David Jiménez (Sevilla, 1970) es un fotógrafo sevillano con más de 25 años de experiencia y varios premios en su haber. Destacan, por poner tan solo algunos ejemplos, el premio al Fotógrafo revelación en PHotoEspaña 1999, el principal encuentro para los creadores y seguidores de una disciplina artística que ha vivido muchos cambios en los últimos años. La imagen, asegura, es una poderosa herramienta. "Mirar es equivalente a pensar, miramos tal y como pensamos el mundo", explicó.

Su obra forma parte de la que es sin duda una de las mejores colecciones del Archipiélago, el Centro de Fotografía Isla de Tenerife, ubicado en TEA Tenerife Espacio de las Artes. "Es muy importante cuando la obra está en colecciones públicas o instituciones. Es una vida muy interesante para las creaciones. Además, están muy bien cuidadas y se supone que preservadas para la memoria colectiva. Es un gran honor estar en colecciones interesantes como la del TEA", reconoció el licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid.

Jiménez es muy conocido por sus publicaciones de libros monográficos. Uno de ellos, Infinito (2000) está considerado por los expertos como una obra de referencia. En su listado de creaciones destacan también Versus, publicado en 2014, y el más reciente, Au ra (2018). Jiménez vive un momento "especial" porque acaba de terminar con una intensa época de trabajo. "He estado dos años produciendo Aura y mi primera gran exposición, que he planteado como una retrospectiva. Han sido dos proyectos vitales", explicó.

Se refiere Jiménez a Universos, una muestra que estuvo en la sala del Canal de Isabel II en PHotoEspaña 2019 y que acaba de inaugurarse también en el Museo de la Universidad de Navarra, en Pamplona. Deseoso de mostrar su trabajo, Jiménez no duda en asegurar que estaría "encantado" de que esa muestra pudiera llegar también a la Isla. "Quiero moverla porque me ha supuesto un gran esfuerzo, estamos viendo a qué sitios puede ir", precisó.

"Esta exposición ha sido como un gran compendio, ha sido como sublimar lo más importante que he hecho en estos últimos treinta años", dijo. "Ha sido una fase muy de sacar hacia fuera", añadió.

Jiménez es uno de esos protagonistas culturales que ha tenido que posponer su cita con el público tinerfeño por el Coronavirus. Esta tarde tenía previsto ofrecer una charla en TEA sobre su obra y trayectoria artística. Asimismo, mañana y pasado se había organizado un taller en La Cámara titulado El corazón de una imagen. Por el momento, ambas actividades han sido aplazadas pero el fotógrafo aclara que se harán "más adelante. Este año, sin falta".

Mientras, el creador afronta nuevos proyectos con mucha ilusión. "Ahora lo que pretendo es volver a una fase más experimental y avanzar todas las cosas que tengo. Son varias ideas. Creo mucho en la parte experimental de la creación. Ahora mismo no hay un único proyecto en particular que merezca mi atención sino que son muchas líneas de trabajo y quiero darme un poquito de tiempo para ver qué puedo sacar de ahí", avanzó.

El fotógrafo disfruta hablando del proceso creativo, del significado de las imágenes y de las "capas" que tienen. "Las imágenes responden a nuestras preocupaciones interiores y pueden expresarse numerosas ideas con ellas", reflexionó. Pese a que en los últimos años las imágenes se han multiplicado de forma exponencial hasta invadir todo, Jiménez asegura no haberse sentido influido por ese proceso. "Se generan muchas imágenes pero la mayoría de ellas son estereotipadas, creo que es muy bueno que hayan muchas y que estas se usen", dijo. "También es verdad que las imágenes dicen muchas cosas pero aunque estemos rodeados de imágenes tenemos poca cultura visual. Se puede hacer mucho más con la imagen y se puede entrar en profundidades mucho mayores", enfatizó. El artista concluyó intentando sintetizar en palabras la forma en la que concibe su trabajo. "En el fondo es como una investigación visual sobre cómo miramos el mundo y sobre cómo podemos mirarlo de otras formas".