¿Qué supone recibir este Premio Isla Calavera S. S. Venture?

Cuando te reconocen en tu tierra es algo muy emocionante porque todo empezó aquí. Es como un acto familiar porque conozco a la gente de Isla Calavera pero nunca había podido asistir al festival. Este año sí podía y coincidió con que el director estimó premiar mi trayectoria. Me siento muy honrado.

Se trata de un galardón que no solo reconoce su trayectoria, sino que sirve para agradecer que haya llevado el talento canario por el mundo.

Siempre me he considerado un viajero y haber salido de Tenerife, llegar a Madrid, mi etapa en Inglaterra y luego en Estados Unidos ha sido una larga travesía. El festival reconoce esta travesía, que haya llevado el acento canario por el mundo y eso es muy emocionante. Me siento muy hermanado con el festival, que no solo reconoce que sea canario sino que haya viajado y trascendido, mostrando mis trabajos fuera y dentro de mi tierra.

Isla Calavera se está convirtiendo en la oportunidad ideal para reunir a los más grandes profesionales del cine fantástico de todo el mundo.

Es muy importante para la Isla. Además, al margen del premio que recibo, tengo el placer de entregar otro muy especial para todos los que amamos el cine fantástico: el reconocimiento a Rick Baker que ya tiene siete estatuillas doradas que testifican su valía. Para mí es un honor entregarle este premio porque ha sido muy importante en mi vida. Una de las películas en las que mostró su talento fue Un hombre lobo americano en Londres que significó mucho para mí. Recuerdo que la fui a ver con 13 años al emblemático cine Yaiza Borges de Santa Cruz y me quedé completamente emocionado porque era único y especial el trabajo que desarrolló; fue algo novedoso. Hasta ese momento no se había asistido a algo tan terrorífico e hipnotizante como la transformación de un hombre en un lobo y, a todos los que amamos el fantástico, en aquel momento nos voló la cabeza. Así que para mí es una gran satisfacción entregarle este premio tan importante para el festival a alguien que disparó mi pasión por el cine.

¿Qué tiene el cine fantástico que levanta tantas pasiones?

Para todos los que somos fabuladores y nos gusta contar historias, la fantasía es un lugar donde todo es posible y es un territorio muy atractivo. Pensar en escenarios que son imposibles y que en el territorio de la ficción pueden ser posibles y la idea de crear un mundo alternativo donde las reglas son completamente diferentes a las de la realidad es un desafío entusiasmante. La fantasía también supone una vía de escape de la realidad. Por eso el ser humano se siente atraído por ella porque nos lleva a territorios que nos permiten explorar cosas imposibles.

¿Qué tendría el territorio fantástico perfecto de Fresnadillo para poder escapar a él?

Difícil? La fantasía tiene efectos secundarios y eso también es lo interesante de estas historias. Hay que pagar un precio para estar en ese lugar en el que todo es posible. Y esas son las historias que a mí me interesan: las situaciones extraordinarias o sobrenaturales ponen a prueba al ser humano y al mismo tiempo lo sublima. Ese escenario me resulta muy atractivo y poderoso: ver hasta dónde puede llegar el ser humano cuando se enfrenta a un monstruo me parece estimulante a la hora de generar una historia.

Hablando con tanta pasión del género, ¿se ha planteado hacer otro tipo de cine?

Soy un gran admirador de la comedia pero es el genero más difícil. Creo que el humor es importante y siempre hago un esfuerzo en mis historias por intentar tener alguna dosis de humor porque lo hace todo más cercano y más real. A pesar de que la fantasía es el género en el que mejor me muevo, creo que en los trabajos que he hecho hasta ahora siempre hay grandes dosis de realidad, o al menos eso es lo que intento. Ahora estoy desarrollando una historia con un gran componente romántico. Creo que eso ha estado de forma secundaria en todo lo que he hecho pero ahora me apetece crear una historia que tenga un motor romántico más palpable. Con lo cual, sí, estoy abierto al amor.

La industria del cine en Canarias está de actualidad y disfrutando de un buen momento, tanto como plató de cine como por las producciones canarias que están siendo reconocidas en todo el mundo.

Estamos ante un cúmulo de condiciones muy favorecedoras: tenemos una geografía única y espectacular, con unas condiciones climatologías excelentes y unas ayudas fiscales a la producción que son pioneras en la industria. Todo eso hace que la idea de venir a rodar a Canarias sea muy apetecible. Y eso son grandes noticias para el sector y para las Islas.

Además, Tenerife no solo está en los cines de todo el mundo sino también en las televisiones, porque en el último año lo que más se ha grabado en las Islas son series.

La televisión se ha convertido en la nueva plataforma audiovisual. Inevitablemente, si la producción audiovisual quiere estar en la vanguardia tiene que pensar en la televisión. El hecho de que Canarias esté también en las televisiones tiene que ver con ese giro.

Una última pregunta obligada: ¿cuándo tendremos de nuevo a Fresnadillo trabajando en Tenerife?

Espero que en breve. He intentado rodar por Canarias y Tenerife en algunas producciones de televisión en las que he participado en Estados Unidos. Tenerife siempre está en mi punto de mira porque es una tierra que me parece mágica y en la que me siento profundamente inspirado.