La productora Tinglado Film, del tinerfeño David Baute, participará en la nueva edición del International Film Festival and Forum on Human Rights (FIFDH), uno de los eventos internacionales más importantes dedicados al cine y a los derechos humanos, y que tendrá lugar en Ginebra (Suiza) entre el 6 y el 15 de marzo. El cineasta viajará a la capital internacional de los derechos humanos, junto al productor Jorge Guimerá y Valentín Romero, en busca de la financiación necesaria para finalizar su último documental, Éxodo climático.

Baute estuvo rodando hasta hace solo unos días este documental que inició su andadura hace cinco años. En palabras del propio cineasta, "se trata de una película documental de antropología visual con la que hemos realizado un seguimiento a la vida de tres mujeres en tres lugares del mundo que están siendo afectados por el cambio climático". El proyecto se inició hace más de cinco años con un proceso de investigación "para poner cara al cambio climático", afirma Baute quien añade que "se ha hablado mucho de cifras sobre este tema pero no se le ha puesto rostro al problema que sufren miles de personas en el mundo, que están obligadas a emigrar y perder su hogar".

Así, Éxodo climático narra las historias de una mujer de la isla de San Martín, en el Caribe; otra del territorio de Turkana, entre Kenia y Ruanda; y una última de la isla de Ghoramara, al sur de la India. En el caso de San Martín, esta población se enfrenta a huracanes que son cada vez más frecuentes y de mayor intensidad. Tras el paso de Irma, en 2017, gran parte de la población emigró, pero la protagonista de esta historia no se ha podido ir porque no tiene su documentación en regla -al igual que buena parte de los habitantes de la Isla- y ha tenido que permanecer desde entonces junto a su familia mientras soluciona este trámite.

Baute relata que, en Turkana, con el aumento de la temperatura y debido también a las escasas lluvias, la zona se ha secado, lo que está obligando a millares de personas a trasladarse a ciudades como Nairobi. "Están perdiendo toda su vida porque son nómadas que viven con ganado y hasta ahora tenían pozos de agua para ellos y sus animales pero ahora los pocos pozos que tienen agua son objeto de unas luchas terribles. Quien tiene el agua tiene la vida", relata el cineasta tinerfeño.

Por último, en el caso de Ghoramara, se relata la historia de una isla que hace 30 años tenía una superficie de 50 kilómetros cuadrados y en la actualidad casi no alcanza los cinco kilómetros cuadrados. La población ha pasado de contar con 60.000 personas a que en la actualidad no lleguen a las 4.000. Baute precisa que el problema no solo se encuentra en la subida del nivel del mar sino también en el deshielo del Himalaya: "Se espera que en 15 años la Isla haya desaparecido y toda la población se tendrá que trasladar al continente".

Tras el rodaje del documental, el tinerfeño reflexiona: "Esta gente quizás ha sido la más sostenible a lo largo de la historia y son los que están pagando el problema que hemos creado en el primer mundo". Baute afirma que se trata de "historias dramáticas" y por eso han decidido realizar un documental observacional en el que la intervención del equipo de grabación ha sido mínima. Así, se realizó un seguimiento a estas tres mujeres durante dos años en los que se han producido "situaciones complicadas" ya que se trata de poblaciones cerradas en las que se ha introducido este equipo de rodaje cuyo principal objetivo era "no desestabilizar el día a día de nuestras protagonistas".

El director de este proyecto cinematográfico explica que el motivo por el cual decidieron dar forma a Éxodo climático alrededor de tres historias protagonizadas por mujeres es que "ellas se enfrentan a mayores problemas en lo que se refiere a las migraciones climáticas porque tienen que arrastrar a toda la familia. Por lo general, los maridos se van antes para buscar trabajo y ellas se quedan en casa cuidando a la familia y luego la tienen que conducir al nuevo lugar, por lo que el drama es mayor". A pesar de la distancia geográfica, las tres historias se entrelazan hasta mostrar que "estas personas no saben a qué se debe el cambio climático y llegan a creer que es un castigo divino", afirma Baute.

Problema mundial

Las principales organizaciones mundiales estiman que, en 2030, el cambio climático será la primera causa de migración en todo el planeta. Y, a pesar de ello, familias como las que se retratan en Éxodo climático no conocen los motivos de este futuro incierto. "A pesar de que hemos intentado explicarles a qué se deben estos cambios en la naturaleza, no lo comprenden del todo porque no se creen que, por mucho que contaminemos la atmósfera, eso causará la subida del nivel de mar, la desaparición de una isla o que los desiertos ganen en extensión, y siguen echando la culpa a sus gurús", relata Baute.

El tinerfeño reconoce que en trabajos como este "es difícil parar de filmar porque no tenemos claro cuándo queremos que terminen las historias". En este caso, los relatos de estas tres mujeres finalizan cuando abandonan su hogar rumbo a su nuevo destino. "Hasta ahora, la historia de la migración se ha contado desde que las personas llegan a un nuevo lugar pero nosotros estamos contando el inicio, donde radica el problema de todas esas personas que sufren un cambio dramático a pesar de su respeto por la naturaleza", afirma Baute.

El FIFDH reúne a ONG, cineastas, representantes de los medios de comunicación y de la Universidad de Ginebra que podrán conocer este proyecto cinematográfico y apoyarlo económicamente para garantizar su postproducción y su distribución. De lograrlo, Tinglado Film espera poder estrenar este trabajo, en la que también participa equipo de México, Alemania o Portugal, entre otros, el próximo mes de mayo.