La soprano tinerfeña Carmen Acosta se sube esta tarde, a partir de las 20:00 horas, a las tablas del Teatro Leal de La Laguna. Lo hará acompañada al piano por Juan Francisco Parra para dar voz a la protagonista sin nombre de La voz humana, una ópera en un acto concebida sobre un texto del poeta Jean Cocteau.

L a voz humana ( La Voix humaine ) no está entre las piezas más representadas del bel canto. ¿Cuál cree que es la razón de este inmerecido olvido?

En general, la ópera francesa se programa menos que la italiana y si, además, pertenece al siglo XX, no es tan usual verla en las programaciones como a las óperas de repertorio del clasicismo o romanticismo.

El formato, concebido en un único acto y para un solo personaje, da lugar a una pieza singular y especialmente atractiva para el público no tan bregado en la lírica.

Considero que sí. La Voix humaine es una tragedia lírica que Poulenc escribió sobre el monólogo original de Jean Cocteau con el mismo título. En este acto, el compositor consigue que el espectador se identifique con la protagonista en los distintos estados de ánimo que tiene a lo largo de la obra que, además, no dura más de cincuenta minutos.

Está escrita en forma de monólogo, con largos pasajes sin acompañamiento musical. ¿Eso supone un reto añadido para usted como intérprete?

Interpreto a un personaje sin nombre que tiene su última llamada telefónica con su amante, que la acaba de abandonar. Es innegable que para la intérprete el esfuerzo es descomunal, se trata de un largo monólogo telefónico sin verdadera acción, con encadenamientos de ideas sin lógica aparente, propias de un estado psicológico de crisis extremo. Poulenc busca con estos recitativos reflejar los estados de ánimo de la protagonista, que al mismo tiempo contrasta con melodías de gran sensualidad.

Le acompañará al piano Juan Francisco Parra. Todo un lujo.

No es la primera vez que trabajamos juntos. Es siempre un lujo contar con un colega de su categoría musical e intelectual. De hecho, acompaña regularmente a las mejores voces de este país. Cuando el productor, César Martín, de Vector de Ideas, nos habló a los dos este proyecto, te puedes imaginar qué alegría sentí. Llevamos meses disertando, ahondando y profundizando con artículos y conversaciones que nos llevan a buscar las mejores decisiones musicales e interpretativas para abarcar esta obra maestra.

¿Hay algún personaje que no haya debutado todavía y que esté entre sus deseos para el futuro?

Pues siempre me han gustado los personajes de Richard Strauss, donde texto y música tengan la misma importancia (esto también sucede en La voz humana). Es un compositor que tuve el gusto de cantar en Alemania donde viví muchos años. Me faltó la Sophie de El Caballero de la rosa, que me fascina.

¿Cómo animaría al público, que en ocasiones no se siente preparado para acudir a ver piezas como estas, a que vaya a verla en el Leal?

Les diría que vengan a escuchar una obra de dos genios: Cocteau y Poulenc. Ellos nos hacen reflexionar sobre los apegos tóxicos en los que todos en algún momento de nuestra vida nos hemos visto reflejados de mayor o menor manera. Podrán viajar junto a esta protagonista sin nombre, Elle, a través de una música llena de ansiedad, sensualidad y belleza en su doloroso y emotivo viaje final. Todo con la limpia dirección de escena de V. M Dogar y la escenografía y vestuarios de otra tinerfeña, Yaiza Pinillos, que triunfa vistiendo nada más y nada menos que al Ballet Nacional de España .