Nekrassov es una comedia trepidante que se desarrolla con un ritmo frenético en torno a un universo periodístico en el que el filósofo francés Jean Paul Sartre (París, 1905-1980) vuelca algunas de las claves que definieron sus convicciones existencialistas.

Se trata de la única obra teatral escrita por el polifacético pensador galo que la compañía Teatro de La Abadía ha llevado a escena de la mano del director británico Dan Jemmet y que vuelve a representar hoy, a las 20:30 horas, en el teatro Leal de La Laguna.

Este espectáculo, basado en la versión que la dramaturga mexicana Brenda Escobedo ha realizado del texto de Sartre, está teñido por el humor, la ironía y el sarcasmo en torno a la manipulación de la información periodística y de la opinión pública en Francia en plena Guerra Fría para mantener por encima de todo la libertad y la democracia, aunque sea de forma inmoral y sin ética.

La trama, en la que intervienen siete actores que dan vida a una quincena de personajes, se desarrolla alrededor del periódico conservador Soir de París, que necesita noticias atractivas para poder subsistir, sin importar si son falsas o verdaderas.

"La versión de Brenda es muy fiel a la esencia original de lo que escribió Sartre y la adaptación se ha ido haciendo durante los ensayos. La obra es la filosofía de Sartre planteada de alguna manera en una comedia frenética, que casi tiene que ver con Billy Wilder o los hermanos Marx, un poco es ese estilo", resumió el actor asturiano Ernesto Arias, quien da vida a un estafador y timador que se hace pasar por el Ministro del Interior ruso que se refugia en Francia.

José Luis Alcobendas, Carmen Bécares, Miguel Cubero, Palmira Ferrer, Clemente García y David Luque completan el reparto en el que se ponen en la piel del director del periódico, de un periodista, de miembros del Consejo de Dirección, de dos inspectores de policía, de una candidata a las elecciones, de un exiliado o de un mendigo. Todos ellos transitan por el escenario, en el que se cambian de vestuario detrás de un biombo según el gag en el que intervienen en cada momento.

Arias defiende la vigencia de Nekrassov en la actualidad, porque se cuestiona la veracidad y la manipulación periodística en ciertas ocasiones, aunque esté ambientada en los años 50 del siglo pasado, en plena Guerra Fría.

"La obra se plantea de forma que el espectador puede tender puentes con la actualidad, con la que es capaz de tender paralelismos. No le va a costar nada entenderlo. El enredo es muy bonito. Es curioso que el destino junte al mayor estafador de Francia con la persona más honrada de dicho país. De alguna manera, los dos tienen que llegar a un acuerdo para salir adelante y sobrevivir", matizó.

El tándem formado por Escobedo y Jemmet ha definido una propuesta escénica, con cerca de dos horas de duración, en la que todo el ritmo de la comedia está medido con una precisión de cirujano, incluso en los momentos dramáticos, para intentar que no resulte pesada, sino todo lo contrario. Esta pieza coral transcurre con mucha agilidad y dinamismo, sin pausa, dentro del juego teatral que admite una comedia que en determinados momentos se puede encontrar en el límite entre la astracanada y la farsa, aunque el buen hacer de los actores mantiene el valor poético de la obra.