El maestro Eliahu Inbal, una de las figuras más importantes de las invitadas al 36 Festival de Música de Canarias, asegura que "dirigir es lo único que me satisface actualmente" y que seguirá realizando este trabajo "siempre que me llamen". El director, nacido en Jersusalén en el año 1936, que hoy jueves, a las 20.00 horas, estará al frente de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria en un concierto que contará como solistas con el violinista Pinchas Zukerman y la violonchelista Amanda Forsyth, aseguró que, a pesar de sus 84 años de edad, conserva una energía tremenda.

El violinista israelí Pinchas Zukerman (Tel Aviv, 1948) será uno de los dos solistas y junto al maestro rendirá tributo al compositor alemán Max Bruch, de quien este año se cumple el primer centenario de su fallecimiento, ejecutando su emblemático Concierto para violín, nº 1 en Sol menor. La chelista Amanda Forsyth, habitual junto al violista Jethro Marks y el propio Zukerman de un trío de cuerda, abrirá el programa con Kol Nidrei, también de Bruch. La segunda parte del concierto incluye la Cuarta de Bruckner.

El director, que actuó hace 36 años en la inauguración del Festival de Canarias, subrayó que el programa que ofrece este certamen "siempre es de primer nivel" y presenta figuras importantes. Pero sobre las obras de hoy aclaró que "me gusta Bruch porque se acerca mucho a Brahms, aunque había dos frentes políticos en su momento, los que apoyaban a Bruch o a Bruckner y por eso entre los dos hay un contraste".

Inbal hizo estas declaraciones en una presentación que contó con las presencias del viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Juan Márquez; la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina; la directora de la Fundación Disa, Sara Mateos, patrocinadora del evento, y el director del Festival de Música, Jorge Perdigón.

La veteranía de Inbal incluye, entre otros, su trabajo con la Orquesta de la Radio de Frankfurt, Orquesta de la Radio de Turín, Orquesta Sinfónica de Berlín, Orquesta Metropolitana de Tokio, Orquesta Filarmónica checa y el haber sido titular en dos ocasiones del teatro La Fenice de Venecia, aparte de que sus grabaciones ha obtenido numerosos premios de todo tipo.

Inbal recordó que su formación musical se inició como violinista y que, al igual que todos los músicos de su país, ocurrió cuando hacía el servicio militar con la orquesta de la Armada de Israel, aunque por el hecho de ser músico "tenías la opción de no usar las armas". En esa época, "hice muchos amigos", señaló, "pero estos músicos tenían que despertarse a las cinco de la mañana y se dormían en los conciertos que ofrecían por la noche, salvo cuando sonaba la Cuarta Sinfonía de Brahms" y puntualizó que en el segundo tema del segundo movimiento "me sentía en el cielo". Fue entonces cuando dijo que no le hubiera importado morir en ese momento, aunque esa frase la hace extensible al "último tempo de la Cuarta sinfonía de Mahler, el último tempo de la Novena de Mahler y con muchas sinfonías de Brahms", añadió.

Inbal, alumno de Celibidache y Bernstein, manifestó que "está muy contento con el entusiasmo" de los músicos de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, por lo que ha aventurado que el de hoy será un "buen concierto". El director, que ya ha actuado en el Ciclo de Música Jerónimo Saavedra Acevedo al igual que en el Festival Internacional de Música de La Palma, añadió: "Me interesa desde el primer tono hasta el último antes del concierto y eso va muy bien con esta orquesta".