La pasada legislatura, Juan Márquez (Las Palmas de Gran Canaria, 1984) ocupó el cargo de diputado en el Parlamento de Canarias en las filas de Podemos. Licenciado en Música en el Koninklijk Conservatorium de La Haya y con un posgrado en la Royal Academy of Music de Londres, forma parte de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC). Desde hace seis meses, se desempeña como viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias. Recientemente ha presentado los presupuestos para este ejercicio y anunciado que Canarias Cultura en Red pasará a llamarse Instituto Canario de Desarrollo Cultural. "El cambio de nombre responde a un cambio de filosofía. Canarias Cultura en Red tenía una imagen casi de productora que se dedicaba a aportar patrocinios. Esta empresa pública debe tener una filosofía de agencia o de instituto de desarrollo de incitativas políticas", explica.

Un tejido atomizado y limitada capacidad competitiva, ¿son esos los dos principales problemas del sector cultural en las Islas?

Yo no diría eso. Los principales problemas que hemos tenido se focalizan en el gran recorte presupuestario desde 2008 hasta 2016, pasando de 70 millones a solo 16. No hay sector económico que soporte un recorte del 80%. Si ha sobrevivido es, entre otras cosas, porque los trabajadores han tenido que reinventarse. Si hablamos de literatura, por ejemplo, ¿quién vive hoy en día de escribir en Canarias? Muy poca gente.

Precisamente hace unos días se publicaba que el 80% de los escritores en España no supera los 1.000 euros de ingresos anuales por derechos de autor. ¿Cómo se pueden combatir esas cifras en el sector de la edición y la creación?

Nos vamos a centrar en ayudar y potenciar la parte creativa. También hay cuestiones relacionadas con la distribución que tenemos que solventar. Hemos decidido que cada una de las ediciones que saca el Gobierno -ya sean novelas, poesía o las distintas colecciones- sean fruto de un concurso al que se pueda presentar cualquier creador y conlleve un premio con dotación económica. Es una medida directa, como las ayudas que hemos sacado ahora para las artes visuales y plásticas, las primeras de este tipo: las César Manrique. Son cinco becas de 10.000 euros cada una para la creación plástica. Hemos aumentado un 70% el presupuesto de las ayudas a la creación.

¿Es usted partidario de eliminar festivales y proyectos heredados del gobierno anterior?

No, hay que mantener las cosas que funcionan. Vamos a intentar aumentar el número de festivales y cuestiones de producción propia. Por ejemplo, este año tendremos el Festival Paralelo, un programa satélite al Festival de Música de Canarias (FMC) pero con otra oferta, con música más moderna, danza urbana y jazz. Intentaremos hacer las cosas de manera más participativa y aumentar la oferta que ya teníamos. Una de las cosas que nos planteamos es segmentar las ayudas por disciplina artística o el tipo de producción y vamos a valorar la inversión que están haciendo los ayuntamientos en cultura. No podemos suplir la programación cultural que tienen que realizar los municipios.

Este jueves arranca la nueva edición del FMC. ¿Cree que el certamen ha logrado desprenderse de esa imagen elitista que se le achacaba?

La música clásica por sí sola no es elitista, es solo música. El elitismo, en todo caso, se lo puede dar un formato determinado. Nuestra apuesta es hacer el festival accesible. Tenemos que implicar a la comunidad educativa, de ahí el programa Sigue la Música. También están las entradas a tres euros para desempleados y estudiantes de música. Además, el Festival Paralelo servirá para conectar con ese otro público que tiene un prejuicio, en mi opinión equivocado. Lo digo como músico. Hay que ir a disfrutarla, no tienes por qué entender nada en especial.

¿Y por fin se respira calma dentro del FMC después de estos años convulsos que se vivieron?

Sí, claro que sí. Quedaron hace mucho tiempo atrás, con la llegada de la nueva dirección del festival ha habido un cambio de rumbo y este año viene a consolidarse. Lo estamos viendo ya en taquilla, superior a ediciones anteriores. En total, el FMC tendrá más de 80 actividades de las cuales la mitad son gratuitas.

También es usted viceconsejero del área de Patrimonio Cultural, ¿es la hermana pequeña del área?

Precisamente en la anterior legislatura Patrimonio Cultural dio un gran avance gracias a Miguel Ángel Clavijo. Seguiremos en esa línea con un aumento presupuestario importante. No solo se trata de conservar y recuperar nuestro patrimonio, hay que difundirlo. El sector tiene una ley nueva que hay que desarrollar. Tenemos mucho trabajo por delante.

Anunció recientemente sendas partidas para dos instituciones cerradas, el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz y el Ateneo de La Laguna.

Sí, son dos partidas directas de 220.000 euros cada una. Hay que destacar que las partidas directas de la Viceconsejería se han reducido pero han aumentado muchísimo la de las direcciones generales. Hemos reducido las partidas nominativas que iban destinadas a festivales o actividades culturales. Esos festivales se tienen que presentar a las convocatorias que sacaremos. A cambio, sí que hemos aumentado las partidas que van a academias, museos y fundaciones que tienen una actividad estable. Así, hemos podido destinar dos partidas directas para la obra que posibilitará la reapertura del Círculo y la recuperación del Ateneo.

Entonces hay cambios en la asignación de ayudas...

Estamos planteando un cambio de mentalidad. No tiene sentido asignar ayudas nominativas a un festival y a otro no. ¿Por qué? ¿Porque en ese ayuntamiento gobierna el mismo partido que está también en el Gobierno en ese momento? ¿Por simple tradición? Algunos se han quejado, pero que no estén asignadas en los presupuestos no significa en absoluto que vayan a dejar de tener ayuda, incluso puede que sea mayor que la que tenían el año pasado. Resulta bastante temerario y poco razonable destinar una partida a un festival del cual desconocemos si tiene taquilla, otras vías de financiación o si recibe dinero de otro lado. Una de las cosas que queremos dejar claro es que se acabó el clientelismo en la política cultural canaria, no beneficia a nadie y hace que el sector no pueda crecer.

A priori es una opción justa, ¿pero no teme que todas estas convocatorias eternicen el proceso y lleven a muchos festivales a la desaparición?

Estamos previendo ese tipo de problemas, segmentaremos los procesos para no someter a las mismas convocatorias a actividades culturales que no tienen nada que ver. Además, vamos a intentar -dependiendo de la actividad- sacarlas cada tres o cada seis meses. De esa manera no habrá que esperar tanto para saber si vas a tener o no la ayuda o si vas a poner llevar a cabo tu proyecto.