Para situar desde la primera línea de Tierra Salvaje el destino al que Robert Olmstead pretende llevar al lector, conviene reparar en esta frase: "Como las mujeres no poseían nada, sus vestidos no necesitaban bolsillos". El lector la hallará en el breve ensayo Lo que dejó la tierra, que completa la edición del primer título del estadounidense (1954) que se traduce al castellano. Tierra Salvaje es la historia de una granjera que se pone los ovarios por montera para salir adelante cuando, en 1873, al poco de la Guerra de Secesión, descubre el secreto que inquietaba a su recién fallecido marido: la granja no es sino un mar de deudas inabordables. Inicia entonces una aventura que la llevará a atravesar las tierras indias para buscar fortuna cazando bisontes. Y así, la lucha de una mujer libre por sobrevivir se convierte, además, en un western narrado con mano maestra.