Es una máquina perfecta para fabricar deliciosas obras de orfebrería pop y una de las formaciones más longevas de entre todas las bandas surgida en Inglaterra en los últimos cuarenta años. Se trata del Conjunto Monocolor, un grupo aparecido en el Londres de 1978, en plena marejada punk, que durante las cuatro últimas décadas ha deleitado a los amantes del pop de lujo con una discografía apasionante. Aún así, la formación se mantiene dentro de los circuitos de la música de culto actuando en salas de pequeña capacidad por Europa, pero satisfaciendo a los oídos más exigentes.

Realmente, y como todas las buenas bandas del planeta, el sonido del cuarteto resulta completamente inclasaficable. Porque si bien comenzaron como una de las formaciones más destacadas del postpunk en su debut ( Strange Boutique) pronto fueron derivando en su quince trabajos posteriores por estilos que iban desde el pop ortodoxo británico ( Eligible Bachelors) al blues oscuro ( Trinity Road), pasando por el soul contemporáneo ( Super plastic city) o la New Wave ( Maisieworld). Imposible, por tanto, realizar una síntesis de su carrera, pero su sofisticación los asemeja a Pulp, The Divine Comedy y Belle & Sebastian. Actualmente, el grupo está formado por Ganesh Seshadri Bid, Andy Warren, John Paul Moran y Mike Urban. Es la última remodelación de sus componentes, hecha en 2010, ya que la formación se ha disuelto y reaparecido en dos ocasiones y, entremedias, se ha producido la constante entrada y salida de músicos.

En este nuevo trabajo el grupo retorna a su sonido clásico de los ochenta con alusiones a grupos contemporáneos suyos. De este modo, la banda exhibe ciertos aires a Psychedelic Furs en la incial Rest, unquiet spirit, que da paso a un Throw it out the window con un ambiente a lo Prefab Sprout, pero que resume perfectamente la esencia de la banda británica, mientras que en Eux tous se acerca más a los Spear of Destiny.

Por otro lado, los aires de un western con la épica de Ennio Morricone salen a relucir en la magnética My little reliquary. Algo parecido ocurre con el tono a lo Johnny Cash de Summer of the demon. Un disco rico en detalles que gana con cada escucha.