Antonio Resines (Torrelavega, 1954) es, sin lugar a dudas, una de las figuras más reconocidas del país. Más de 40 años de profesión, un currículum inabarcable, un Goya y el cariño del público sostienen una carrera sólida que continúa hoy con otro papel, junto al tinerfeño Álex García en Si yo fuera rico, que se estrena en las salas de todo el país. "Supongo que es una mezcla de oportunidad, oficio, buenas historias y suerte", comenta cuando se le pregunta sobre el secreto de su longevidad profesional. Resines visita la Isla como padrino del Festival de Cortos de La Orotava, que afronta desde hoy su recta final con la exhibición en el Teobaldo Power de los 15 cortos que competirán en la Sección Oficial del certamen. Mañana se conocerá a los ganadores en una gala de clausura que comenzará a las 20:30 horas.

Llega a Tenerife como padrino de un festival de cortos, ¿cómo ha sido su relación con este formato?

Con lo mayor que soy ya no sale ni en los libros de Historia, pero yo he hecho muchos cortos. Era una fórmula para entrar en la profesión. Los que estábamos en la facultad hacíamos cortometrajes. Yo hice una barbaridad: diez o doce. De esos cortos surgieron luego otras cosas. Alguno de ellos lo dirigió Fernando Trueba, que luego, gracias a eso, pudo hacer Ópera Prima. Cuando me llamaron para ir a Tenerife dije que sí enseguida y lo hice por dos razones. La primera es que nunca había estado en la Isla, ya tiene delito.

No puede ser.

Quizás he ido alguna vez a algún estreno. Estuve rodando en Lanzarote Cómo ser mujer y no morir en el intento, pero no pasé por Tenerife.

¿Como actor de teatro tampoco?

Iba a ir con El Funeral, junto a Concha Velasco, pero me lesioné y me tuvieron que operar. No pude ir. Pero es cierto que estaba previsto pasar por Tenerife, sí.

Me decía que había dos motivos para aceptar ser padrino en La Orotava.

Pues que empecé a trabajar con los cortometrajes, fue en el Pleistoceno. Por motivos que no vienen al caso, me ha llegado recientemente la vida laboral y puedo decirte que fue en 1973, tú no habías nacido.

Por cierto, hablando de vida laboral, está complicado conseguir su filmografía completa. ¿Lo sabe?

Sé que en Wikipedia, por ejemplo, no sale. Tampoco me preocupo mucho de eso. Últimamente además hago películas con papeles más cortos y a lo mejor eso tiene también que ver.

¿Hay algún papel que le gustaría haber hecho, alguna deuda pendiente?

La verdad es que no. En general, me gustan todos los que he hecho o me interesaba hacerlos por alguna razón. No soy de estos que dicen no me moriré sin hacer Ricardo III. Pues no, francamente. ¿Algún clásico? ¿Segismundo? Pues realmente no, no tengo ninguno. Además, hay un par de cosas que yo no sé hacer o las veo tan complicadas que tampoco tengo ganas.

¿Tampoco hay entonces ninguno del que se arrepienta?

Hombre, hay algunos que los ves ahora y dices ¡madre mía!. En algunos papeles estoy para darme una mano de hostias pero, más que eso, sí que es verdad que hay algunas películas que son flojitas, no nos vamos a engañar. Siempre es así, me imagino que todos los escritos que has hecho tú no son maravillosos. Pues con las películas es un poco igual. Me da igual porque ya soy un poco mayor. Sí que me enorgullezco razonablemente de cosas que hemos hecho que están bien, cosas de hace 30 y 40 años que son divertidas y bonitas. Estoy contento y hay un trabajo bien hecho por mi parte, eso sí lo puedo decir.

El próximo día 22 presenta un documental, ¿no es cierto?

Historias de nuestro cine es una película documental sobre la gente que hace cine español y las cosas que nos pasan mientras lo hacemos. Sobre todo es un homenaje a la gente que hace, hizo y sigue haciendo películas en España. No es justa esa imagen estereotipada que hay por ahí de que somos unos gorrones, que recibimos subvenciones todo el rato o vivimos a cuerpo de rey. Somos gente a la que nos gusta mucho el cine, nos gusta contar historias y lo intentamos hacer lo mejor posible. Contiene conversaciones con gente importante en el cine español: Fernando Trueba o David Trueba; directores como Colomo o Martínez-Lázaro y actores como Coronado, Verónica Forqué, Carmen Maura o Gutiérrez Caba. Contamos anécdotas. Somos gente a la que nos gusta nuestro oficio y que lo pasamos realmente bien haciéndolo.

Un oficio realmente duro en España, casi de héroes...

Puede pensarse que en la naturaleza del oficio va relacionado tener un parón entre trabajo y trabajo pero lo que no es normal es que haya trabajo. Hay datos que dicen que hay mas de un 70% de paro en la profesión. Hay gente que lo pasa mal. Hay una famosa broma que dice que la mayoría de los actores son camareros. Todos hemos sido camareros, yo lo fui antes de ser actor. Esta es una profesión complicada. He tenido mucha suerte en ese sentido.

¿Cómo vive el cambio de modelo en la industria con la proliferación de las grandes plataformas?

Es bueno porque hay trabajo y hay más oportunidades de hacer cosas buenas. ¿ Que se ven más series nuestras en el mundo? Pues supongo que sí y eso es estupendo. ¿Que hay una hiperinflación de series? Puede ser, pero tampoco es muy preocupante.

¿Y en qué proyectos audiovisuales le veremos próximamente?

Tengo un papel pequeñito en Si yo fuera rico, que se estrena hoy. Tengo otra película que se llama Orígenes Secretos, de David Galán Galindo, y empiezo una serie ahora que se llama Benidorm. Hay más proyectos por ahí, estoy entretenido.

¿De dónde surge ese buen rollo que tiene con David Broncano, presentador de La Resistencia?

No es nada impostado ni guionizado, no hay más que verlo, decimos lo que nos pasa por la cabeza. Me entrevistó una vez cuando era presidente de la Academia -yo, no Broncano, que no da la talla- y me empezó a vacilar y yo lo seguí. Un año o dos después, me llamó para una entrevista en La Resistencia. Les hice gracia a los productores y me contrataron para ir de colaborador. Broncano es un tío muy inteligente y lo hace muy bien, me hace gracia y nos entendemos bien.