Un 16 de noviembre, pero de hace ya 84 años, el escenario del Teatro Guimerá acogía el estreno de la Orquesta de Cámara de Canarias (OCC). En aquel entonces, fue el maestro Santiago Sabina el que se puso al frente de la formación.Tras el fallecimiento de Sabina le sucedieron a la batuta de la mítica formación los directores temporales Agustín León Villaverde, Odón Alonso y Agustín Ángel García. Ya en 1968, Armando Alfonso tomó el relevo y propuso el que sería uno de los hitos de la música en el Archipiélago: la transformación de la ya veterana Orquesta de Cámara de Canarias en la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST). Esto sucedió, de forma definitiva, el 19 de noviembre de 1970 con un concierto, también, en el Teatro Guimerá.

El recinto cultural capitalino figura, por lo tanto, en la historia de esta formación musical. Sus palcos, las butacas por las que tanto público pasa año tras años, han sido testigos directos de la trayectoria de la OCC. Lo mismo pasa con noviembre, el penúltimo mes del año parece tener un vínculo especial con esta formación. Hoy, día 17 de noviembre, el Teatro Guimerá volvió a ser testigo de la historia musical de las Islas: el renacer de la OCC con su primer concierto en casi medio siglo. Fue un recital cargado de significado que contó con la presencia de Armando Alfonso, presidente del honor en esta nueva etapa de la OCC. A la cita, que comenzó a las 12:00 horas de la mañana, acudieron también antiguos músicos de la formación original como como Estela Rius. Ramiro Reyes, otro de esos músicos, iba a acudir pero no pudo hacerlo por motivos de salud.

Para una cita tan especial se hacía necesario, además, contar con un repertorio igualmente especial. Por este motivo, el compositor tinerfeño Emilio Coello prestó para este estreno otro estreno: Le Canarien. La pieza, escrita especialmente para este primer concierto en la nueva etapa de la OCC también llegó con una dedicatoria. "Esta obra es para la musicóloga Rosario Álvarez como agradecimiento a su contribución a la música en Canarias, es una figura emblemática para nuestra tradición musical", explicó la presentadora del acto antes de que arrancaran las primeras notas del Concierto para dos violines, violonchelo y cuerda en Re Menor de Antonio Vilvaldi. Asimismo, otro de los regalos que la recién renacida formación hizo ayer a su público fue la presencia del compositor Emilio Coello que, nada más terminar Le Canarien, fue reclamado por el director de la OCC, Patricio Gutiérrez, para que subiera al escenario para recibir el caluroso aplauso del público. Asimismo, el recital contó también con la participación de la pianista griega María Sizi, que puso su virtuosismo al servicio de Mozart en el Concierto para piano y orquesta número 9 de Mi bemol mayor.