El universo femenino bajo la sombra del patriarcado y su falta de libertad es el eje central sobre el que gira la versión libre de la obra La casa de Bernarda Alba de García Lorca que pondrá hoy en escena la compañía Albadulake, a partir de las 20:30 horas, en el teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife, con el título Genoma B.

Este espectáculo, en el que intervienen seis actores, incluidos un guitarrista y una cantaora, es el producto de la unión de tres disciplinas, el teatro, el circo y el flamenco. El resultado es una propuesta escénica que sintoniza con singularidad la tradición y la innovación basándose en la creatividad y en la estética de la danza, las acciones circenses, la música y la voz.

Como comentó la bailaora cordobesa Ángeles Vázquez, codirectora del montaje y de la compañía, junto al malabarista cacereño Antonio Moreno, Genoma B "es una adaptación libre que no tiene texto y trabaja el universo femenino del que trata la obra La casa de Bernarda Alba, donde la sombra del patriarcado y las libertades de la mujer quedan sujetas bajo el concepto de la honra".

Esta pieza, presidida por un ataúd que marca el comienzo de la obra, es un cúmulo de imágenes cargadas de metáforas llenas de poesía visual en las que intervienen media docena de personajes.

Se trata de cinco actrices que dan vida a las hermanas Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela, encorsetadas en unos miriñaques metálicos, y el difunto; además de una escultura robotizada que se maneja con control remoto y representa a la férrea Bernarda, ese alma hierática de una mujer que no empatiza con su entorno familiar ni social, que obliga a sus hijas a guardar luto tras la muerte de su segundo marido. Ocho años de aislamiento total por el temor al qué dirán.

Esta versión moderna de la obra escrita por García Lorca en 1936, que no pudo ver estrenada porque lo asesinaron los franquistas, propone una reflexión con mucho simbolismo sobre la libertad de la mujer, la rebeldía y el peso de los prejuicios ajenos.

"Es un montaje transversal de artes escénicas porque no se queda en una única disciplina. Es muy minimalista porque no tiene una escenografía como tal. Todo es muy físico, trabajamos el circo, la danza, el flamenco... Lo que vamos a encontrarnos es un espectáculo con un dinamismo absoluto, donde el texto está sustituido por la acción de los artistas".

La presencia del circo en Genoma B, título que se refiere al mapa genético de la sociedad patriarcal que define la época que describe Lorca en su texto, aunque para algunas mentalidades sigue vigente, intenta reflejar las dificultades a las que se enfrentan los profesionales del mundo circense en sus números acrobáticos.

"Son técnicas que tienen ese punto absoluto de dificultad, ese concepto de más difícil todavía. Eso dramatúrgicamente nos sirve mucho para sostener momentos de tensión. Por ejemplo, Adela es un personaje que va a simbolizar siempre la libertad, entonces ese elemento es una gran rueda del tamaño de una persona que gira y no se detiene, como el mundo, como la vida misma. Es como el principio de la libertad de cada individuo".

Esta lectura de la esencia delcirco se alía con el flamenco para tratar de evocar una realidad llena de emociones, sufrimientos, alegrías y vivencias que terminarán con un grito de libertad como único camino de salvación ante aquella España profunda que describió Lorca.

Genome B también echa mano de la música en directo que origina el guitarrista extremeño Joaquín Muñoz, quien sostiene la música flamenca que ambienta el espectáculo, además de la voz de la cantaora María Josefa, la abuela, que canta grandes verdades.

"Las letras no son populares sino que han sido escritas basándose en la dramaturgia de la obra y cuentan mucho de lo que se está viendo sobre La casa de Bernarda Alba", aseguró Vázquez, codirectora de esta compañía que siempre apuesta por las creación de espectáculos muy personales y multidisciplinares.