Doce mujeres insensatamente valientes protagonizaron en 1965 una exposición en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, y más tarde en el Instituto de Estudios Hispánicos, que puede presumir de ser la primera muestra de Canarias, y la segunda en España, conformada únicamente por mujeres artistas. 12 era el nombre de aquella carta de presentación que la Fundación CajaCanarias ha rescatado ahora y que se puede visitar, hasta el próximo 12 de enero, en el Espacio Cultural de La Laguna.

Aquella exposición de hace 54 años contó con la presencia de obras de Eva Fernández (Tenerife, 1911-2005), María Belén Morales (Tenerife, 1928-2016), Lola Massieu (Gran Canaria, 1921-2002), Jane Millares (Gran Canaria, 1928), Manón Ramos (Gran Canaria, 1927), Birgitta Bergh (Finlandia, 1937), Quita Brodhead (EEUU, 1901-2002), Celia Ferreiro (Jaén, 1932-2015), Vicki Penfol (Polinia, 1918-2013), Carla Prina (Italia, 1912-2008), Tanja Tamvelius (Suecia, 1901-1969) y Maud Westerdahl (Francia, 1921-1991). Todas ellas se reunieron por primera vez gracias a esta exposición pero ya contaban con relaciones previas gracias a la revista Mujeres en la Isla, que durante sus 11 años de vida divulgó artículos de crítica artística, poesía, ensayo, narración, sociología o música, gracias a una redacción compuesta exclusivamente por mujeres.

Mujeres en la Isla estuvo dirigida por María Teresa Prats de Laplace y Esperanza Vernetta de Quevedo y tuvo que enfrentarse a las críticas de una sociedad machista, cuyas denuncias llegaban desde todas las partes de la geografía española. Fue precisamente de una carta enviada desde Madrid criticando que la redacción de Mujeres en la Isla prescindiera de hombres de donde sale aquella declaración de intenciones de sus creadoras y colaboradoras: "Somos insensatamente valientes".

La actual 12 que se puede visitar en La Laguna está comisariada por Ángeles Alemán y Celestino Hernández. La primera afirma que existe una estrecha relación entre Mujeres en la Isla y este proyecto que se remonta a hace 54 años. Y es que gracias a la publicación se creó "toda una red" en la que la inquietud cultural es el eje vertebrador. "Surgió entonces una necesidad de exponer las obras de todas estas mujeres, de poder contar lo que sentían y pensaban y todo ello fue posible porque existía todo un panorama de intelectuales, "tanto mujeres como hombres, que después de los años de Guerra Civil estaban saliendo del ostracismo", relata Alemán.

La comisaria de la exposición lagunera destaca el papel que jugaron las mujeres en el despertar cultural de aquella época: "Pedro García Cabrera volvió a Tenerife en 1947 después de haber recorrido toda la geografía española, justo cuando Domingo Pérez Minik y Eduardo Westerdahl salen de su silencio por la represión. Es en ese momento cuando descubren que tienen la posibilidad de hacer cosas, y esa posibilidad surge alentada por las mujeres que tienen a su lado, que eran mujeres importantes por sí solas".

Con todo, prácticamente todas las artistas que participaron en aquella exposición hace 54 años ya habían mostrado sus obras con anterioridad en el Instituto de Estudios Hispánicos. Todas ellas formaban parte, además, de es "protofeminismo" del que habla Ángeles Alemán. "El hecho de que estas mujeres pudieran avanzar tanto y salir adelante en una época como aquella no es casual porque se encontraban en una sociedad oprimida por el franquismo en la que surgía poco a poco un sustrato social que alentaba un movimiento cultural muy interesante", relata.

Al igual que el resto de organizadores de la exposición recién inaugurada en La Laguna, Ángeles Alemán lamenta el olvido en el que han caído las grandes artistas femeninas de todos los tiempos: "Hay que reivindicar la memoria de las mujeres artistas porque si no se quedarán siempre ocultas". Y es que este grupo de doce mujeres "eran muy admiradas y respetadas por la sociedad": Maud Westerdahl había colaborado en La Tarde y en Gaceta de Arte, por lo que ya era conocida como artista y también como intelectual; María Belén Morales también contaba con una larga trayectoria a sus espaldas y Lola Massieu "era un peso pesado en Las Palmas", sentencia Alemán, quien añade que eran mujeres que trabajaban codo con codo con sus compañeros artistas.

En este sentido, explica la comisaria de la exposición, ya Maud Westerdahl hablaba en aquella época de su visión del feminismo y decía que "somos feministas pero junto con los hombres porque no hay nada mejor que contar con nuestros compañeros para trabajar". Y, así, la sororidad que ya reinaba entre las artistas de aquella época traspasaba las fronteras de los géneros. La comisaria de la exposición indica que "ese grupo de mujeres de la burguesía contaba ya con el apoyo de sus compañeros y maridos".

Mentalidad avanzada

Gracias a aquella mentalidad avanzada, las dificultades que encontró aquel grupo de 12 mujeres a la hora de dar forma a aquella adelantada exposición no tuvo que ver con el hecho de ser mujer. 12 contó con un amplio despliegue informativo por parte de los medios de la época pero, lamentablemente, la muestra duró muy poco tiempo, apenas una semana. La comisaria de la exposición actual afirma que la exposición fue muy corta en el Círculo de Bellas Artes porque la propia programación de la época en aquella institución era muy corta y, por lo general, las exposiciones no duraban más de 15 días.

Sin embargo, la exposición contó con actividades paralelas que completaron la propuesta. Hubo conciertos, recitales poéticos y una conferencia de Pedro García Cabrera sobre mujeres en la poesía canaria por lo que, para aquella época, "fue una actividad contundente en el Círculo", sentencia Alemán, quien recuerda que también en el Instituto de Estudios Hispánicos se celebró también un recital de música. Continuando con el paralelismo, la exposición actual también cuenta con actividades paralelas con un montaje audiovisual que repasa el período creativo de las protagonistas, obra de Miguel G. Morales y Tamara Brito, con guion de Yolanda Peralta.

Dos años de trabajo

Los comisarios de la actual 12 han trabajado durante dos años para dar forma a esta muestra. Ha sido un arduo proceso de investigación para descubrir cuáles fueron exactamente las obras que formaron parte de aquel proyecto hace 54 años porque, aunque los medios de comunicación realizaron una amplia cobertura, no existen muchas fotografías del encuentro. Así, los comisarios han tenido que ponerse en contacto con los familiares de las artistas para tratar de dar con las obras expuestas. Ahora, en La Laguna, se puede disfrutar de más de 50 piezas artísticas originales entre pinturas, esculturas, dibujos o joyas.

En primera persona

Manón Ramos fue la única de las doce protagonistas que acudió esta semana a la inauguración de 12. Esta licenciada en Bellas Artes de 92 años no tiene más que palabras de cariño para todos los que formaron parte de aquella experiencia inolvidable hace 54 años. "Era una época en la que las mujeres no éramos igual que los hombres y gracias a estas compañeras nos reunimos y pudimos vivir un tiempo de felicidad, fue una primavera para mí, antes de volver a la realidad de estar en casa con mis cuatro hijos", relata la pintora grancanaria afincada en La Orotava.

"Cada compañera tenía su mundo: ellas no sabían lo que me pasaba a mí ni yo sabía lo que les pasaba a ellas pero nos reuníamos y hablábamos de arte", cuenta la canaria a quien aquella experiencia le dio alas para pinar. Ahora, 54 años después, su imaginación vuelve a volar, y las ganas de pintar por las mujeres cosquillean en las manos de Manón Ramos una vez más.