En clave solista y con maneras de primera voz, Jorge Perdigón desgrana algunos de los acordes de la próxima edición del Festival Internacional de Música de Canarias (FIMC).

El director artístico de esta propuesta musical, acaso la de mayor relieve de cuantas se celebran en el Archipiélago, manifiesta en sus movimientos un cuidado dominio de la escena (no en vano desarrolló durante una veintena de años el rol de tenor) y acompasa recitativos con imágenes de audiciones históricas, mientras intenta interpretar, bajo el dictado del severo compás que marca el paso rítmico de las agujas del reloj, una exigente partitura: el repaso a la nómina de 20 obras y hasta 40 artistas que conforman el cartel de la 36ª edición de una cita que sonará, en las ocho islas, entre el 9 de enero y el 9 de febrero de 2020.

Philarmonia Orchestra de Londres

Fue en 1945 cuando Walter Legge, promotor musical y marido de Elisabeth Schwarzkopf, creó la Philarmonia Orchestra de Londres, formación con cuyos compases se inaugura el festival. Se trata de la orquesta que cuenta en su haber con mayor número de grabaciones, además de haber trabajado a lo largo de su historia con los más destacados solistas y directores.

En principio estaba programado que fuera el finlandés Esa-Pekka Salonen quien tomara la batuta de esta prestigiosa formación, pero finalmente decidió cancelar su participación. "Una enorme decepción", frasea Jorge Perdigón con timbre claro. "Hasta nos planteamos renunciar a la presencia de la Philarmonia por tal traición", llegó a señalar con tono áspero. Pero como la música tiene la facultad de reconducir las emociones, bastó un encuentro pianisimo con Santtu-Matias Rouvali, sucesor de Salonen, para retomar tempos y afinación.

Este joven, sobre quien se dice que muy pronto accederá al Olimpo de los elegidos, oficia actualmente como titular de la Gothenbourg Symphony y la Tampere Philarmonic. "Cautiva por su manera de dirigir, por su gestualidad, y esa forma tan particular de agitar brazos y dedos", herencia de su condición de percusionista.

Además, sorprende de su curriculum que todas las orquestas con las que ha trabajado como invitado, al poco tiempo lo reclamaran para convertirlo en su titular.

Las piezas que hará sonar la Philarmonia son la Sinfonía nº 5, de Thaikovsky, y la Sinfonía nº 1, de Sibelius, de la que los expertos dicen que su grabación es fantástica. A manera de aperitivo, Perdigón proyectó un video de El vals triste de Sibelius, conducido por el propio compositor, llamando la atención sobre la mirada fulminante que dirigió a un contrabajista por un error en un acorde y la posterior sonrisa de complacencia.

Mahler Chamber Orchestra

Sin duda se trata de una de las formaciones más relevantes del actual panorama orquestístico. Fundada en 1997 por el desaparecido director Claudio Abbado, desde la filosofía de ser un conjunto libre e internacional sus músicos se agrupan para realizar giras por las mejores salas del planeta. En el FIMC interpretarán los conciertos para piano 2 y 3, de Mozart, y el Choral Quartet, de Widmann, una nueva versión arreglada para orquesta de cámara que supone estreno en España.

No esconde el director artístico que la contratación de esta formación siempre resulta "una tarea complicada", pero es que, además, estará presente en la cita canaria con la directora y pianista japonesa Dame Mitsuko Uchida, especialmente conocida por sus interpretaciones de maestros como Mozart y Schubert, y elogiada por compañeras y rivales de la categoría de Li Ju o Maria Joao Pires.

A propósito de su personalidad, Perdigón destaca una reflexión de Mitsuko. "Necesito expresarme sin la mediación de una tercera persona", de ahí que sea habitual verla al piano, al tiempo que se incorpora para dirigir a la orquesta, una actitud visible en la proyección del Concierto para piano nº 22 en Re menor, de Mozart, junto a la Camerata de Salzburgo.

Orquesta Sinfónica de Tenerife

En 2020 se cumplen los 50 años de la denominación Orquesta Sinfónica de Tenerife, formación que nunca ha faltado a esta cita. "Y la mejor manera de celebrar este aniversario no es otra que el maestro Antonio Méndez y sus músicos ofrezcan una pieza de repertorio en el Festival", subraya el director musical.

La obra en cuestión es El anillo sin palabras, de Richard Wagner, en la versión del maestro Lorin Maazel (según las notas escritas por el compositor alemán), quien adaptó y resumió las quince horas de la tetralogía wagneriana en una suite de 70 minutos.

"En sus óperas, el maestro alemán utilizaba a los cantantes como comunicadores de textos", mientras que el discurso musical recaía sobre la orquesta, explica el director artístico.

Como muestra se proyectó una audición de La walkiria, interpretada por la Filarmónica de Berlín bajo al dirección de Maazel. A propósito, en el ambiente flotaba aquella afirmación de Woody Allen que decía: "Después de escuchar a Wagner media hora me dan ganas de invadir Polonia". A juicio de Perdigón, el cineasta se equivocó.

Filarmónica de Gran Canaria

La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC) se presentará en esta edición acompañada de dos figuras israelíes de un indudable calado: el octogenario director Eliahu Inbal y el violinista Pinchas Zuckerman, quienes rendirán tributo al compositor Max Bruch, en el centenario de su fallecimiento, con las piezas Kol Nidrei y Concierto para violín nº 1.

El maestro Inbal, quien a los 16 años ya era titular de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt, es un consumado especialista en Mahler y Bruckner, de quien precisamente se interpreta en el FIMC la Sinfonía nº 4.

"La envidiable energía y el talento de Zuckerman pueden explicar por qué durante más de cinco décadas se ha mantenido como uno de los intérpretes más demandados de la escena musical", sostiene Perdigón.

Sin pérdida de tiempo, el director proyectaba extractos de un excepcional documental que recoge los momentos previos a un concierto celebrado el 30 de agosto de 1969, donde cinco jóvenes músicos, todos ellos destinados a una carrera internacional de primer nivel, se reunieron para interpretar La trucha, el célebre quinteto con piano de Schubert, en el nuevo Queen Elizabeth Hall de Londres. Sus nombres resultan reconocibles: Daniel Barenboim, Itzhak Perlman, Pinchas Zukerman, Jacqueline Du Pré y Zubin Mehta.

Sinfónica de la Radio de Frankfurt

Esta formación, fundada en 1929 como una de las primeras orquestas de Radio de Alemania, ha conseguido una reputación excelente por todo el mundo, gracias a sus múltiples conciertos en el extranjero y sus galardonadas grabaciones, ganándose una merecida fama por su maravillosa sección de viento, su cuerda poderosa y el dinamismo de sus conciertos. "En sus conciertos de abono, con cerca de 3.000 localidades, se suele colgar el cartel de no hay billetes", subraya del director del FIMC.

En la cita canaria ofrecerán un repertorio que podría denominarse a la rusa: Una noche en el Monte Pelado, de Mussorgsky; Concierto para violín, de Tchaikovsky, y Sinfonía nº 5, de Shostakovich, y lo harán, además, con un joven talento, el violinista japonés Fumiaki Miura y su Stradivarius de 1704, quien a sus 26 años ya ha intervenido como solista, entre otras, con la Marinski, la Filarmónica de Londres o la de Los Angeles.

No menos interesante resulta la figura de su director titular desde 2013, el colombiano Andrés Orozco-Estrada. "Un ejemplo a seguir", destaca Perdigón, refiriéndose a este maestro nacido en 1977 en uno de los barrios más complejos de Medellín, rodeado de violencia y de la sombra de la muerte en cada esquina. "Fue su madre la que se empeñó en dar salida al talento natural de su hijo", quien en 1997 ya cursaba estudios en Viena.

Su reconocimiento internacional le llegaba en 2004, cuando tomó la batuta en un concierto con la Tonkünstler Orchestra Niederösterreich en el Musikverein de Viena y fue aclamado por la prensa local, que lo consideró "el milagro de Viena".

La visión de un vídeo del colombiano dirigiendo a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt en la obertura Candide, de Bernstein, pone de manifiesto dos rasgos de su personalidad: energía y técnica.

Sinfónica Nacional Danesa

Fundada en 1925 como parte de la Corporación Danesa de Radiodifusión es una de las orquestas más importantes de Europa y de ahí la atracción que genera entre los solistas, siempre dispuestos a tocar en su compañía.

Este conjunto viene por primera vez a Canarias, donde protagonizará dos conciertos. Lo hará con un repertorio que reivindica la música de su país natal y bajo la batuta de Juanjo Mena, uno de los directores españoles más reconocidos internacionalmente, sobre quien Perdigón dice "es reflexivo y duro en el trabajo", además de un maestro que no sólo apuesta por construir personalidades ricas, musicalmente hablando, "sino en vivencias y experiencias; en emociones", de ahí su interés en trabajar con los jóvenes. Un ejemplo, el video de un ensayo de El sombrero de tres picos, de Falla, con un grupo de alumnos, que bien podría sintetizarse su filosofía: aprendizaje, humor musical y confianza.

La orquesta danesa interpretará en el primero de sus conciertos programados las obras Obertura In the Higlands, de Gade; la Sinfonía nº 9 en Do mayor, de Schubert, y el Concierto para clarinete, de Nielsen, con el joven británico Mark Simpson en calidad de solista, "toda una revelación", sostiene Jorge Perdigón.

En su segunda aparición, la orquesta hará sonar la Obertura Mascarade y la Sinfonía nº 4, de Nielsen, además del Concierto para violonchelo en Si menor, de Dvorak. Precisamente, esta pieza contará con el genio artístico del celista Jean-Guihen Queyras, quien según desvela el director musical del FIMC, a la edad de 18 años le comentó a su profesor de cello en Alemania "que sólo había ido a Friburgo a estudiar a Bach", a lo que este le respondió. "Ya le enseñé todo lo que sé de Bach; ahora espero que usted me enseñe al resto de compositores".

Con 9 años abrazó su primer cello y más allá de la comparación recurrente de su sonido con el de la voz de un cantante, Queyras entiende que con un instrumento "se debe crear una atmósfera y contar una historia" y, por muy lejos que esté el espectador, "hay que atraerlo hasta la intimidad del instrumento" desde un fundamento: la música para mejorar el mundo.

Orquesta de París

Se encargará de dar la nota final a la 36ª edición con dos piezas: Concierto para violín, de Mendelsohn. y la Sinfonía Fantástica, de Berlioz.

Esta formación ofreció su primera audición en 1967 y desde 1969 hasta 1971, Herbert von Karajan se convertiría en su consejero musical. En adelante estuvo dirigida por maestros como Solti, Barenboim, Bychkov o Eschenbach, quien compartirá escenario en las islas con el violinista sueco, de tan solo 18 años, Daniel Lozakovich. Al respecto del director y pianista alemán, nacido en territorio polaco, comenta Perdigón que cumplirá 80 años pocos días después de estos conciertos y destacaba cómo, a su edad, "sigue trabajando por medio mundo", además de mantener "una relación intensa con Canarias", lugar en el que ha residido durante temporadas.

La otra figura, la del joven Daniel Lozakovich (Estocolmo, 2001), se convertirá en el primer solista nacido en el siglo XXI que interviene en el FIMC, y lo hará junto a un ilustre veterano. De él se dice que desprende una "madurez inusual" y a la vista de su curriculum pareciera atesorar décadas de trayectoria. No en vano, ya ha actuado con destacadas orquestas, conjuntos de cámara, además de recibir importantes premios.

Normalmente, sostiene Perdigón, quienes marcan la temperatura por la que se mide la relevancia de una formación son los directores y los solistas. Y esta edición del festival representa un buen ejemplo. A propósito se refiere al que considera personalmente el concierto más atractivo del programa, el de la Camerata de la Royal Concertgebouw de Amsterdam, "con la que escucharemos la misma sustancia de esas obras", los detalles que so se escuchan con un gran conjunto.

También Arcadi Volodos, que se encuentra entre la terna de los grandes intérpretes de piano del momento, además del Dúo Cassadó, veinte años sobre los escenarios; el Cuarteto Ornati, con un programa dedicado a Beethoven: la Orquesta de Cámara Rusa de San Petersburgo, más el Coro Ainur y el Ensemble OSLP.

"Había pensado concluir con un tuit, pero me he quedado atrapado por la voz de la soprano Cristina Schafer en el lied de la cuarta de Mahler...".