Las ciudades ya no se tienen por qué seguir planificando a ciegas, ahora es posible tomar decisiones basadas en datos y hechos reales para diseñar entornos urbanos y sostenibles. En la Universidad de Cornell, su Facultad de Arquitectura, Arte y Planificación ha lanzado un programa de software gratuito, llamado Urbano, que ayuda a las oficinas de urbanismo a diseñar ciudades transitables. A través de datos y métricas, Urbano evalúa la capacidad de una ciudad midiendo cómo se usan las calles, la distancia entre servicios públicos y áreas residenciales, usando datos demográficos para evaluar su utilidad real, lo cual permite a los arquitectos y responsables públicos simular sus diseños y obtener datos útiles para proyectos finales coherentes y funcionales.

Por otro lado, la Universidad de Estocolmo ha desarrollado un material sostenible que puede capturar dióxido de carbono. "Hecho de una espuma híbrida de base biológica, el material combina gelatina y celulosa con zeolitas que absorben dióxido de carbono" según han explicado sus creadores. Estas investigaciones, junto con otras que se realizan en laboratorios del mundo pueden ser parte de la solución al rompecabezas que supone el complejo desafío de reducir la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera lo suficientemente rápido.