La imagen corporativa del Centro de Arte TEA en el Monasterio de Santa Catalina de Siena, en La Laguna, se ha hecho con un premio nacional hace apenas unos días. En concreto, el proyecto que dirige Lars Petter Amundsen y que integran también Carla Garrido Puerta y José Diego Rodríguez Fuentes ha ganado el Premio Anuaria al mejor programa de identidad corporativa.

La importancia de esta distinción no reside solo en el hecho de que son unos galardones que reúnen cada año a lo mejor del diseño en España sino que, además, la iniciativa tinerfeña ha logrado la distinción de oro en la categoría a la que más proyectos concurren. Además de este premio, el proyecto que ha dado imagen por vez primera a un monasterio que lleva más de 400 años en La Laguna también ha sido seleccionado en otra categoría: la de mejor cartel. Una selección es ya un logro dada la cantidad de ideas que Anuaria recibe en cada edición.

El trabajo en cuestión fue elaborado para TEA Tenerife Espacio de las Artes, un centro de arte contemporáneo dependiente del Cabildo de Tenerife que en los últimos años ha abierto dos nuevos espacios en la Isla: el ya mencionado en el monasterio de la plaza del Adelantado y otra instalación similar en Candelaria.

El equipo de Amundsen aportó la siguiente explicación sobre su creación: "La identidad visual del monasterio esta basada en las celosías de tradición mudéjar que se ven en el edificio. El sistema de celosías les permite ver sin ser vistas. Poder traspasarla por primera vez en 400 años es la base de nuestro concepto y la idea principal del juego visual de las tramas en la mayoría de las aplicaciones gráficas del centro". Uno de los aspectos que más valora el equipo de diseñadores contratado por TEA es haber podido trabajar en la idea desde el comienzo del proyecto de creación este espacio de arte y contar con seis meses para estudiarlo y desarrollarlo. "No es algo muy habitual, muchas veces te llaman apenas una semana antes", detalló Amundsen. El trabajo de los creativos incluyó, además, varias reuniones con los responsables del equipo del centro, los historiadores y las propias religiosas de Santa Catalina.

Las características del recinto -un monasterio de clausura en el que se inaugura un museo de arte- hacen de este diseño algo muy especial. "Es cierto que al principio nos costó un poco porque se trata de algo distinto a todo lo que habíamos hecho antes", reconoció el director. "Además, yo soy Noruego y los temas religiosos son más extraños para mi. Tuve que investigar bastante", añadió. El resultado es un proyecto de premio que incluye una campaña gráfica, toda la cartelería de las instalaciones y la señalética correspondiente. El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, mostró también su conformidad con el resultado y explicó que la 'M' que aparece en el logo tiene una doble lectura. "Hace referencia a la vez a un lugar y a un museo. Quizás, lo más importante para los fieles sea que se hace referencia a la madre de dios, la Virgen María".

Además, los diseñadores trataron de captar la atención del público y los turistas con una frase reclamo: 400 años de historia. Asimismo, continúan, la cartelería para anunciar las exposiciones del Monasterio está formada por "una trama de líneas diagonales que nos hace pensar en la celosía. Un sistema visual cambiante que se ajusta según si se trata de arte contemporáneo o sacro".

Amundsen también recibió una selección en los premios Anuaria con otro proyecto, los premios de Turismo Islas Canarias. Son, concretamente, unos trofeos basados en "las siluetas superpuestas de las Islas Canarias cortadas con láser por capas en materiales varios, como polimetilmetacrilato translúcido y maderas nobles".

Asimismo, la imagen corporativa del Monasterio de Santa Catalina de Siena también fue distinguido como el mejor por el jurado de los Premios Canarias de Diseño (Dica 2019).