Dos obras muy distintas, Hush, del coreógrafo israelí Roy Assaf, y Yalacha, del coreano Dongkyu Kim, conforman el programa que estrenará hoy, domingo, Lava Compañía de Danza, grupo residente del Auditorio de Tenerife, a partir de las 19:00 horas, en la sala sinfónica del citado espacio cultural capitalino.

Estas piezas originales, con una duración cada una de unos treinta minutos, son el resultado de la invitación realizada por el director artístico de Lava, el coreógrafo y bailarín tinerfeño Daniel Abreu, Premio Nacional de Danza 2014, a los citados creadores de proyección internacional, quienes han concebidos dos espectáculos para que sean interpretados por las bailarinas Emiliana Battista Marino, Fabiana Mangialardi, Virgina Martín, Paula Parra, Alicia Pirez y Amanda Rubio, que fueron seleccionadas por convocatoria pública para formar el actual cuerpo de baile.

Potencia de trabajo

En el caso de Yalacha, señaló Abreu, "destaca mucho el tema del color, de la potencia de trabajo que hacen los bailarines, que tiene mucho que ver con lo articular, con una gestualidad muy rápida y precisa. Está más basado en la perfección del movimiento, la música está en el cuerpo. En Hush, el discurso es mucho más gestual, más cercano a lo simbólico por el tipo de lenguaje que utiliza. Para Assaf las obras son música y se nota en el resultado. El público que vea las obras se va a dar cuenta de que hay mucho color, tanto en el vestuario como en la iluminación, además de que están sostenidas en un grupo unificado".

Abreu destacó que las dos obras son muy diferentes, propósito que persigue cuando escoge a los coreógrafos, que tengan una identidad que se vea en el escenario y que proporcione distintos materiales a la compañía. "Mi posición en la dirección artística es mirar hacia focos donde la danza sucede de una forma especial y el primer país al que hay que mirar siempre es Israel, protagonista de la danza a nivel internacional por su nivel creativo, en donde su uso está muy presente".

Cuando Abreu dirigió su mirada hacia Israel ya conocía el trabajo de Roy Assaf , una persona muy cercana con la que conectó a la primera por el uso que hacía de la gestualidad corporal y por la transmisión de un mensaje profundo y claro.

"Una frase tan sencilla como yo solo trabajo con gente que quiera trabajar conmigo la entendí como una declaración de intenciones y compromiso. Eso para mi es importante porque es una de las bases de la compañía, una intención clara de dar un mensaje sobre la danza, lo humano, lo que cada coreógrafo quiere".

Otro país que atrae su atención como profesional de la danza es Corea, que siempre ha estado muy presente en el Festival MasDanza de Canarias. "Tiene una personalidad y una fuerza muy grande. Cuando visité Corea me encontré con la obra de Dongkyu Kim. Es un trabajo completamente diferente, muy físico, que requiere de otras exigencias y pensé que tenía que apostar por ella", además de su precisión en lo corporal y la calidad de movimiento que transmite fuerza e ímpetu en sus propuestas.

Roy Assaf, según fuentes del Auditorio, aconsejó que mientras vea Hush ignore la tentación de buscar una trama y rechace la necesidad de comprender, confíe en su instinto y siga a su corazón, "que tiene una gran capacidad de imaginar".

Por su parte, Kim, que ha trabajado con sus asistentes en Tenerife, aseguró que todas las personas hacemos nuestros propios sonidos, que no viene de la boca sino de la vida. "Vivo mi propia vida y hago mi propio sonido a través del sonido de otros pero ¿qué sonidos haces tu?", reflexiona el autor de Yalacha.

Lava Compañía de Danza, la vertiente de creación artística de Tenerife Danza, que se incluye en el Instituto de Artes Escénicas del Cabildo, dentro de la estrategia Tenerife 2030, no está marcada por ningún sello que la caracterice, salvo la danza contemporánea.

"No hay ninguna necesidad por el momento de ir por ninguna línea. Supongo que en el futuro tendremos que definirnos de otra manera. Ahora la compañía se basa en la danza contemporánea, en lenguajes internacionales que tengan un mensaje claro, coreógrafos que tengan cosas que contar, que proponer y lo hagan con nuestro equipo, aunque todo no vale. El uso de la fisicalidad, de los cuerpos, tiene que estar muy presente", defendió.

Mensaje claro

Uno de los objetivos perseguidos por el bailarín tinerfeño es que el mensaje que encierre cada espectáculo sea claro, asequible al gran público. "A pesar de que en todos estos años ha crecido el público de la danza en Canarias, me gustaría que fuera mucho más, que pudiéramos equilibrar lo que surge en la tierra, que es esta espontaneidad de bailarines y coreógrafos de tanto talento, que suceda cada vez más en el público. Que vaya entendiendo que la danza forma parte de estas islas porque se da de forma natural".

La intención de Abreu, mientras siga al frente de este loable proyecto surgido hace un año aproximadamente, es hacer una revisión de si continuarán en la misma línea de abordar proyectos que se sustenten en que el lenguaje utilizado en su concepción sea internacional, tanto si son coreógrafos locales, nacionales o de otros países.

Con respecto a futuros proyectos que desarrollará la compañía, adelantó que su intención es trabajar el próximo año con cinco nuevos coreógrafos, cuyos nombres no pudo adelantar, y obras de distinto formato, que se esperan estrenar durante el Festival de Artes en Movimiento (FAM) y en el Festival Telón de 2020.