Canarias siempre ha sido un fiel testigo del talento de Los Panchos, un trío que tras 75 años de historia continúa disfrutando de un público fiel y una carrera prometedora. Rafael Basurto ingresó en Los Panchos en 1977 y, desde entonces, ha enamorado a los seguidores de la formación entonando los boleros más emblemáticos de la historia. Anoche estuvo en el Teatro Leal de La Laguna con el espectáculo Una leyenda llamada Los Panchos, donde combina el repertorio del trío con imágenes inéditas de la formación. Esta fue tan solo la primera parada de una gira que llevará a Basurto por Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y Bilbao. "Es un espectáculo único y, aunque cantemos las canciones de siempre, también es nuevo porque contamos la historia verdadera de esa agrupación universal llamada Los Panchos", relata el cantante mexicano entre canción y canción.

Viaja a Canarias para esta gira pero Los Panchos siempre han tenido una vinculación importante con el Archipiélago.

Aquí nos sentimos en familia porque es en las Islas donde tenemos nuestra base musical y espiritual, y donde tenemos tantos y tantos amigos.

Y precisamente esta vinculación con las Islas ha hecho posible multitud de colaboraciones con artistas canarios.

En Canarias siempre nos han tratado maravillosamente bien y por eso, durante todos estos años, también hemos cantado para Canarias y hemos compuesto para el Archipiélago, desde hace ya 40 años. Así que ahora hay tantas y tantas canciones que hemos hecho a esta tierra afortunada de Dios.

Se trata de un cariño entre usted y Canarias que es recíproco y que se refleja también en la gran asistencia de público en sus conciertos, donde se agotan las entradas.

Sí, tenemos esa suerte. Lo bueno es que si se queda gente fuera de nuestros conciertos, repetiremos el espectáculo porque esta es una propuesta diferente. Hemos preparado la proyección de pasajes fílmicos, gráficos y de televisión. A través de todo eso, el público podrá darse cuenta de quiénes son Los Panchos y quiénes serán por siempre, desde su fundación y hasta nuestros días.

Habrá sido, por tanto, un trabajo de producción del espectáculo muy diferente al que está acostumbrado, por esa labor de recopilación de imágenes.

Sí, ha sido un trabajo muy diferente pero es algo que nos lo estaba pidiendo nuestro público y que, particularmente, yo ya lo estaba deseando porque así podemos hacer que las nuevas generaciones se den cuenta de quiénes somos y quiénes serán por siempre Los Panchos. Yo soy el último eslabón de ese proyecto maravilloso y a mí me corresponde contar su historia, desde sus inicios en 1945 hasta nuestros días.

¿Como ha hecho ese trabajo de recopilación de imágenes?

Ha sido un gran trabajo que ha realizado mi representante, quien se ha encargado de recopilar y de buscar todas estas imágenes. Además, fue ella quien escribió también la biografía de Los Panchos. Ha sido un trabajo de chinos pero ha sido maravilloso lo que se ha hecho. Yo estoy muy emocionado porque con esta recopilación hemos podido escribir todos los nombres de las grandes estrellas que han cantado en Los Panchos y con los que hemos podido estar durante tantos años.

¿Le despierta algún recuerdo especial alguna de esas imágenes en concreto?

Todas las imágenes me emocionan cuando las veo. En especial, la primera época, donde salen los fundadores de Los Panchos, me gusta mucho. Y seguramente nuestro público se va a emocionar igual que nosotros, o más incluso. En esas imágenes está escrita la historia de los últimos 75 años, ni más ni menos. Se dice fácil pero yo creo que ningún grupo del mundo ha permanecido tanto tiempo sobre los escenarios y ganándose el amor del público, de nuestra familia, como digo yo.

¿Han sido muchas las imágenes que se han tenido que dejar fuera de este espectáculo?

Uy, sí, muchísimas. Todas no caben lamentablemente. Si las pusiéramos todas, una detrás de otra, estaríamos un mes viendo pasar imágenes delante de una pantalla. Son muchas las anécdotas que se han ido sucediendo a lo largo de 75 años.

¿Vive el bolero un buen momen-to en la actualidad?

Yo lo que quiero es dejar bien escrito nuestra historia en la mente de los jóvenes y que estos se rindan ante el bolero. El bolero es amor y el amor es la única forma que Dios nos ha dado de vida, porque amor es el pan de la vida y amar es la copa divina.

Se trata además de un tipo de canción que llama la atención de público de todo el mundo porque usted ha actuado en países como Rusia, China o Japón.

Absolutamente. Y yo creo que es porque nuestro contacto con la gente a través de los años ha sido, más que musical, espiritual porque cuando empiezan a sonar las guitarras y nuestras voces, la gente se empieza a acariciar y eso me llena de satisfacción y espiritualmente. Tengo la esperanza de que se siga escuchando nuestra música durante muchos años porque creo que solo con el amor podrá sobrevivir nuestra humanidad. Ahora hay tantísima agresión del ser humano contra el ser humano que es muy importante que se retome la espiritualidad, el amor del uno hacia el otro, porque así podremos sobrevivir muchos miles de millones de años.

Y precisamente el bolero siempre le canta al amor, que es un tema universal.

Amor es lo que necesitamos, y sobre todo la juventud. Ahora, la música moderna trata de separar a la gente y nosotros siempre hemos tratado de unirla, corazón con corazón, piel con piel, amor con amor.

Este espectáculo hace todo un recorrido por la historia de Los Panchos, con sus canciones más conocidas. ¿Le dan ganas a usted ahora de componer nueva música?

La verdad es que sí. Últimamente me está viniendo la inspiración para dejar escrita una canción que hable precisamente de la historia de amor de toda nuestra historia. También quiero que hable de nuestro público, de dónde nos ha recibido y cómo y de cómo nos recibirán por siempre.

¿Eso significa que aún le queda a usted mucha carrera por delante?

Al menos eso es lo que le pido yo a Dios.

¿Supone mucha responsabilidad pertenecer a una formación que puede presumir de ser una de las mejores agrupaciones de voces y guitarras de todos los tiempos?

Es una responsabilidad muy grande pero gracias a Dios parece que lo estamos haciendo muy bien. Y yo seguiré haciéndolo hasta que la vida me lo permita y hasta que el público me permita seguir cantando mis boleros.