Es un romántico empedernido que eligió el mundo de la canción melódica como profesión. Se trata del cantante y compositor Gerson Galván (Las Palmas, 1970), quien hoy presenta su álbum de estudio número 20, Entre boleros, In London, junto al pianista Rayko León, quien se encargó de su dirección musical, en el concierto con formato acústico que ofrecerán a partir de las 21:00 horas, en el teatro Leal de La Laguna.

Este nuevo registro, que fue grabado en la capital británica con la colaboración de cinco músicos de diferentes nacionalidades, es el resultado de una ilusión acariciada por el intérprete grancanario, hacer un homenaje al bolero, pero con un trasfondo jazzístico y algunos guiños sinceros al swing, la bossa, la balada y el propio género musical cubano.

"La intención era hacer un homenaje al bolero, pero con versiones de boleros no muy escuchados en los últimos tiempos y llevados a un estilo más jazzístico, a la bossa nova, a esa onda. Por eso fuimos a Londres, donde todavía hay lugares donde existe esa tradición jazzística en locales donde se escucha este tipo de música en quintetos".

El resultado de esta agradable experiencia por Londres es un racimo de trece temas seleccionados entre más de sesenta. "Son trece boleros de toda la vida que suenan a la época de los años 40-50, en blanco y negro de alguna forma. A la hora de hacer los arreglos y la selección quisimos buscar boleros de toda la vida, que no estuviesen regrabados recientemente, sino que no se versionaban desde hace tiempo".

Este criterio marcó la elección de clásicos como Tres palabras, Sombras nada más, Sabor a mí, Envidia, Piel canela o La gata bajo la lluvia, entre otras composiciones de autores como Machín, Rafael Pérez Botija, Jiménez Sandoval o Álvaro Carrillo, maestros que Galván reconoció haberlos escuchado en su infancia y se quedaron grabados en los recovecos de su mente musical.

Amor y desamor son los límites temáticos en los que se mueven los más de cien temas que ha compuesto este autor que consagró su voz a las baladas y a la música romántica, aunque también escribió un himno del Carnaval de Las Palmas que ganó un concurso en el año 1994. Algunas de esas letras las cantará hoy en el teatro Leal.

"Siempre le canto al amor y al desamor. Soy de los pocos que quedan en esta época, a pesar de que la gente me dice que estoy loco por seguir haciendo este género, pero no se puede abandonar a un público que le gusta lo que hago", aseguró Galván, que recorre la geografía canaria con su banda y reparte romanticismo entre sus semejantes.

Él es consciente de que las discográficas no ponen su punto de mira en el tipo de género musical que practica, a pesar de que ha conseguido varios premios en su trayectoria profesional, como el de ganador del Festival de Música de Candelaria (1994), la Sirenita de Plata del Festival de Benidorm (1999) o el primer premio del Festival Baltic Songs Contests de Karlshamm de Suecia (2015), "el más importante después de Eurovisión. Fui representando a España con una canción con mi letras y música y conseguí por primera vez en sus cincuenta años de historia traer el premio para España", recordó con orgullo.

A pesar de estos éxitos, Gerson Galván, con su peculiar sinceridad aseguró que tiene muy claro que las baladas siempre tendrán su público, a pesar de toda la competencia que ha surgido en los últimos años con nuevas propuestas, que se difunden en programas televisivos como La Voz. Lo intentó varias veces, llegó a los casting finales, pero no entró en los programas. "No se sabe si lo que buscan es un producto más que una voz", lamentó con deportividad.

Él tiene muy claro que interpreta la música que más siente en su interior. "Si no siento lo que canto en el escenario me siento fracasado, no estoy disfrutando de lo que estoy haciendo. Me dejo el alma en cantar este tipo de música. Creo que soy de esos románticos empedernidos de los que ya no hay. Sufro mucho las canciones en el escenario, me meto, me entrego, porque no solo es cantar, sino que hay que venderlo. Me gusta mucho meterme muy dentro de las canciones".