"Año 2120. Madrid. La vida en la gran ciudad se ha convertido en una lucha de clases. Arriba o abajo, esa es ahora la diferencia". Con esta frase introducen sus creadores la cinta que el pasado 25 de enero se hizo con el Premio Goya al Mejor Cortometraje de Animación: Madrid 2120. Se alzó con la estatuilla tras superar a las otras nominadas de la noche de la fiesta del cine español: El árbol de las almas perdidas, de Laura Zamora, Homomaquia, de David Fidalgo, y Muedra, de César Díaz.

El galardón alcanzado en esta 34 edición de los premios de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España viene precedido de otros muchos logros. Se habían propuesto llegar a lo más alto con una producción nacida de la creatividad de los alumnos de Lightbox Academy. Al frente de la dirección, dos profesionales consagrados: Paco Sáez y José Luis Quirós. Lo lograron, y en el equipo que figura también un joven tinerfeño, Josemi de Alonso. "Ha sido un viaje curioso", reconoce el guionista, que encara sus nuevos proyectos con la sorpresa aún metida en el cuerpo pero con el firme convencimiento de que en Canarias hay mucho talento en este campo y que si se siguen explorando sus posibilidades habrá en breve nuevas y bonitas noticias como la que protagoniza él con este Goya.

El equipo que ha hecho posible Madrid 2120 está formado por 160 personas. Son, por tanto, 160 nuevos profesionales de la industria de la animación los que compartirán el honor de haber ganado el famoso busto del pintor y grabador español. Terminaron de producirlo en agosto, apenas 15 días antes de que concluyera el plazo de inscripción para los galardones. Lo lograron, consiguieron entrar en la edición de este año y sin duda valió la pena. La participación de De Alonso fue, en cierto sentido, un poco casual.

Su trabajo en la producción ganadora ha consistido en hacerse cargo de los diálogos y de la voz en off. "Yo estaba estudiando animación, tengo formación como guionista y hace unos años empecé a escribir para el sector", recordó esta semana el santacrucero. Sus primeras experiencias en este campo llegaron de la mano de una serie internacional que se llama Treasure Trekkers. Esta producción infantil cuenta las aventuras de tres héroes: Mo, Mac y Mip, nuevos agentes de Quest Ventures. Su misión, tal y como recoge la página web de la serie, es la encontrar y guardar preciosos tesoros por todo el mundo.

"Me gustó mucho el mundo de la animación y me dije que sería bueno estudiarlo más a fondo", explicó. De ahí que tomara la decisión de unirse a uno de los mejores centros formativos del país, la Lightbox Academy. Es una escuela de artes digitales que se inauguró en Madrid con la intención de formar a los profesionales que trabajarán luego en los mejores estudios de animación, cine y agencias de publicidad.

"Allí estaban haciendo el cortometraje de Madrid 2120 e hicieron una proyección", continuó el tinerfeño con su relato. En ese momento, el corto estaba prácticamente terminado, al menos las animaciones. De Alonso acudió a esa proyección como muchos de sus compañeros y se encontró con que los responsables del filme estaban planteándose darle un giro final a la historia. "Habían planeado hacerlo más o menos mudo pero, de repente, se plantearon que quizás se podía buscar un añadido: algo para coronarlo", aseguró. Ese contenido extra con el que terminar de rematar la historia bien podían ser unos diálogos y De Alonso no dudó en ofrecerse para colaborar. "Les dije que tenía esa experiencia como guionista y que si querían podía hacerles una propuesta. La verdad es que Paco (Sáez) fue muy amable y me dijo que adelante", indicó.

Para acompañar esas imágenes, el creador tinerfeño se planteó muchas opciones. Finalmente, optó por escribir unos diálogos que, a través de una voz en off, llevaran a los espectadores a conocer lo que los personajes habían vivido la mañana en la que comienza la historia. "Hacer una voz en off que fuera explicativa de lo que se estaba viendo, de lo que estaba pasando en la pantalla, parecía un poco aburrido", reconoció. "Me planteé la posibilidad de contar la historia de lo que ocurrió esa mañana: ¿por qué esos personajes están haciendo lo que están haciendo? Quería hablar sobre sus motivaciones y los conflictos", detalló.

A esa idea se sumó el hecho de que el guionista tinerfeño tenía en mente a "una actriz muy buena para hacer de doblaje". A los directores de Madrid 2120 les encantó la idea. "Estuvimos trabajando y haciendo los diálogos. Quedaron muy contentos con el trabajo", aseguró.

La satisfacción fue aún más grande, evidentemente, al recibir el Premio Goya. "Cuando llevas tiempo por aquí haces la colaboración porque te gusta mucho el proyecto. Te cae bien la gente y que encima tenga esa cantidad de repercusión es impresionante, muy chulo. La verdad es que sí, que a todos los niveles ha sido maravilloso", sentencia sobre el logro alcanzado.

La cinta construye una historia en torno a un supuesto líquido, el Nitrogreen, que es altamente inestable pero capaz de generar vegetación instantánea. En 2120 es la mercancía de contrabando más valiosa. "En un fallido reparto de contrabando del líquido y tras un tiroteo, un anónimo taxista se ve envuelto en la decisión más importante de su vida. Conformarse con una pequeña tajada o arriesgar su vida para conseguir lograr llegar a lo más alto de la ciudad", detalla la sinopsis.

Mientras disfruta del éxito en los Goya, De Alonso ultima ya los detalles de su próximo proyecto. Trabaja en la creación de un largometraje de animación que tiene en el mundo guanche y el contexto histórico de la conquista de las Islas a sus principales protagonistas. "Cojo el personaje de la hija del último mencey, Dácil, y la imagino haciendo una guerra de guerrillas durante dos años contra la invasión", detalla.

Por el momento, prepara un teaser con el que acudir como tarjeta de presentación a los distintos mercados en búsqueda de apoyo financiero. El proyecto del largometraje se llamará Isla de fuego, el corto que sacará antes lo ha bautizado como La hija del mencey. "Es una historia en la que quiero mezclar mitología con el ambiente de la época de la conquista, personajes reales con imaginarios. A ver cómo sale esa aventura. Por ahora ha ido muy bien y ha gustado mucho en los mercados en los que lo he presentado", concluyó.