Observar, cuestionar y experimentar fueron algunas de las constantes que definieron la personalidad del genio florentino del Renacimiento Leonardo da Vinci (1452-1519), del que se celebra el quinto centenario de su nacimiento con una exposición itinerante que ahonda en las claves de su personalidad, caracterizada por una insaciable curiosidad.

Leonardo da Vinci. Observa. Cuestiona. Experimenta es el título de la muestra que se inauguró ayerLeonardo da Vinci. Observa. Cuestiona. Experimenta en una especie de carpa cerrada instalada en el amplio rellano existente en la Vía Litoral- Avenida La Roche de Santa Cruz de Tenerife, donde permanecerá abierta al público hasta el próximo 31 de enero de 2020.

Esta iniciativa de la Caixa y la Fundación CajaCanarias en colaboración con el ayuntamiento capitalino fue presentada ayer en un acto al que asistieron la primera teniente de alcaldesa, Matilde Zambudio; el director territorial de CaixaBank en Canarias, Juan Ramón Fuertes; el representante de la Fundación CajaCanarias, Francisco Óliver González; y la asesora de la exposición, Érika Goyarrola, quien explicó con todo lujo de detalles la filosofía de la exposición y el funcionamiento de los diferentes juegos interactivos que la integran.

"Lo que queremos con esta exposición es resaltar la figura de Leonardo da Vinci, pero partiendo de su curiosidad, que era su característica más resaltable y la que ha hecho que sea un personaje histórico universal", explicó Goyarrola.

Este polimata del Renacimiento italiano estaba poseído por un verdadero espíritu enciclopedista en su época, aunque este movimiento no llegó hasta el siglo XVIII, que le inclinó a experimentar y ejecutar obras en el mundo de las artes plásticas, tanto en pintura (La Gioconda o la Última Cena), como en escultura y dibujo, además de ser anatomista, arquitecto, paleontólogo, botánico, científico, escritor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista, entre otras disciplinas en las que demostró su singular ingenio.

La asesora de la exposición precisó que la muestra está "planteada como una experiencia para adentrarse en la vida, en la mente de Da Vinci, para entenderla como la veía él", está estructurada en dos partes bien diferenciadas.

La exterior, en la calle, se centra en cuatro maquetas a escala real que reproducen varias de las máquinas que inventó el genio italiano, antecesoras de algunas existentes en la actualidad, entre las que se encuentran el tornillo aéreo, la máquina voladora, el barco de palas y el denominado Hombre de Vitruvio. Para fabricar estos ingenios se ha contado con la colaboración de un equipo de ingenieros especializados en la construcción de robots y prototipos. Cada invento está complementado con un texto explicativo sobre su naturaleza y significado.

"Las hemos reproducido con hierro recubierto de fibra de vidrio para resaltar la pervivencia de su pensamiento y hacerlo más cercano. Se han podido reproducir de manera muy fiel estas máquinas porque Da Vinci escribía y reproducía en una libreta con muchísimos detalles cómo quería que fueran esos inventos".

En el interior de la carpa, en un ambiente bastante futurista, se propone un recorrido de unos 30 minutos de duración, a las horas punta y a las y media. El recorrido comienza con la proyección de un vídeo en el que se da la bienvenida a los visitantes presentándoles un día cualquiera de la vida cotidiana inspirándose en la mirada de Da Vinci.

"Es una especie de introducción a la exposición y al pensamiento de Leonardo. Repasa un poco la cotidianeidad desde que nos despertamos hasta que nos acostamos y a la de cosas que ocurren a nuestro alrededor, de las que no nos damos cuenta cómo funcionan. Por ejemplo, la cafetera, o porqué bostezamos cuando tenemos sueño... Diferentes cosas de las que Leonardo siempre estaba pendiente como buen observador que era. Él se planteaba mucho el por qué de las cosas, el no darlas por sentadas e intentar ir un poco más allá para mejorar".

El resto de la exposición es más táctil e interactiva. Se trata de siete juegos, tanto analógicos como digitales, cuya práctica ayuda a comprender, experimentar para crear y descubrir, tras los diversos logros de Da Vinci, el denominador común de la inteligencia y la sensibilidad.

"Los juegos nos van a hablar de la curiosidad, de la imaginación, todo lo que nos haga replantearnos las cosas más sencillas del día a día. Al final tenemos que utilizar de alguna manera el método prueba-error, porque los juegos a priori no son del todo sencillos y seguramente nos vamos a equivocar. Hay que experimentar. Da Vinci se denominaba a sí mismo discípulo de la experiencia, con lo cual todo lo tenía que tocar, lo tenía que probar. Esto lo vamos a poder experimentar en la parte interior de la exposición", adelantó Goyarrola.

También aclaró que la parte plástica del polifacético creador florentino no está muy representada en esta propuesta de difusión de su pensamiento y forma de actuar, aunque si hay algunos juegos que parten de su pintura, como el que se basa en cuatro retratos femeninos de Leonardo.

En esta experiencia se invita a los visitantes a que centren su mirada en un punto para entrenar su capacidad de observación. "Nos van a poner diferentes cuadros y vamos a ver lo poco acostumbrados que estamos a mirar con detalle. Nos van a dejar unos segundos delante de esos cuadros y después nos van a hacer preguntas de lo que hemos visto. Nos vamos a dar cuenta de que, a pesar de que estamos todos los días delante de pantallas y hacer mil cosas a la vez, no fijamos la observación en los detalles y en lo importantes que son estas cosas".

Las demás propuestas invitan a conectar elementos aparentemente no relacionados, ahondar en los conceptos de luz y sombra, o poner en práctica la capacidad de desconectar objetos complejos en distintos elementos que tienen una función concreta dentro del conjunto, entre otros ejercicios.

"Lo que se quiere reflejar en esta exposición en su pensamiento. Como era muy observador, como se fijaba en diferentes disciplinas y sabía de muchas materias como hombre del renacimiento que era, todo le ayudaba para ser un buen inventor. Se dice que si no hubiera sabido de todas estas disciplinas no hubiera sido tan buen pintor como se le considera en la actualidad".

Leonardo da Vinci. Observa. Cuestiona. Experimenta, cuya entrada es libre, ofrece la posibilidad de explorar y acercarse a una de las mentes más brillantes de la historia de la humanidad y ver la importancia de la curiosidad bien entendida.