El blanco del papel y el negro del carboncillo y el grafito son los recursos técnicos con los que trabaja normalmente el artista italiano afincado en Adeje Emanuele Cardone (Nápoles, 1990), quien siente una atracción especial por la figura humana, temática que domina los motivos que plasma en su obra, además del retrato.

Este dibujante, que practica un estilo casi hiperrealista, desarrolla desde ayer su primer individual en la sala del Instituto de Estudios Hispánicos (IEHC) del Puerto de la Cruz con el título Mithology, donde permanecerá hasta el próximo 31 de enero.

La muestra, organizada por la Sección de Estudiantes del IEHC dentro del proyecto La Gaveta del IEHC, reúne ocho obras, siete dibujos realizados con grafito y carboncillo y un óleo, cuya temática está centrada en la figura humana y en determinadas partes del cuerpo humano que suscitan el interés creativo de este pintor que estudió dibujo técnico como topógrafo, pero pronto sintió la llamada del dibujo artístico. "Me he basado en fotografías de personajes de la mitología a los que he hecho algunas modificaciones, como por ejemplo el cuerpo de sirena que incluyo en la exposición".

El gran talento para dibujar que demostró en la niñez ha madurado con el paso de los años y ha derivado en el desarrollo de una técnica del claroscuro y en la práctica de un estilo casi hiperrealista que sigue la estela de los grandes maestros italianos del Renacimiento como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y sobre todo Caravaggio, además del arte Neoclásico, especialmente la pintura. Nápoles le ofreció la posibilidad de ver en directo la obra de estos genios de la pintura a los que sigue con verdadera devoción.

Sus obras, la mayoría de las cuales le llevan entre 150 y 200 horas, se caracterizan por jugar con el claroscuro, técnica en la combina la luz, la sombra y sus contrastes con una clara tendencia a exaltar planos-detalle del cuerpo humano (cara, manos, boca dedos, pies, ojos...) a los que dota de una gran fuerza expresiva.

La mayoría de los seres que evoca en su obra, salvo el desnudo de una pareja, son personajes individuales, como el rostro de un niño, o el de una mujer, una sirena, una nativa africana o un Ícaro, todos ellos con escasa vestimenta.

"Me gusta mucho el claroscuro. Trabajo con el contraste de la luz y la sombra", aseguró este artista que también utiliza el óleo en ocasiones, sólo el blanco titanio y el negro (con amarillo si lo desea más cálido), material que reconoce ser muy útil para conseguir veladuras, transparencias y detalles más precisos que con el carboncillo y el grafito.

Echa mano del color sólo cuando le hacen algún encargo, en general retratos. Por el momento no le atraen el paisaje ni los bodegones, aunque todo se dará con el tiempo. "Mi obra personal siempre la realizo en blanco y negro, el color sólo lo utilizo para encargos y para experimentar y comparar con el mismo modelo que he hecho en blanco y negro"