El Festival y Mercado Internacional de Cine Documental MiradasDoc pone hoy el punto final a esta edición con una gala de clausura que tendrá lugar en el Auditorio de Guía de Isora a partir de las 20:00 horas. Será el momento en el que se conocerán y entregarán los premios de la sección oficial: largometraje, cortometraje, ópera prima y nacional. En la jornada de clausura también se reconocerá la trayectoria del director, guionista y productor colombiano, Luis Ospina (1949-2019) que, este año, recibe a título póstumo el premio Mirada Personal del Festival.

MiradasDoc ha proyectado durante esta edición obras del autor: tres largometrajes La desazón suprema: retrato incesante de Fernando Vallejo (2003), Todo comenzó por el fin (2015), Oiga Vea (1972), Un tigre de papel (2007) y Agarrando pueblo (1978). De hecho, estas dos últimas se proyectarán esta tarde a las 15:00 y a las 18:00 horas respectivamente.

Luis Ospina nació en la ciudad de Cali el 14 de junio de 1949. En su haber, cuenta con más de treinta títulos, la mayoría del género documental, de diferentes épocas y formatos, desde el Súper 8 al vídeo digital. "Creo que mi verdadera vocación ha sido el documental", reconoció Ospina en una entrevista.

Fue cofundador de la revista Ojo al Cine, proyecto que creó junto a Andrés Caicedo, Carlos Mayolo y Ramiro Arbeláez. Este fue el cimiento de lo que se conoce como el Grupo de Cali o Caliwood, el grupo de artistas que renovó el cine colombiano en la década de los setenta, una de las generaciones más brillantes de la cultura colombiana.

A partir de aquí comenzaría una producción constante que le llevaría a dirigir largometrajes de ficción como Pura Sangre (1982) y Soplo de vida (1999); cortometrajes como Acto de fe (1970) y Agarrando pueblo (1978). Dirigió documentales, entre ellos, Andrés Caicedo: unos pocos buenos amigos (1986) y Un tigre de papel (2007).

El cineasta colombiano tuvo reconocimiento no solo en el ámbito nacional sino que también fue premiado en diversos festivales internacionales como Oberhausen, Biarritz, La Habana, Sitges, Bilbao, Lille, Miami, Lima, Caracas y Toulouse. Sus críticas y crónicas estuvieron en Ojo al Cine, Kinetoscopio, El Pueblo, Cine, El Malpensante, Número y Cinemateca. Su última película, Todo comenzó por el fin (2015), se gestó como un recorrido de su pasado y trayectoria cinematográfica y acabó plasmando su realidad presente: la de la lucha contra el cáncer, que le llevó a la muerte el pasado septiembre de 2019.

Mientras, el directro del Festival Internacional de Cine Documental de Ecuador, Alfredo Mora, habló ayer de la lucha por conseguir que el género llegue al gran píublico. Mora participa como jurado en MiradasDoc y explicó que en Ecuador hay un grupo de cineastas que está trabajando para impulsar que el cine documental pueda llegar al gran público. Pero ese paso no se va a dar si no existe una injerencia pública en la organización del mercado audiovisual, aclaró.

"El cine documental ecuatoriano se enfrenta al hecho de que somos capaces de producir pero hay un problema y es dónde verlo", señaló Mora. "Ahora se puede ver en nuestro festival pero el cine tiene que dar el paso lógico de ser exhibido en salas comerciales y televisiones ecuatorianas", añadió.

Para el cineasta, productor y programador, el cine documental siempre es crítico y ofrece una visión del mundo que contrarresta lo que generalmente llega del gran panorama imaginario al cual estamos "enredados todos los días".

MiradasDoc entregó este jueves los premios Afrolatam en una edición que contó con seis proyectos seleccionados provenientes de Kenia, Brasil, Colombia, Cabo Verde, Francia y Canarias. Desde el Festival y Mercado Internacional de Cine Documental se continúa animando la coproducción afrolatina incubada desde el propio sur y es Canarias el espacio de fusión entre estos dos continentes.

David Baute, director de Mercado explicó que "con Afrolatam, se ha creado una alianza de festivales, distribuidoras y televisiones con el objetivo de impulsar el desarrollo de documentales entre ambas regiones, fomentar la colaboración entre sus profesionales y potenciar la apertura a nuevos mercados internacionales". Durante dos días, los responsables de los proyectos tuvieron la oportunidad de perfeccionar sus trabajos gracias a un taller impartido por la experta Claudia Rodríguez (Ceo Preciosa Media).

Ulises es africano se hizo con el Premio MiradasDoc, que incluye la asesoría al desarrollo y la internacionalización a lo largo de un año a cargo de Claudia Rodríguez. El Premio Docsp, un pase para dos personas para el Mercado, fue para A bomb for Pan Africa (Kenia). Esta cinta también se hizo con el Premio Durban y el Premio Diáspora Lab. Ulises es africano también repitió galardón al hacerse con el Premio Docxm.