A Nil Moliner no le ha hecho falta publicar su primer álbum en solitario para situarse en lo más alto de las listas de éxitos del país. Ayer salió a la venta Bailando la batalla pero el también compositor catalán ya tiene en su haber dos discos de oro que demuestran que este cantante se ha convertido en un fenómeno de masas.

Visitará Tenerife el próximo mes de abril. ¿Ha estado antes en Canarias?

Nunca he estado por Canarias y la verdad es que me muero de ganas. Tengo amigos canarios y el carisma que tienen es inconfundible e inspirador. Además, estoy teniendo la oportunidad de ver los comentarios que hacen mis seguidores de las Islas y son preciosos.

Ha dado muchas pistas de su trabajo Bailando la batalla

Me gusta crear todo un mundo alrededor de esto, y claro, me encanta crear intriga sobre lo que va a pasar. Por eso decidimos dar pistas, para calentar motores.

¿Cómo definiría este álbum, Bailando la batalla

Bajo mi punto de vista es un álbum sincero, fresco, desnudo y lleno de vivencias y situaciones reales que me han pasado.

Con Hijos de la Tierra

Hijos de la tierra sin duda fue el principio de todo. Supuso mi primera gira y mis primeros singles, y sin duda alguna marcó un antes y un después en mi carrera, después de haber pasado mucho tiempo haciendo versiones de canciones de otros artistas y conciertos de batalla. Hijos de la Tierra fue mi carta de presentación al mundo.

¿Cómo afronta el éxito y la popularidad que está experimentando en los últimos tiempos?

Lo vivo bien, siempre con los pies en el suelo. Me hace mucha ilusión cuando la gente se acerca con respeto a decirme lo mucho que supone mi música para sus vidas. Creo que no hay palabras para definir eso. Supongo que la clave está en contar con un entorno familiar y un grupo de amigos muy sano.

Compone usted mismo canciones con las que transmite su buena energía, optimismo y vitalidad. ¿Tiene también días malos en los que le gustaría componer algo más pausado?

Me gusta que mi música sea optimista, puede que sea desde el punto de vista en que las escribo, pero tampoco escribo para cumplir con ese objetivo. Hago música para expresarme y para transmitir y remover cosas en los demás. He escrito canciones llorando como Déjame escapar o Soldadito de hierro.

Uno de sus temas, Sale el sol

Aunque la canción sea muy optimista, recuerdo escribirla en medio de un ataque de ansiedad. En ese momento, esa canción me salvó la vida. Fue una vía de escape para no pensar en nada más, para dejarme llevar. Me obligué a sacarme una sonrisa escribiendo. Se puede decir que la música ha sido mi salvavidas.

También ha compuesto para Eurovisión, en concreto, dos de los temas candidatos a representar a España en el festival, Que nos sigan las luces y Que nos sigan las lucesNadie te salva

Totalmente. La manera de trabajar es muy distinta. Cuando uno hace canciones para uno mismo cuesta mucho, hay que tener paciencia para que las palabras y los versos empiecen a tomar forma porque indagar en uno mismo a veces da miedo y cuesta. Por otro lado, cuando se trata de otra persona, no es el mismo proceso porque ese otro intérprete te explica qué es lo que siente o su visión de algún tema en concreto y a partir de ahí escribes. Y a pesar de todo eso, el proceso de composición de Nadie se salva y Que nos sigan las luces fue distinto, ya que presentábamos los temas hechos al equipo de Operación Triunfo y después a los artistas y a partir de ahí modificamos lo que fue necesario.

Precisamente su vinculación con Operación Triunfo

Es un formato de entretenimiento muy bueno. Me encanta que haya programas donde se hable de música, de componer, de trabajar duro y de que nada llega regalado. Al final se trata de un camino que hay que construir con cada paso y con mucho trabajo y constancia.

Comenzó en el mundo de la música en un grupo, CyBee. ¿Prefiere trabajar con una banda o en solitario?

Es totalmente distinto. En una banda de cuatro miembros lo compartes todo, el sueño es compartido con los cuatro componentes al mismo nivel: las penas, los alegrones, las buenas noticias y las malas. Ahora todo esto me afecta solo a mí, obviamente a mi equipo también, pero la presión y todo lo que suceda recae todo en mí y cuesta gestionarlo. A pesar de todo, doy gracias a todo el equipo humano que hay detrás de todo este proyecto.

También ha participado en la composición de un tema que relata la experiencia de las personas que cruzan el mar y para mostrar las injusticias sociales. ¿Entiende la música como una forma de reivindicación?

Entiendo la música como un canal de comunicación directo, sin filtros. Un canal con el que cada uno expresa eso que siente de la manera que quiera. La música es libre, o al menos debe serlo, y luchamos para que lo sea. Hay que ser consciente de que somos un altavoz para mucha gente. En ese momento, la rabia y la impotencia me hicieron escribir una canción como Tal vez, y así fue.