Entre perro y lobo (entre chien el loup) es una expresión con la que los franceses definen esa luz indecisa del atardecer que se produce cuando el sol ya se ha ocultado pero aún la noche no se ha adueñado de la tierra. Y refleja también una situación, la de quien se encuentra a mitad de camino entre la domesticación y la libertad, que es precisamente el mismo estado que sienten los tres personajes de la película del mismo nombre que hoy, martes, se estrena en la sección Forum, dedicada al cine de vanguardia, en la Berlinale.

Cuba luchó desde 1975 hasta 2002 en la guerra por la independencia de Angola y Entre perro y lobo es una película que acerca el plano al retrato de tres veteranos de aquella contienda que practican una suerte de ritual secreto: se entrenan de nuevo como los soldados que un día fueron, a la manera de los últimos guerreros de una revolución.

La directora de este largometraje, Irene Gutiérrez, una ceutí graduada de la especialidad de documental en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños (Cuba), es autora del trabajo Hotel Nueva Isla y cuenta con cortos en su curriculum.

Sobre Entre pero y lobo se refiere a la dialéctica del campesino y el soldado; la perdición y la salvación; lo doméstico y lo salvaje, "el umbral de los héroes que están ahí, en el cruce de la identidad y de los tiempos".

La idea de romanticismo late en una película que rescata la guerra de Angola, que representa en la historia de Cuba un capítulo que presente. De ahí que los protagonistas mantengan "un tono idealista por cuanto sus padres fueron protagonistas de la revolución junto a Fidel Castro. Para ellos está muy presente en su ideario".

La directora habla de jungle movie, "porque se trata de una película que está filmada en un 99% en la selva cubana", entendiendo que "el rodaje representa un viaje real y como tal, tanto conceptualmente como por el resultado de la cámara, es una película que resulta inseparable de su proceso, del momento en el que ha sido construida y filmada".

De hecho, considera que es "bastante cronológica en su edición, porque del cansancio y el tránsito del propio viaje se iba modificando aquello que se filmaba y aparecía durante ese camino, esas jornadas en la selva".

Al final concluye en que se trata de "una lucha contra la resistencia al olvido. Ellos están vivos, hicieron algo grande y están ahí".

Los tres protagonistas son amigos desde la infancia. "Late algo que resulta indiscutible y que dibuja un triángulo completo: cuerpo, mente y corazón. Digamos que forman un tándem invencible y de ahí que formen un equipo, no sólo como personajes sino en su condición de amigos".

En referencia a lo político, Irene Gutiérrez considera que la película está muy cerca de ellos. "Nos podíamos haber inclinado por un trabajo más apegado a las consignas, pero en realidad sólo suponen una excusa para acercarnos a sus rostros, que es lo que queda detrás de esas proclamas, cómo son en la vida y en su fuero interno. No nos interesa tanto el discurso político, de ahí que no sea una película de testimonios ni de entrevistas", señala.

Porque esos rostros dan cuenta "de la guerra, de estar atentos, de la fidelidad al deber y de seres humanos conscientes de sus contradicciones, de haber dejado la individualidad en un segundo plano y sacrificarse por lo que ase les pedía como generación".

A juicio de la cineasta se trata de "una película de primeros planos, que está muy cerca de ellos, apreciando unos cambios muy sutiles que sólo se dejan ver a partir de esa distancia corta", explica la directora.

Y un documento sobre la naturaleza humana, porque "los procesos de resistencia testán sujetos a episodios de flaquezas, como cada uno de nosotros puede experimentar en su vida; las elecciones personales, si sucumbir o seguir. Ellos siempre van a tomar el camino de ir hacia adelante".

A Irene Gutiérrez le hubiera encantado que esos tres héroes también hubieran participado del estreno en la Berlinale, "pero no ha sido posible por razones presupuestarias.

Eso sí, está ilusionada por presentar la película y por cómo se recibirá, por cómo se leerá fuera de Cuba y también desde la Isla.

Ella es una enamorada de Cuba. "Es mi segundo hogar y durante muchos años fue el primero, pero va a estar siempre en mi corazón como una tierra de la que me siento parte, hermosa, con personas valientes y seres humanos con muchos valores: entrega, inteligencia, belleza... Es un buen lugar para posar la mirada y hacer películas".