La Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife, una de las más longevas del Archipiélago, también ha quedado en suspenso por la crisis del coronavirusy haya que buscar nueva fecha para su celebración.

La feria hermana de Las Palmas de Gran Canaria ya ha hecho lo propio y ha anunciado que se celebrará en octubre. "No tenemos nada decidido porque nos planteamos -cuando se desató esta situación- esperar a que pasen estos primeros días de la alarma", explicó Mario Silva. "Ya estamos viendo venir que se va a ampliar, es muy probable que terminemos aplazándola pero no hemos querido tomar una decisión porque la tenemos muy avanzada. El 80% del programa está prácticamente cerrado", añadió.

Pese a las circunstancias, desde la feria son optimistas porque podrían concretar los trámites que quedan -algunos son los traslados y los hoteles- en poco tiempo. Además, tampoco habían anunciado fecha hasta ahora y eso les ofrece un buen margen para manejar los cambios. "En su momento lo anunciaremos porque tampoco es bueno aventurarse a poner otra fecha, preferimos dejarlo en el aire", dijo Silva. "Se está pasando todo para octubre, como es el caso de la Feria de Madrid, y nos vamos a ver ese mes con un montón de eventos", detalló.

La celebración de la feria depende mucho, también, del calendario escolar. Los libreros, el corazón de la feria santacrucera, deben afrontar la campaña de septiembre y eso deja poco espacio para otras actividades.

Tampoco se sabe bien qué tipo de medidas piensa adoptar el Gobierno en este ámbito así que, realmente, "todo está en el aire". Silva adelantó, además, que la estructura de este año responde al formato que ha tenido en las últimas ediciones. Los responsables de la organización también alertan de que otras muchas ferias municipales de la Isla tampoco podrán celebrarse, al menos por el momento.