de este tipo los hay a centenares como Jerry Siegel y Jose Schuster (creadores de, nada menos, que Superman), Stan Lee y Jack Kirby (Los Vengadores, La Patrulla X, Los 4 Fantásticos), Brian Azzarello y Eduardo Risso (100 balas, Moonshine, Spaceman), Ed Bubraker y Sean Philips (Criminal, Incógnito) o Tom King y Mitch Geralds (El sheriff de Babilón, Mr Milagro). A todo ellos tenemos que sumar ahora obligatoriamente el de Jeff Lemire y Dustin Nguyen porque, a pesar de que el guionista canadiense haya colaborado con los ilustradores más importantes de los últimos veinte años, y él mismo sea un dibujante más que sobresaliente, parece que ha encontrado en el artista de origen vietnamita el vehículo perfecto para sus grandes creaciones.

Y todo se plasma de una manera especialmente brillante en este primer volumen de Ascender que es, ni más ni menos, que la continuación de la maravillosa Descender, una saga de ciencia ficciòn de una belleza arrebatadora que reflexiona acerca de la complicada interrelación entre hombres y máquinas que casi acaba con el exterminio mutuo hasta la llegada del personaje principal, un androide llamado Tim-21, encargado de arreglar semejante desaguisado.

Y todo con la misma profundidad filosófica que caracterizaba a pioneros en este tipo de literatura como Isaac Asimov o Philip K Dick. Pero lo que más llamaba la atención de Descender era el estilo pictórico que imprimía Nguyen en todas las viñetas con un trazo y un colorido agradable que imitaba claramente la acuarela.

Al prolífico Lemire que, aparte de seguir produciendo obras imprescindibles bajo su firma propia, se encuentra elaborando sagas tan seductoras como Black Hammer, Royal City o Guideon Falls, se le ocurrió realizar esta secuela en el episodio de la obra matriz en el que el autoexiliado Taladro aterriza en un planeta pantanoso repleto de vampiros, pero Ascender comienzan una década después de los acontecimientos narrados en dicha obra donde la magia ha ocupado el lugar de la maquinaria. Ahora, Mila, la hija de Andie y Effie, pasa los días explorando los bosques solitarios del planeta Sampson, e intentando escapar de las garras de los malignos discípulos de la todopoderosa vampira bruja conocida como Madre. Pero, como sus padres, Mila tampoco sigue las reglas... El trazo personal de Nguyen, que vuelve a utilizar colores suaves, garantiza una lectura placentera y trepidante.