Los trabajos arqueológicos en La Fortaleza (Gran Canaria) han conseguido exhumar cuatro estructuras prehispánicas de piedras inéditas en la Isla, puesto que tienen aspecto de túmulo funerario aunque no fueron utilizadas como sepultura, pudiendo haber sido la "antesala" de un cementerio.

Según ha informado el Cabildo, en concreto, se han hallado unas construcciones complejas, de plantas y dimensiones diferentes entre sí, que tampoco presentan evidencia de que fueron viviendas.

No obstante, pudieron estar asociadas al mundo de las creencias por su parecido con otras estructuras del norte de África, que han sido interpretadas como hitos territoriales y cenotafios, es decir, una tumba vacía o monumento funerario en honor a una o varias personas.

Por su parte, el hecho de que ningún otro yacimiento de Gran Canaria cuente con este tipo de estructuras, de aspecto similar a los túmulos funerarios hallados en La Guancha de Gáldar, refuerza la idea del especial significado que pudo tener La Fortaleza de Santa Lucía para los antiguos canarios.

Doce siglos de presencia en el lugar

Esta zona fue un espacio que utilizado al menos durante 1.200 años, desde el siglo III-IV hasta el XV, y uno de los primeros lugares habitados de la isla.

Al respecto, el director de Tibicena -entidad que se encarga de los trabajos que cuentan con 54.000 euros del Cabildo-, Marco Moreno, aseguró que este tipo de estructuras arqueológicas son desconocidas hasta ahora en Canarias porque no albergan restos humanos, aunque sí podrían estar asociadas al Roque de la Fortaleza Chica, una necrópolis aborigen.

"Tenemos por primera vez estructuras ligadas al mundo de la muerte, pero sin muerto", apuntó, aunque tampoco descarta que no haya restos humanos en los alrededores porque aún faltan espacios por excavar.

Además, Moreno explicó que creen que hay otras dos estructuras similares más, por lo que ahora tendrán que ampliar la zona de trabajo. "Es posible que hubiera más en la Isla, pero al no tener muertos en el interior pasaron desapercibidas y se desmontaron", agregó.

Para el arqueólogo, estas estructuras pueden tener una función similar a la que tiene el ángel de la trompeta para la religión católica, que suele colocarse para anunciar un cementerio.

Además, comentó que no han sido expoliadas y que el cultivo de secano en la zona impidió que desapareciera este espacio, del que ya han sacado entre 30.000 y 50.000 kilos de piedras.

Por último, detalló que son cuatro estructuras de diferentes tamaños, la mayor de ellas con un diámetro de alrededor de seis metros y aclaró que las piedras no son del entorno, sino del fondo del barranco y que en su mayoría pesan entre 15 y 20 kilogramos, hecho que evidencia que numerosas personas tuvieron que ponerse de acuerdo para trasladar y tallar las piedras en el lugar.