La trinchera infinita, dirigida por Jon Garaño, Aitor Arregi y Jose Mari Goneaga, fue la cinta galardonada a Mejor película en la 25 edición de los Premios Forqué, que se entregaron el pasado sábado en Madrid y que están organizados por la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda).

La película, una producción vascoandaluza protagonizada por Antonio de la Torre y Belén Cuesta, narra a través de una historia ficticia las experiencias de los llamados topos: hombres que permanecieron ocultos en sus casas varios años desde la Guerra Civil, ante el temor de ser apresados.

Por otro lado, el galardón a la Mejor interpretación masculina fue para Antonio Banderas, por Dolor y gloria, que no pudo estar en la gala y que recogió en su lugar Agustín Almodóvar. Tal y como señaló el galardonado a través de las palabras del productor, lo que más le gusta en la vida es "estar delante de una cámara o sobre un escenario", donde el pasado sábado tenía una "cita ineludible" en Málaga por lo que no ha podido recoger el premio.

Por su parte, Marta Nieto recogió el galardón a la Mejor interpretación femenina por la película Madre, de Rodrigo Sorogoyen, que da continuidad al cortometraje homónimo que fue nominado a los Oscar en 2019. Tras recoger el premio, Nieto destacó la "sensibilidad especial" de Madre, "sin vocación comercial" y que ha requerido de unos productores "muy valientes".

El galardón a Mejor largometraje documental fue para Ara Malikian: una vida entre las cuerdas, de Nata Moreno, quien agradeció al músico por regalarle su "historia". "Ojalá ningún inmigrante del mundo necesite un violín para salvar su vida. La vida es un derecho, ninguna frontera tiene que impedirlo", destacó el músico, en relación a su historia personal, que se plasma en esta cinta.

Antonio Resines y Loles León fueron los encargados de entregar el premio al Mejor cortometraje, que fue para El nadador, de Pablo Barce.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el premio Goya al mejor actor revelación por Campeones, Jesús Vidal, entregaron el galardón al Cine y Educación en Valores, que fue para Diecisiete, de Daniel Sánchez Arévalo. La cinta, rodada en Cantabria, es un road movie que narra el viaje emocional de dos hermanos.

El productor, José Antonio Velez, destacó que el apoyo Netflix ha sido "decisivo" para que la película pudiera hacerse, mientras que su director dedicó este galardón a "los niños y gente joven, y a quienes están por venir", quienes espera que encuentren en el cine "educación y valores".

La actriz Cecilia Suárez y el director Manolo Caro entregaron el Premio a mejor película latinoamericana, que recibió el equipo de la argentina La odisea de los giles, dirigida por Sebastián Borensztein y protagonizada, entre otros, por Ricardo y Chino Darín.

Además, durante esta gala se entregó un premio a la película más valorada de las galardonadas en estos 25 años por los socios de Egeda, de la que forman parte más de 3.000 productores, que fue para El laberinto del fauno (2006), dirigida por Guillermo del Toro.

El presidente de Egeda, Enrique Cerezo, hizo entrega de la Medalla de Oro al cineasta y escritor Gonzalo Suárez, de quien destacó su "talento innovador" y su cine, "reconocido" en el Festival de Cannes, Chicago, París o San Sebastián, donde recibió la Concha de Plata.

Suárez dedicó este premio a su hermano Carlos, que compartió un "alto porcentaje" de sus películas. "El cine no me ha dado dolores sino todo lo contrario. No esperaba que productores se acordaran de mí, yo sí me he acordado de ellos", bromeó.